La Cámara de Diputados convirtió en Ley el nuevo Código Procesal Civil y Comercial de la provincia. A pesar de las críticas, el PJ votó a favor de la propuesta presentada por oficialismo. El Frente de Izquierda fue el único bloque que votó en contra. La medida tiene como objetivo acelerar los tiempos judiciales y resolver en cuatro meses los tiempos judiciales ordinarios.

El nuevo Código aspira a reducir la duración de los procesos de la Justicia Civil mediante la oralidad, la concentración de funciones en un mismo juez y la implementación de nuevas tecnologías para mejorar la gestión judicial. Actualmente, los procesos civiles duran cinco años en promedio. El nuevo Código buscará comprimir en el 93 % la extensión de estos plazos.

“Una causa civil, en promedio, puede llegar a tardar hasta cinco años, pero hay causas que duran hasta diez años”, explicó Marcelo D’Agostino, subsecretario de Justicia del Ministerio de Gobierno, en referencia a la situación que actualmente atraviesa la provincia. En el mismo sentido se expresó el diputado oficialista Jorge Albarracín, presidente de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales que trabajó sobre la propuesta, y que agregó que la existencia de plazos tan dilatados “significa que estamos mal”.

“Lo que se busca es que, con procesos orales concentrados en dos audiencias, el juez asuma un rol activo en el proceso y se pueda resolver rápidamente”, dijo Albarracín. Según el diputado, “rápidamente” implicaría que se resuelva “en seis u ocho meses un accidente de tránsito con una discapacidad”.

El nuevo Código también contempla el uso de “nuevas tecnologías” a fin de tender al logro del expediente electrónico, en miras al proceso electrónico o digital. Además, entre otros cambios, se otorgan mayores incentivos a los abogados que logren la conciliación en la audiencia preliminar, por lo que podrán percibir los mismos como juicio completo. 

Según el mismo texto de la Ley, hoy “el proceso civil se caracteriza por la falta de inmediación, delegación de funciones, ausencia de concentración, escasa publicidad con dominio de la escritura en soporte papel”. Con la reforma, las audiencias preliminares y finales pasarán a ser orales. Esto garantizará la presencia de los jueces desde el primer momento y evitará la dilación de las causas a lo largo de años.

“Acortar los plazos de los procesos judiciales tiene beneficios, genera menos angustias y también hay un menor costo procesal, lo que es muy importante para todos”, indicó el diputado Omar Parisi, del bloque del PJ. “Es muy importante porque es la única política de Estado que tenemos los mendocinos en los últimos años”, subrayó el legislador.

Por su parte, los diputados del Frente de Izquierda Cecilia Soria y Héctor Fresina manifestaron que “rapidez no es sinónimo de justicia, porque pareciera que el valor más importante para la sociedad es la rapidez, no la justicia”.

Por el momento, los operadores del sistema judicial civil deberán tomar un curso para adaptar su trabajo a la modalidad impuesta por el Código. La aplicación del mismo será a partir del 1.º de febrero, momento a partir del cual la oralidad será la norma general en todos los procesos involucrados.