“Nos formamos en disciplinas que no dialogaban entre sí, hoy vamos a lo interdisciplinario, lo transdisciplinario inclusive”, dice Soledad Soria, socióloga, que acaba de entregar su tesis para obtener su Doctorado en Ciencias Sociales. “Quienes se recibieron en los últimos diez o veinte años tienen que, sistemáticamente, seguir profundizando y demostrando sus conocimientos”, afirma Gustavo Costa, ingeniero industrial que cursó la Maestría en Administración de Negocios. ¿Es realmente así? No lo sabemos con exactitud, pero lo que sí se torna evidente es que sumar y certificar nuestro conocimiento con un posgrado nos enriquece como profesionales. En este “mes del estudiante”, nos preguntamos qué significa volver al aula con un título en la mano e indagamos sobre cómo es sentirse estudiante otra vez.

Doctorados, maestrías, especializaciones; la oferta de posgrado que tiene la UNCUYO es amplia y diversa. Por sus programas surfean personas que, en distintos momentos de su vida, deciden volver a estudiar, volver para capacitarse, para mejorar, para ampliar “conocimientos” y para abrirse a una red de nuevas personas y saberes.

Gustavo y Soledad, con sus historias, son parte de esa marea que busca algo más para su carrera y lo encuentran en su retorno la universidad. En esa búsqueda, también hay sensaciones ya conocidas, por eso les preguntamos cómo se sintieron durante el cursado y si volvieron a aquellas sensaciones, aquellos nervios antes de rendir un final. Claro que ya no es lo mismo: “cursar” un posgrado dista mucho de la presencialidad periódica; sin embargo, hay paralelismos.

“Me volví a sentir estudiante desde el minuto cero”, cuenta el ingeniero, que realizó la Maestría en Administración de Negocios (MBA) en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCUYO. “El primer día, nos dieron la bienvenida y armaron los grupos. Ya nos habían pedidos los perfiles. El grupo lo tuvimos que mantener hasta el final, hacer todos los trabajos, todos los módulos. El nuestro se mantuvo sin modificaciones, como que nos aceitamos muy bien”, detalla, y agrega que lo conformó con una diseñadora y dos contadores.

Costa destaca que hacer el posgrado fue mucho más que “una capacitación en algo puntual”. En particular sobre el MBA, sostiene que, más allá de las materias económicas más duras, “hay muchas materias de habilidades blandas”.

Gustavo Costa se desempeña como personal de apoyo en el Ianigla-Conicet. Foto: Unidiversidad

“Había un profe que decía: ‘Todos tenemos una cajita de herramientas, pero si vos tenés solo un martillo, a todo le das forma de clavo'. Lo importante es ir ampliando esa cajita, que te permita decir: ‘Che, tengo un martillo, pero también un destornillador. Ah, entonces, si veo un tornillo, lo enrosco’”, describe de manera simple Gustavo. Luego, amplía sobre la motivación que lo llevó a inscribirse: “Me parece que, en un mercado laboral tan agresivo como el que tenemos hoy, y en el futuro, es un momento importante para seguir formándose sistemáticamente”.

Ser de la UNCUYO

El vínculo entre Soledad Soria y la universidad parece hacerle justicia al lema “Ser de la UNCUYO es para siempre”. Cursó su secundaria en el CUC, se recibió de socióloga en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, dio clases en el Magisterio y, actualmente, trabaja en la Facultad de Artes y Diseño. En paralelo, desarrolló su vida en torno a la danza y fue allí, en ese cruce, donde halló el hilo para iniciar el cursado del Doctorado en Ciencias Sociales.

“Trabajé articulando sociología y danza. Haciendo el doctorado, me costaba mucho que entendieran por qué es importante trabajar sobre la danza contemporánea, escénica en particular. Por momentos, era como si estuviera hablando otro lenguaje que nadie conocía. Entonces, tenía que volver a explicar, porque siempre había una sospecha de si eso que yo estaba proponiendo como objeto de estudio producía conocimientos”, cuenta Soria sobre los desafíos que tuvo. No duda en agregar que los nervios de aquella estudiante fueron “los mismos” a la hora de presentar su tesis.

Soledad Soria ha sido parte del elenco de danza Otro Ojo. Foto: gentileza

La socióloga ocupa hoy un lugar especial en la FAD, ya que trabaja en la Secretaría de Investigación y Posgrado. Desde allí, tiene en claro que la formación continua es clave. “La formación de grado no alcanza debido a la complejidad del mundo, que va cambiando los objetos de estudio, las metodologías. Entonces, nosotros nos formamos en disciplinas que no dialogaban entre sí. Hoy vamos hacia una tendencia de lo interdisciplinario, de lo transdisciplinario inclusive. Está bueno seguir formándose porque el grado no te alcanza para hacer un análisis de lo que nos está pasando”, amplía.

Soledad agrega que el Doctorado en Ciencias Sociales que ofrece la FCPyS tiene una serie de ventajas para egresados de esa Facultad. Por un lado, una serie de cursos obligatorios que son gratuitos. Por otra parte, hay una tutoría personalizada en el paso a paso de la investigación. Lo más duro, para ella, fue encontrar en su rutina, en el medio de la crianza de una hija y de su trabajo, el espacio y el tiempo para sentarse a escribir.

Experiencia compartida

Les propusimos a Gustavo y a Soledad que indentificaran ventajas y desventajas de realizar un posgrado y tuvieron algunas coincidencias, en particular, con las posibilidades que brinda el cursado y el cruce de experiencias con personas de otras disciplinas. “No tiene ninguna desventaja porque, hagas lo que hagas, incluso si el tema no te gusta, algo te va a mejorar. Ventajas, sí, desde el networking con otro tipo de profesionales, con otras empresas, hasta el conocimiento tácito. Por el lado formal, tenés un certificado que te va a valer para hacer otras negociaciones, para poder venderte de una mejor manera. En definitiva, todos tenemos que ser un tanto comerciales para poder vender nuestro tiempo, nuestros servicios, nuestras capacidades”, describe el ingeniero, que trabaja como responsable de Vinculación Institucional en el Ianigla Conicet.

Soledad ha tenido una vida ligada al arte y a la UNCUYO. Foto: gentileza

Soledad también valora el intercambio que surge de cursar distintos talleres y seminarios. “Te pone en diálogo con pares y, en algunos talleres, podés leer el trabajo de otros compañeros y compañeras, y hacer devoluciones. Al mismo tiempo, leen tu trabajo y esas miradas cruzadas están buenas”, agrega.

Para Soria, sí hay una desventaja, y es que, como dijo anteriormente, hay una parte del sendero hacia la meta que es un trabajo solitario. “Es un viaje muy largo y, a veces, te vas perdiendo en ese camino, porque se va abriendo todo el tiempo”, comenta, y pone sobre la mesa la idea de discutir cómo hacer que esa tarea tan desafiante, más allá de la guía de un director o directora, pueda encaminarse, tal vez, con prácticas más colectivas.

Sobre la oferta de posgrados en la UNCUYO

La información general sobre las carreras de posgrados que ofrece la universidad se puede encontrar en el siguiente enlace.

En tanto, si querés más datos sobre la Maestría en Administración de Negocios (MBA) que dicta la FCE, podés hacer clic acá.

Asimismo, si buscás más información sobre el Doctorado en Ciencias Sociales que brinda la FCPyS, ingresá acá.