Es indudable la importancia de las escuelas técnicas en nuestro país para formar y promover la cultura del trabajo. A pesar de tener como propósito preparar e insertar a los jóvenes en el mercado laboral, la situación se volvió complicada durante este año, producto de la pandemia y la escasa oportunidad que provocaba para adquirir los conocimientos prácticos.

Unidiversidad contactó a Carlos Deparo, director de Educación, Técnica y Trabajo de la DGE, para que detalle el panorama de las más de 80 escuelas técnicas de la provincia y cuente cómo se prevé la vuelta a clases en un futuro.

“En general, estamos trabajando en tres estrategias de la educación técnica y en la formación profesional. La primera se refiere a terminar de definir los protocolos, fundamentalmente para las prácticas profesionalizante de los talleres. Hoy, el gran problema de la educación técnica tiene que ver con los alumnos de sexto año, ya que todas las materias son de formación específica y requieren sí o sí los conocimientos prácticos”, destacó Deparo.

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“La segunda estrategia está puesta en la virtualidad, a través de plataformas. Una parte de esas prácticas se realizará a través de una licencia que hemos adquirido de la Nación y se le hará llegar oportunamente a cada institución”, continuó. La tercera estrategia tiene que ver con las prácticas profesionales que podrían llegar a realizar los alumnos. “Para ello, estamos trabajando y realizando convenios con empresas mendocinas y el Consejo Provincial de Educación Técnica y Trabajo (CoPETyP) para que los alumnos puedan realizar estas prácticas en algunas escuelas y en algunas fábricas”, afirmó Deparo.

WhatsApp es la principal vía de comunicación en nueve de cada diez escuelas

De acuerdo con los datos del Ministerio de Educación de la Nación, menos de la mitad cuenta con acceso fijo de buena calidad en la señal a Internet. Del lado de los docentes, 8 de cada 10 aseguran que tienen limitaciones de conectividad y el celular se convirtió para todos en el dispositivo más utilizado.

“Estamos apuntando a que, en treinta días, los chicos puedan cursar los últimos meses de este año en los talleres, pero para ello resta la confirmación y aprobación de los protocolos de seguridad desde Nación. En este sentido, consideramos que serán alrededor de 2500 los alumnos que podrían cursar su último año, aunque siempre dependiendo de las condiciones con las que se vaya desarrollando la pandemia en nuestra provincia”, remarcó.

En cuanto a los alumnos que podrían llegar a realizar las prácticas profesionales, Deparo considera que va a depender mucho del lugar, de la zona y de la actividad. “Tenemos escuelas agrotécnicas que no tendrían mayores problemas para su vuelta, puesto que se desempeñan en lugares al aire libre, mientras que tenemos mayores complicaciones en las prácticas que refieren a la construcción y la metalmecánica”.

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Luego de tres semanas de receso invernal, el pasado 27 de julio, los alumnos de la provincia regresaron a las clases no presenciales a través de la nueva modalidad virtual, metodología adoptada luego de que los establecimientos educativos del país cerraran sus puertas debido a la pandemia por COVID-19.

Simuladores de realidad aumentada, de cara al futuro

Desde la virtualidad, los alumnos podrán realizar tareas en química, física, ingeniería, mecánica, etc. Podrán adquirir los conocimientos a través de módulos de simulación para completar una determinada secuencia hasta terminar la etapa con una medición o evaluación.

“A lo que estamos apuntando fuertemente es a incorporar e invertir en simuladores virtuales. La propuesta es incorporarlos en los próximos dos años y la ventaja se daría en la educación, ya que no se dependería tanto de los entornos formativos, sino de un recurso tecnológico”, finalizó.