¿A quién no le gustaría viajar a lo largo del mundo y que le paguen por ello? Conocer países, culturas distintas y encontrarse uno mismo y aprender de esa búsqueda. Sí, se puede. Esa experiencia a lo largo del mundo la realizará la mendocina Florencia Dibattista (25) quien fue elegida entre 800 mil personas para participar, junto a otras 11, de la “World Life Experience”, un programa que la llevará a conocer el mundo y concientizar sobre el turismo responsable durante 11 meses en Europa, Asia y América y por lo que cobrará cerca de 2500 euros mensuales. Un dato que no es menor es que Florencia será la única representante argentina que participará de esta experiencia mundial.

Florencia nació en Tunuyán y es licenciada en Relaciones Institucionales. En 2017 viajó durante tres meses junto a una amiga por Europa y la experiencia fue tan positiva que quiso repetirla. Casi como una coincidencia del destino encontró una publicación en el diario La Nación sobre una búsqueda de personal que hacía la empresa Top Experience radicada en Lisboa, Portugal. Se inscribió en la convocatoria, y continuó con su vida: consiguió trabajo y se puso al día con sus actividades. Sin embargo, luego de meses de espera, todo cambió cuando en agosto de 2017 se enteró que había quedado entre los 82 preseleccionados para participar de la primera experiencia internacional de la firma.

El proceso continuó con diversos test de personalidad y donde además se exigía el manejo del idioma inglés como requisito excluyente. “Se priorizó el idioma, los viajes por el mundo y la capacidad para transmitir valores acerca del cuidado del medio ambiente”, señaló Dibattista a Unidiversidad y agregó: “La empresa busca concientizar sobre el impacto de las ONG en la vida social y sobre el cuidado de los animales y de la cultura de un país a la hora de viajar”. En noviembre se enteró que había quedado entre los seleccionados. Desde allí, todo fueron trámites y despedidas.

Con el pasaporte casi en la mano, aseguró que desde el mes de diciembre está en reuniones con amigos que la quieren despedir. Está ansiosa porque al ser la primera experiencia de la empresa a nivel mundial, al principio sintió que cualquier cosa podría salir mal. Luego recapacitó y se hizo de fuerzas para emprender el viaje. En el camino tuvo que dejar algunos pendientes: había sido seleccionada para bailar en la fiesta nacional de la vendimia 2018, pero tuvo que decirle que no.

El 7 de enero tomará el avión y el 8 llegará a Lisboa donde empezará la capacitación. “Tenemos tres días de entrenamientos con tareas asignadas”, espetó. En conversación con este medio explicó que uno de los principales desafíos será estar 11 meses lejos de su familia. Se define como una persona sociable y muy apegada a su familia y a su novio, y aunque el plan establece que vuelva 20 días a Mendoza en julio, el hecho de estar sola durante tanto tiempo será importante para ella. “Además llegaremos a lugares donde nos vamos a topar con realidades distintas a las de nosotros. Eso también implica todo un desafío”, agregó.

El itinerario está formado de tal manera que estarán durante diez días en cada lugar. En los primeros cuatro ayudarán a una ONG, en los siguientes cuatro días estarán en modo turista responsable y las dos jornadas restantes serán para realizar otras actividades que ella desee. En este sentido aseguró que la meta del turista responsable es hacerle saber a las personas que viajan a países con otras culturas, que no hay modas y que "hay que ser muy respetuoso de los lugares que uno visita".

Con la valija lista “Diba”, como le dicen los amigos, aseguró que 2017 fue positivo porque pudo viajar, conseguir trabajo y al mismo tiempo hacer lo que le gusta. Bailó en la fiesta de la vendimia del año pasado y quedó entre las primeras 15 en la convocatoria para 2018. “En 2019 quiero volver y terminar la carrera de periodismo, que me apasiona y me gusta”, concluyó.