Esther Sanchez: “Tenemos una gestión económico-financiera muy prolija”
La rectora definió la situación de la UNCUYO como equilibrada. Dijo que desde el CIN apuestan al diálogo con el Gobierno nacional, aunque el panorama para 2025 es poco claro. Explicó que enfrentan un doble desafío: resolver el funcionamiento cotidiano, y adaptarse a las demandas sociales y al nuevo perfil del estudiantado.
La rectora explicó que, en el seno del CIN, trabajan en el proyecto de presupuesto para 2025. Foto: Unidiversidad
En equilibrio: con esas palabras, la rectora Esther Sanchez describió la realidad de la gestión económico-financiera de la UNCUYO. Y un segundo después, como para que no quedaran dudas de que son tiempos complejos, aclaró que, como todo equilibrio, es inestable y hace falta buscar soluciones creativas para apalancar la estructura, para que chicas y chicos sigan sus estudios y para impulsar –aun en medio de la crisis– el proyecto que la llevó a ser la segunda mujer que lidera los destinos de la universidad en sus 85 años de vida.
“Tenemos una gestión económico-financiera muy prolija. En ese sentido, somos austeros y vamos resolviendo las necesidades con los fondos que vamos teniendo. No estamos en una situación compleja, delicada, desequilibrada, pero es un equilibrio y todos los equilibrios son inestables”, expresó.
A la charla de la rectora con Unidiversidad se sumó el vicerrector, Gabriel Fidel, con quien aseguró comparte un estilo de gestión colaborativo, simplemente porque está convencida de que nadie puede resolver en soledad las problemáticas complejas del momento. Por eso, dijo que es esencial escuchar, buscar consensos, trabajar en equipo, que cada integrante tenga un rol claro y, al mismo tiempo, responda a un objetivo común.
Ese objetivo común –comentó la rectora– implica hoy un doble desafío: transformar la universidad, adecuar la formación al nuevo perfil del estudiantado y, al mismo tiempo, resolver lo cotidiano en un escenario de restricción presupuestaria. Para liderar ambas tareas, consideró esenciales la formación que le brindó la UNCUYO y su paso por la actividad privada.
A lo largo de la charla, la rectora se explayó sobre las acciones que realizan para concretar sus objetivos. Dijo que no abandonó ninguna iniciativa del proyecto primigenio de transformación, sino que algunos aspectos se demorarán. Al mismo tiempo, enumeró las gestiones que realiza para obtener fondos, para delinear el presupuesto del 2025 junto a sus pares del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y para reclamar al Gobierno nacional la apertura de paritarias para los sectores docente y nodocente, cuyo reclamo consideró justo.
En ese contexto de reclamo por presupuesto universitario, Sanchez planteó que la marcha en defensa de la educación pública, gratuita y laica fue una bisagra. Dijo que fue un mensaje de apoyo extraordinario de la sociedad y que, al mismo tiempo, llegó a oídos del Gobierno nacional, que recondujo el diálogo a partir de ese momento.
Sanchez explicó que con el vicerrector, Gabriel Fidel, comparten una forma de gestión colaborativa. Foto: Unidiversidad
Una situación compleja
Ustedes trazaron un plan para los cuatro años de gestión, pero se encontraron con una situación compleja. ¿Cómo la enfrentan?
Primero, pienso que las crisis son también oportunidades, porque es cuando, de alguna manera, se incentiva la creatividad, la necesidad de vincularse con el otro para poder trabajar juntos, resolver, y también entendiendo que a veces los problemas se resuelven, más que con presupuesto, con gestión. Entonces, de eso se trata. Tanto Gabriel (Fidel, vicerrector) como yo disfrutamos de lo que hacemos. Por supuesto, en tiempos complejos, con restricciones presupuestarias, es complicado cumplir fácilmente con lo que uno proyectó, pero lo que hay que hacer es precisamente buscar otros modos de lograr el objetivo. ¿Qué nos ha pasado? Nos encontramos a principio de año con un presupuesto reconducido, que era el mismo de 2023, lo que complica poder atender las necesidades, que no es solo tener la estructura en funcionamiento, sino acompañar a nuestros estudiantes que en esta circunstancia necesitan acompañamiento no solo desde lo académico, desde lo económico, lo social, sino también desde el punto de vista de la salud. Entonces, el tema es, precisamente, ser innovadores y buscar las soluciones. Los dos primeros meses, lo que hicimos fue presentar al Consejo Superior una modificación de ese presupuesto reconducido que implicaba tomar parte de los ahorros que teníamos disponibles para obras y resolver el pago de servicios básicos y el de becas. Así comenzamos. Después, fue ir resolviendo entre todos, buscando alternativas para cumplir con lo que nos habíamos propuesto.
¿Dejaron de lado algunos aspectos del proyecto original por la restricción presupuestaria? ¿En cuáles se enfocaron?
Dejar de lado, no, no hemos dejado de lado nuestros proyectos básicos, que tienen que ver con una adaptación a nuevas condiciones en el mundo y al nuevo perfil del estudiante. En ese sentido, nuestros proyectos siguen en camino. ¿Qué sí ha sucedido? Que, por ejemplo, el plan de obras que teníamos aprobado y priorizado va a ser más lento porque vamos a poder llevarlo adelante en la medida en la que tengamos los fondos suficientes. De alguna manera, parte del problema de restricción presupuestaria se resolvió después de la marcha del 23 de abril, esa marcha tan numerosa y en la que recibimos el apoyo incondicional de la sociedad, que fue muy impactante, muy emotiva, en la que no solo participó la comunidad universitaria, sino que era la sociedad defendiendo la educación pública. Creo que esa marcha no solo fue muy impactante para nosotros, sino que fue un mensaje muy fuerte para el Gobierno nacional porque, después, de alguna manera, hubo un replanteo respecto de cómo financiar las universidades. Y aquí hay que distinguir dos aspectos que forman parte del presupuesto.
¿Cuáles son?
Uno tiene que ver con los gastos de funcionamiento, y otro, con los aspectos salariales del personal de la universidad, tanto el docente como el nodocente. Respecto de los gastos de funcionamiento, y después de esta marcha del 23 de abril, hubo primero una recomposición, de la que la primera beneficiada fue la Universidad de Buenos Aires. Por supuesto que allí el resto de las universidades pusimos el grito en el cielo y dijimos que no puede haber estudiantes de primera y estudiantes de segunda del resto del país, entonces se otorgó una actualización, este 270 % sobre los gastos, que no fue un incremento del presupuesto, sino reconocer el impacto inflacionario. Allí fuimos reacomodando, a partir de mayo, sobre todo la situación en lo que tiene que ver con los servicios básicos, porque el incremento fue de un impacto muy fuerte; en algunos, de más del 300 % de incremento; también el pago de servicios como el de vigilancia o el de limpieza, porque tienen sus propias paritarias y va incrementándose el valor de la hora considerablemente, y nosotros no podíamos, con el presupuesto reconducido, atender a esas necesidades. Este reconocimiento del impacto inflacionario en los gastos realmente nos permitió resolver esa situación y llegar hasta fin de año, al menos así lo tenemos planificado. Si no suceden hechos extraordinarios, como incrementos muy importantes respecto de los servicios básicos o un incremento en la inflación, vamos a llegar bien hasta diciembre. Otro es el tema salarial, que es mucho más complejo, en el sentido de que no está en nuestras manos gestionar ese tema. Es decir, nosotros podemos gestionar con los fondos que tenemos, resolver la situación como para tener la estructura en condiciones, que los estudiantes vengan y se formen sin ningún problema y se cumpla el acto académico. Lo que no podemos modificar es precisamente ese otro tema o paritar porque, si bien es cierto que el CIN está, los que paritan son los gremios con el Estado Nacional. El tema es que tanto los docentes como los nodocentes no tuvieron un incremento que sí tuvo el resto del sector público a nivel nacional en enero. Eso, de alguna manera, fue atrasando la incorporación de la variación de la inflación en los salarios. De todas formas, siempre desde el CIN reclamamos que se abran las paritarias y que no se corte el diálogo, entendemos que el reclamo es justo y siempre hemos propuesto acompañar ese reclamo.
Para la rectora, las restricciones presupuestarias obligan a su equipo a ser creativo en la búsqueda de soluciones. Foto: Unidiversidad
Presupuesto 2025 sin claridad a nivel nacional
Usted dijo que si no existen cambios abruptos, hasta diciembre cuentan con el dinero para gastos. ¿Cuál es su evaluación con miras a 2025?
Respecto de este año, hay algo que quiero poner en valor y mucho de eso tiene que ver también con la reunión del día de ayer [Sanchez se reunió con los diputados nacionales por Mendoza]. Se presentó en Diputados, en el Congreso, un proyecto de ley de autoría de Danya Tavela de financiamiento universitario (con media sanción) que apunta a que haya una norma que ajuste los importes que se reciben mensualmente, porque esto también hay que aclararlo: en el presupuesto, uno tiene un monto para el año para gastos, pero eso se va recibiendo mensualmente, igual que los sueldos; es decir, es un importe total que se divide y se recibe lo mismo en enero que en diciembre, lo que obviamente, en procesos inflacionarios fuertes como los que hemos vivido, y ahora convengamos en que el 4 % mensual no es una inflación baja, es complejo. La propuesta es que esos envíos mensuales se vayan ajustando a los índices de inflación mensuales, que se ajusten cada dos meses. Eso, de alguna manera, nos permitiría llegar a diciembre con un presupuesto para atender todo lo que tiene que ver con gastos, que no es solo pagar la luz y el gas, sino que es atender desde los reactivos en los laboratorios hasta todo lo que necesite el docente para dictar clases o el estudiante para estar sentado en un banco, e incluso el mismo banco. En ese proyecto también se plantea el tema salarial, o sea que los ajustes sigan la inflación de modo de no perder poder adquisitivo frente a la inflación. Esto es lo que propone la ley, porque convengamos en que no es solo el tema de gastos de funcionamiento y salarios, sino que hay muchos otros temas. En el caso nuestro, por ejemplo, somos una de las cuatro universidades que tienen un hospital universitario: es todo un aspecto que tiene que ver con salud y que tiene que ser atendido también. Y hay algo que es muy importante, que también venimos reclamando, que es financiar todo lo que tiene que ver con ciencia y técnica, que no es menor. Este tipo de cosas son las que han quedado relegadas, ya que me preguntabas recién qué es lo que ha quedado relegado. Nosotros tenemos en vigencia 600 proyectos, pero los valores para cada uno se definieron en noviembre de 2022 para el presupuesto de 2023, entonces es un valor que no permite desarrollar proyectos de investigación de una manera adecuada. La reunión de ayer tuvo que ver con eso y ahora vamos al otro tema que me preguntabas.
El presupuesto 2025…
La pregunta es qué expectativa tenemos. La verdad es que tenemos una incógnita enorme; como para todo el presupuesto a nivel nacional, no tenemos claridad. Sí, estamos trabajando en el CIN en la elaboración del proyecto, que es lo que siempre se ha hecho: el Consejo elabora un proyecto, después pasa al Congreso y es en el Congreso donde se aprueba, corrige o, generalmente, disminuye, pero siempre el pedido es que no disminuya. En este sentido, una de las cosas que comentábamos ayer con los legisladores es que la participación de la UNCUYO dentro del total del sistema universitario ha ido disminuyendo. Entonces, de alguna manera, hay que trabajar ese tema, sobre todo desde la perspectiva de que la UNCUYO, más allá de la Universidad Tecnológica que tiene dos delegaciones, es la única universidad que tiene Mendoza, que tiene una política muy fuerte de territorialización en el este, en el sur, y agreguemos el Balseiro, que no es menor. Es una territorialización muy fuerte que hay que mantenerla.
¿En qué etapa se encuentra el proyecto?
Estamos trabajando en el proyecto base, en el que, de alguna manera, ya están definidos no solo los importes para cada una de las universidades, sino también lo que se denomina "debajo de la línea", donde están todos aquellos proyectos que tienen que ver, por ejemplo, con nuevas universidades, que es un tema bastante controvertido, o con extensión, mejoras u otros aspectos que son específicos, que se definen por debajo de esa línea y que se llevan a cabo en la medida en la que tengamos disponibilidad. Lo de arriba de la línea asegura el funcionamiento básico. Lo que pasa es que, hoy por hoy, las universidades, sobre todo esta universidad, cumplen una misión fundamental entramada siempre en la sociedad, no solo con sus investigaciones, sino en todo lo que tiene que ver con vinculación productiva. En ese sentido, el señor vicerrector cumple muy bien su función, trabajando con el sector privado y con el resto del sector público. Los aportes que hace la universidad al sector privado y al resto del sector público han sido muy relevantes a lo largo de los 85 años de esta universidad, y son impactos tangibles, pero, sin lugar a dudas, primero tenemos que cumplir con esa función esencial que tiene que ver con la formación de los jóvenes y los no tan jóvenes, porque, hoy por hoy, la formación es a lo largo de toda la vida y la universidad tiene la obligación, precisamente, de estar disponible para esa formación, para esas capacitaciones, para responder a lo que demanda la sociedad con un nuevo perfil de estudiante.
¿Cuál es la estrategia desde el CIN para sostener el diálogo con el Gobierno y, al mismo tiempo, reclamar los recursos que permitan funcionar a las universidades? ¿Evaluaron la posibilidad de convocar a una nueva marcha?
Es una pregunta compleja. Nosotros tenemos la expectativa de que el diálogo va a seguir con el Gobierno nacional y entendemos que ese es el camino, que por ahí tenemos que ir, que ya se demostró la importancia que le da la sociedad a la educación pública, gratuita, de calidad, y el mensaje está. Nosotros lo que pretendemos es trabajar resolviendo las necesidades de toda la comunidad, incluyendo a los gremios. Por supuesto que hay distintas miradas respecto de lo que es el modo de manifestarse; de hecho, los gremios están haciendo su visibilización de la protesta. Nosotros lo que entendemos es que es importante priorizar el diálogo y trabajar en conjunto; si no trabajamos en conjunto, no vamos a encontrar soluciones.
La rectora dijo que no dejaron de lado el proyecto original para la universidad, sino que algunos aspectos se demorarán más. Foto: Unidiversidad
Un nuevo mundo, un nuevo estudiante
Cuando asumieron la gestión, trazaron un plan para adecuar la universidad a las necesidades de este tiempo y al nuevo perfil de estudiante. ¿Cuáles son esos aspectos que buscan modificar?
Hoy el perfil del estudiante cambió, ya no existe el estudiante que se dedicaba exclusivamente a estudiar. Hoy por hoy, el 52 % de nuestros estudiantes trabajan. Entonces, son aspectos que hay que tener en cuenta, hay que incorporar todo lo que tiene que ver no solo con la tecnología, sino con la formación a distancia. Por supuesto, no vamos a decir que vamos a formar a nuestros médicos, odontólogos o ingenieros a distancia, porque eso es muy difícil, pero hay mucho de la formación que se puede hacer a distancia. Entonces, de alguna manera, hay que compatibilizar con este nuevo perfil del estudiante que tenemos hoy: carreras más cortas, también estamos trabajando en el tema de títulos intermedios que permitan que, una vez que cumplieron un determinado ciclo, que puede ser de dos o tres años, les permita tener no un título habilitante –como puede ser de médico, contador, abogado o ingeniero–, sino una certificación de que han hecho un tramo que les brinde una herramienta poderosa a la hora de ir a buscar su trabajo.
¿Cuándo se pondrán en marcha estas modificaciones, por ejemplo, ofrecer carreras más cortas?
En realidad, lo que hay que hacer es un análisis de las currículas y ver no solo cómo están organizadas, lo que tiene que ver con el nuevo perfil de estudiante, sino analizar hacia adentro. Hoy por hoy, tenemos que formar en competencias, no podemos cargar al estudiante de contenidos que puede encontrar en la web o en diversos espacios que están disponibles y que complementan su formación. Entonces, tenemos que formar en competencias, aprender a hacer, y esto no es menor, porque también demanda una transformación en la formación de nuestros docentes, porque han estado acostumbrados, en líneas generales, a transmitir contenido, y hoy es otro el perfil, es trabajar más en talleres y que el estudiante aprenda a través de la experiencia. También estamos trabajando en el sentido de acercarnos más a lo que es el ámbito del desarrollo profesional, que no exista un divorcio entre la formación y lo que le va a tocar después desempeñar en el mundo laboral. Todo eso demanda una redefinición de la currícula y de redefinición de cómo está organizada la currícula, no solo los contenidos y cómo se puede llegar de una manera más eficiente para que la duración real de la carrera coincida con la duración teórica. También estamos trabajando en la duración de las carreras. Algunas son muy largas, en general son de cinco años; las nuevas apuntan a ser de cuatro años. En cuanto a los tiempos, tenemos la expectativa de que empiecen a dictarse carreras a distancia; por ejemplo, la licenciatura en Logística, que hoy se dicta en el Este, en Junín, en sede central, y la idea ahora es sacar una versión a distancia de esa carrera, que es realmente una carrera muy linda, y también tiene una propuesta de un título intermedio. En ese sentido, el Instituto Tecnológico Universitario (ITU) también tiene carreras orientadas a todo lo que tiene que ver con gestión de datos, con software, que son las nuevas demandas que tenemos, las demandas de tecnología, pero también seguir con nuestras carreras tradicionales, con los médicos, los ingenieros, los contadores, los docentes de excelencia que salen de esta universidad, que solo los mencioné como ejemplo, porque son muchas facultades las que ofrecen una educación de excelencia.
"La potencia de la UNCUYO en nuestra región es, ha sido y será enorme", dijo el vicerrector, Gabriel Fidel. Foto: Unidiversidad
La universidad también capacita en oficios. ¿Esa formación se reforzará?
La realidad es que hoy se atiende a la demanda: cuando se detecta que es necesario formar soldadores, se forman soldadores; cuando se detecta que es necesario formar distintos oficios, se atiende a esa demanda, y eso lo puede hacer el ITU, que es mucho más flexible en cuanto a sus planes de estudio y el modo en el que responde a esas necesidades, el modo en el que está organizado. Entonces, es responder a una demanda, es formar en función de lo que me está demandando el mercado. Probablemente haya muchos oficios que hoy ya no son demandados y sí nuevos oficios.
La última consulta está relacionada con una campaña que hizo la UBA a raíz del ataque a la educación pública y el recorte presupuestario, cuyo mensaje fue “Defendamos lo que está bien”. ¿Qué está bien en la UNCUYO y es necesario defender?
Es muy difícil elegir un solo tema en la UNCUYO. Lo que veo es un mundo muy diverso, que cada una de las unidades académicas se destaca en lo suyo, cada una de las escuelas secundarias se destaca en lo suyo; precisamente, en el acto del 85.º aniversario reconocimos eso. Reconocimos a representantes de nuestros equipos del Centro de Información y Comunicación (Cicunc) que han sido premiados por trabajos que han presentado a nivel internacional en certámenes en Nueva York, otro que se hizo en colaboración con la Universidad de Valencia, un largometraje que fue elegido en un certamen internacional. Estuve en la premiación y fue sumamente emotivo, porque no solo recibimos el primer premio, sino que recibimos el premio del público; también reconocimos a físicos del Balseiro, que han recibido un premio internacional que es más o menos equivalente al Nobel; premiamos a estudiantes que estuvieron en un certamen de robótica en Singapur y se vinieron con el segundo premio y una mención; distinguimos a nuestros paleontólogos, que fueron los que descubrieron las huellas de los dinosaurios en Malargüe. Vos me preguntás qué es lo bueno que hay en la universidad, y es maravilloso lo que hay en la universidad, es extraordinario. También la transformación cultural. Piensen ustedes que nosotros tenemos organismos artísticos que son de altísima calidad, reconocidos a nivel internacional y que, de alguna manera, van generando o transformando la cultura de la sociedad mendocina, con conciertos, con teatro, con sus coros, con su ballet. Y ni hablar de nuestras investigaciones, sobre todo en el área médica: el compromiso durante la pandemia que asumió la Facultad de Ciencias Médicas, que estuvo trabajando en su vacunatorio, que estuvo investigando las vacunas, eso son aportes realmente muy grandes. También hay un compromiso que quiero destacar de cada uno de los miembros de esta comunidad para trabajar siempre por una universidad mejor; nuestros docentes, que, a pesar de las circunstancias, ponen todo de sí para seguir dictando clases, para estar al lado de nuestros estudiantes, y el personal nodocente, que acompaña permanentemente. Debo reconocer que el compromiso es permanente y que cada vez que planteamos nuevos desafíos allí están docentes, nodocentes, los equipos de gestión. Entonces, es muy difícil decirte una sola cosa buena.
El vicerrector, Gabriel Fidel, sumó su visión a esta pregunta:
La potencia de la UNCUYO en nuestra región es, ha sido y será enorme. Cuando vos tomás cualquier región del mundo o de la Argentina y ves qué hace que una región progrese, genere empleo, crezca y demás, siempre hay una universidad de la dimensión de la UNCUYO que está en el medio de esa transformación. Entonces, pasando a un plano concreto, nosotros formamos a los profesionales que transforman la realidad. Cuando tomás la viticultura, por ejemplo, son nuestros profesionales quienes hicieron posible que tengamos una viticultura de calidad. Cuando preguntás por qué a la gente le gusta Música Clásica por los Caminos del Vino es porque hay una carrera de Música en nuestra universidad de altísima calidad, con sus organismos artísticos. Cuando ves que las etiquetas de nuestros vinos que se consumen en el mundo son realizadas por diseñadores argentinos formados acá, o que Mendoza fue líder en el sector energético, petrolero, y hoy está liderando la reconversión hacia las energías renovables, es porque hay profesionales que fueron capaces de eso. Entonces, desde la educación, desde la investigación, la extensión y vinculación, es esencial el papel de nuestra universidad en la transformación. Por eso, cuando defendemos el presupuesto de la educación pública, no es solamente por nosotros, tenemos los mismos problemas que el resto de la sociedad, pero nosotros somos claves para encontrar las soluciones que necesita la sociedad a través de la transferencia, del conocimiento, de la innovación. La sociedad valora a la universidad, por eso nos acompañaron tanto, Esther siempre dice que el día después de la marcha estábamos muchas más veces comprometidos que el día anterior, porque esa respuesta de la sociedad fue una muestra del reconocimiento genuino que tienen del rol de la Universidad.
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