Un afrodescendiente de 43 años fue acribillado a balazos por la policía estadounidense en Charlotte, la ciudad más importante del estado de Carolina del Norte. El asesinato se produjo este martes 19 de septiembre cuando los efectivos policiales argumentaron que estaba armado y representaba “una amenaza de muerte inminente”. Ante la resistencia de la persona, recurrieron al fuego.

El sujeto fue identificado como Keith Lamont Scott y murió en el estacionamiento de un complejo de departamentos. La tarde del martes, los uniformados habían acudido al edificio con el fin de detener a otro hombre, al que no encontraron. En ese momento visualizaron a la víctima en el interior de un auto estacionado en el playón, con actitud sospechosa.

“El sujeto salió del vehículo con un arma de fuego que suponía una amenaza de muerte inminente para los agentes, que seguidamente dispararon”, argumentó la Policía de Charlotte en un comunicado, según información de la agencia EFE.

Los familiares del hombre fallecido negaron que estuviera armado y aseguraron que solamente llevaba un libro que estaba leyendo mientras esperaba que su hijo regresara de la escuela para recogerlo. Según la prensa local, el autor del crimen fue el agente Brentley Vinson, también de origen afroamericano, que fue suspendido de su cargo inmediatamente.

Los habitantes de Carolina del Norte protestaron en las calles, en repudio de la impunidad policial. Foto: Sean Rayford / Getty Images.

La tragedia derivó en protestas de los habitantes de Charlotte que se extendieron hasta la madrugada del miércoles. Los manifestantes exhibían carteles con consignas como “Dejen de matarnos”, “Sin justicia no hay paz” o “Las vidas de los negros también importan”.

Ante los disturbios en las calles, las fuerzas de seguridad organizaron equipos de control y utilizaron gas lacrimógeno para tratar de disuadir a la muchedumbre que, según las autoridades del lugar, agredió y destrozó a varios vehículos policiales. Según información de El País, al menos doce oficiales fueron hospitalizados por heridas.

Fuente: Télam.

La alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, expresó que la comunidad “merece respuestas” y prometió una “investigación completa” de los hechos. La localidad de más de 825 mil habitantes cuenta con el 35 % de población afro.

Este caso sucede en medio de una tensión social debido a una creciente violencia racial e impunidad policial. El diario The Washington Post consigna que, en lo que va de 2016, la policía estadounidense mató a 697 personas, de las cuales 172 eran ciudadanos afrodescendientes.