Las tumbas-santuarios de la Difunta Correa, el Gaucho Cubillos y Tiófilo Lucero se encuentran emplazados en el sur de las provincias de San Juan y en el centro-norte de Mendoza. La primera se halla en la localidad de Vallecito, departamento de Caucete, mientras que los santuarios de Cubillos y Lucero se han conformado en torno de sus tumbas, emplazadas, la primera, en el cementerio de Capital, en la ciudad de Mendoza, y la segunda, en el de La Asunción, departamento de Lavalle.

Este tipo de establecimiento, junto a las plazas de mercado, son los espacios fundamentales de los grupos “populares”, donde desarrollan sus actividades, producen sus discursos y despliegan sus prácticas. Así, según Martín Barbero, los ritos y las prácticas que se realizan en el cementerio son la celebración de un intercambio en el que los objetos –ofrendas– no son más que un lugar de encuentro y de afirmación de los sujetos.

Tumba del Gaucho Cubillos. Foto: Rosana Aguerregaray Castiglione.

El culto desarrollado en torno de estos personajes conceptualizados como “santos” por la devoción popular parece alejarse de la trama devocional de los grupos dominantes y disciplinada por la doctrina eclesiástica. En este sentido, escapan a ciertos cánones disciplinadores que producen una apropiación y resignificación de algunos elementos que a ellos pertenecen. No obstante, tanto la Iglesia católica como los Estados provinciales intervienen en la construcción de estos mitos urbanos y rurales, en su obstaculización y en la regulación de sus cultos.

Tumba de Tiófilo Lucero. Foto: Verónica Cremaschi y Rosana Aguerregaray Castiglione.

En estos santuarios –dedicados a una “santa-madre”, un “bandido” y un “manosanta”– coexisten diversos elementos de carácter religioso y secular. Se hallan cruces, estampas de santos, pequeñas estatuillas de la Virgen y de Jesús, crucifijos y rosarios, así como también banderas de equipos de fútbol, damajuanas, botellas. Además, se encuentran ornamentados con flores, generalmente de plástico, velas y placas conmemorativas.

Tumba del Gaucho Cubillos. Foto: Rosana Aguerregaray Castiglione.

Algunas de estas ofrendas están vinculadas con el área geográfica en donde se encuentran emplazados los santuarios. De este modo, en el de la Difunta se presentan botellas de plástico con agua que contienen flores en su interior. En este tipo de ofrenda se observa una gran carga simbólica, ya que el agua, en el contexto del secano, tiene connotaciones de un bien preciado debido a su escasez. Esta mixtura de componentes conforma los exvotos que tienen como finalidad el agradecimiento al santo por el favor concedido.