A un año del último toque, Mendoza vuelve a estremecerse. Hoy es un día clave en la vida de muchos mendocinos y mendocinas que siguen al Indio Solari. Es quizás la confirmación de que pronto una misa se celebrará en la tierra del sol y del buen vino: el 13 de diciembre es la fecha elegida para la movilización de muchos seguidores de todos lados.

Poca gente estuvo esta mañana en el estadio Mundialista ubicado en el Parque General San Martín buscando sus entradas, pero en otros sitios del país pudo verse mayor demanda. De lunes a viernes, de 10:00 a 18:00, es el tiempo previsto para retirar los tickets. El costo será de 500 pesos y se podrá adquirir un máximo de 10 unidades. El año anterior, los valores eran de 300 y 400 pesos, en un comienzo, cuando se hablaba del Hipódromo de Godoy Cruz; luego se unificó en 300 pesos cuando se confirmó el traslado del recital al Ángel Pena.

El 14 de setiembre de 2013, con más de 150 mil personas cantando sus canciones, fue la primera vez que el Indio Solari pisaba tierra sanmartiniana y lo acompañaban jóvenes de todas partes del país. Llegaban en colectivos, autos y camionetas, con banderas y remeras. 

El 13 de diciembre se repetirá esa fiesta. Además de interpretar los clásicos, el Indio junto a su banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, presentarán su último disco Pajaritos, bravos muchachitos. Este trabajo es el cuarto disco solista de Solari e incluye la participación de los músicos Daniel Semilla Bucciarelli, Sergio Dawi y Walter Sidotti, ex compañeros en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Eso fue lo dijo el  Indio Solari el año pasado cuando, a pesar de la intensa lluvia, más de 150 mil personas lo acompañaron en la gran "misa ricotera" en la ciudad de San Martín.

Las puertas del autódromo se abrieron a las 16 y comenzó la previa, ya que a  las 21.50 se apagaron las luces para dar lugar a las primeras y prohibidas bengalas. Todas las expectativas llegaron a su máxima expresión cuando el ex-Redondo apareció sobre el escenario con el primer tema de la noche, "Luzbelito y las sirenas", para luego seguir con "El templo de Momo" y continuar repasando los éxitos que hicieron historia en su carrera.  El pogo más grande del mundo, con "Ji ji ji" puso punto final a la noche. 

El autódromo daba marco a un gran escenario con pantallas gigantes, pero nada demasiado sofisticado. Solari, en su momento, lo consideró como un "mini Woodstock", haciendo referencia al tradicional festival de música. Hacía casi dos años que Carlos Alberto “el Indio” Solari no se reencontraba con su público.