Enzo es jugador del equipo cruzado que disputa el torneo de Liga Mendocina, tiene 21 años y está próximo a comenzar el curso de entrenador. Así contó cómo ha sido su paso en el fútbol: "Estuve en Gimnasia desde los siete años, donde hice inferiores e infantiles. Estuve hasta mediados de 2019. Ahora estoy en Deportivo Maipú, en el plantel de primera. Ya he debutado (en el Lobo), así es que estoy esperando el momento acá”.

Con respecto al coronavirus, su proyecto se vio perjudicado. “Tenemos todo parado. Los chicos trabajan en casa con las rutinas que les hemos mandado. Nos juega en contra porque tenemos gente que vive de esto”, explicó. La idea de formar la escuelita comenzó tras una lesión: "El año pasado sufrí la rotura de ligamentos cruzados y estuve más de un año afuera. Cuando llevaba un mes de operado, me estaba volviendo loco, soy un loco de esto y amo lo que hago. Así es que armé un proyecto para darles la oportunidad a los chicos que no la tienen, a los niños de la calle sobre todo. Darles una buena infancia”. Todo comenzó desde abajo: "Con un cono y una pelota en un descampado”.

Enzo con parte de las personas que lo ayudan en Academia Enzo

El crecimiento fue mayor al esperado y el jugador botellero lo manifestó: “En un mes tenía diez chicos, a los dos meses ya eran 25 y conseguimos un espacio para entrenar. En ocho meses le hemos metido firme y hemos llegado a las 220 personas”. La escuelita se encuentra en el barrio Foecyt, de Godoy Cruz. Es una cancha sintética de fútbol 7 y reúne a ambas ramas. El padre de Academia Enzo lo contó así: “En el masculino tengo jugadores desde los cuatro a los 19 años, y en el femenino, de los cuatro en adelante. También hay un equipo de veteranos, que son más o menos 40 personas”.

Tantos chicos como profes están abastecidos por el corazón de Enzo y sus ayudantes; así lo dijo el ex-Mensana: "Cuando uno hace las cosas de corazón, salen muy bien". El único sostén económico es el apoyo de un conocido que le consigue materiales a menor precio y la cuota mensual de 300 pesos. "Siempre hacen falta cosas, pero tratamos de dar lo mejor con lo que tenemos", contó.

Si bien es la cabeza de todo, su familia le da el apoyo que necesita: “Tengo a mi hermano y hermana jugando y mi padre es entrenador conmigo. Mi otro hermano y mi mamá se encargan de cobrar las cuotas”. El equipo de trabajo se completa con Cristián Zárate y Adrián Dinosencio como profes y Martín Morales como preparador de arqueros.

La escuelita es una gran familia y brinda contención a muchos niños. Foto: Yamila Correa

Academia Enzo disputa el torneo Futuros Cracks, en el que la competencia se desarrolla los sábados o domingos. Participan más de 50 equipos, en su gran mayoría escuelitas. El año pasado, la categoría 2012/13 logró coronarse campeona.

Para finalizar, contó lo que espera con su escuelita: "Espero darles una mejor vida a los chicos que no tienen la oportunidad que tuve yo o que tuvimos varios de los jugadores que estamos jugando a nivel profesional”.

Escuchá a continuación la entrevista completa.