La Universidad más prestigiosa e importante del Oeste Argentino renovó una vez más sus autoridades. Ante una sala roja repleta, la contadora pública nacional, Esther Sánchez, y el politólogo Gabriel Fidel, asumieron el Gobierno de la UNCUYO hasta el 2026. Acompañaron las autoridades salientes Daniel Pizzi y Jorge Barón.

En ese espacio, Esther Sánchez se convirtió en la segunda mujer en liderar la gestión universitaria, desde 1939: “Me gustaría que este nuevo período universitario esté signado por el consenso, el diálogo, la capacidad de poner sobre la mesa -abiertamente y con franqueza- los temas complejos”, dijo la Rectora. En ese sentido destacó que la intención es que la Universidad sea un espacio neutral donde se puedan debatir los temas más sensibles de la sociedad, escuchando todas las voces y aportando los conocimientos necesarios para resolverlos.

Asimismo recordó la conducción y estilo de María Victoria Gómez de Erice, la primera mujer en dirigir la casa de estudios, como una guía y un ejemplo, y con quien tuvo el privilegio de trabajar en esos años.

Luego se refirió al modelo inclusivo de Universidad al que apuntan formando personas integralmente, con saberes y capacidades que les permitan actuar ante los desafíos y complejas exigencias de la dinámica actual. Además de apostar por la innovación y que sea protagonista de la transformación social, con una fuerte vinculación con el mundo. “Somos reformistas y defendemos la universidad pública, gratuita laica, cogobernada y comprometida con la educación de calidad como bien público y derecho humano universal”, subrayó. 

En su discurso indicó que el acceso al conocimiento es la base para el logro de una sociedad más igualitaria. Y con esa impronta apuntan a una educación de calidad con igualdad de oportunidades y posibilidades.

“La UNCUYO ha sido pionera en la implementación de políticas de género y diversidad, incorporando en su estatuto la paridad piso de género, por eso consideramos de vital importancia seguir profundizando el compromiso asumido para garantizar y ampliar derechos”, resaltó la funcionaria.

Asimismo mencionó entre las metas propuestas, la prioridad de abordar el territorio desde una perspectiva integral y multidimensional. En esa línea habló de la transformación digital para reorientar la Universidad hacía la aplicación y el uso de las tecnologías emergentes.  

Por otro lado, la nueva mandataria señaló que se buscará desarrollar un modelo educativo flexible y que dé respuestas a las demandas laborales actuales y futuras. Y un modelo académico basado en un proyecto de formación integral que esté a la vanguardia de los paradigmas educativos en vinculación permanente con el contexto.

También puso el foco en el conocimiento y la cultura a los que definió como construcciones sociales, en donde sociedad y universidad se benefician mutuamente en un diálogo de saberes y prácticas artístico-culturales. A su vez manifestó que su propuesta priorizará el eje de la sostenibilidad en todas las actividades de la institución en función de la agenda 2030. 

 “Nos comprometemos a fortalecer los vínculos con todos los actores de la sociedad y responder a sus demandas fomentando la responsabilidad social y el desarrollo sostenible”, finalizó.