La visita de Mauricio Macri a Mendoza fue fugaz y dejó más dudas que certezas sobre el anuncio que traía: comprar excedentes vínicos a productores locales para aumentar el precio del vino en el mercado. Por este motivo y para despejar dudas, la mañana de este viernes 29 de enero el gobierno provincial explicó la metodología de este anuncio.

En el cuarto piso de la casa de gobierno el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Enrique Vaquié, fue el encargado de brindar información. De esta instancia participaron también el subsecretario de Agroindustria y Energía, Alfredo Asciar, y el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Carlos Tizzio.

“Queremos comprar vino bueno”, arrancó Vaquié. El funcionario indicó que comprarán excedentes vínicos a 783 productores que tienen hasta 20 hectáreas y que no se encuentran integrados en cooperativas. Sin especificar la cantidad total de excedente, el Ministro aseguró que, en una primera etapa, el Estado comprará 57 millones de litros de vino a un precio de $ 3,10, que pagarán en tres cuotas. Este valor es más alto que el que se paga en el mercado ($ 1,80 precio contado y $ 2,75 en doce cuotas).

El Estado Nacional entregará 130 millones de pesos en total, de los cuales Mendoza recibirá 50 millones por el mes de enero, y desde el mes de febrero la Nación entregará 25 millones por mes hasta completar ese monto. “Según indicaron, ese dinero es para comprar vino blanco genérico, ya que según datos del INV, es la variedad que mayores excedentes posee”. Ese tipo de vino es el que se conoce como "despacho" en el mercado interno y en su mayoría se envasa en tetra brik.

Cómo será la compra del Estado

El Ministro explicó que una vez que el dinero llegue a la provincia, Mendoza Fiduciaria se encargará de administrarlo y entregarlo a los productores. De esta manera se abrirá la inscripción para todos los productores que tengan CUIT y cumplan con los requisitos de AFIP. Mendoza Fiduciaria corroborará la información y aprobará a los solicitantes.

Por su parte, el INV exigirá que los vinos de los productores tengan un piso de 12,6 grados de alcohol, 0,80 gramos por litro de acidez volátil y 0,3 gramos por litro de azúcar. Además, el producto no deberá contener borra y ser de color blanco verdoso.

Vaquié indicó que los instrumentos centrales de política macroeconómica (liberación del cepo y quita de retenciones) ya se dieron, por lo que ahora es necesario trabajar en cuestiones estructurales, como costos de flete y acarreo y el problema de la concentración de producción. Según expresó, la nueva dirigencia del INV realizará otro trabajo porque durante la gestión de Francisco Pérez “el instituto se convirtió en el INDEC de la vitivinicultura”.

El vino que se compre será desnaturalizado y vendido a empresas alcoholeras y otras industrias. Por una parte, buscan exportar el alcohol para aguardiente al exterior y alcohol común para el mercado interno. Según indicó el Ministro, por el momento existen ofertas informales, pero luego de que llegue el dinero se abrirá el concurso de compra.
 

Despejando dudas

Uno de los reclamos de los productores locales era que el Estado comprara la uva y no el vino, porque de esta manera no se ayudaba al productor. Vaquié indicó que el dinero que envió la Nación es para comprar a los pequeños productores el excedente del vino y frenar las cuestiones especulativas de los grandes empresarios.

El Ministro aseguró que el problema de los excedentes es una consecuencia de medidas “que no beneficiaron al sector”. “El problema del atraso cambiario, el mal manejo de estadísticas y el proceso estructural son los factores que permitieron llegar a esta situación”. En este sentido, expresó: "Se jugaba con los numeritos. De esta manera, Mendoza generó una cantidad de vino que no encontró mercado y cada productor debe buscarlo. Con el atraso cambiario aumentaron los costos y la concentración de producción, porque los supermercados y las grandes empresas tienen mucho poder”.
 

La ley de endulzantes, otra deuda pendiente

El Ministro también explicó que otra de las medidas que buscan para el sector es que se apruebe la Ley de Endulzantes Naturales. Esta normativa busca usar los concentrados de uvas para endulzar bebidas sin alcohol. De esta manera, se busca reducir la cantidad utilizada de azúcar y fructosa de maíz y combinarlo con el jugo concentrado de uva.

“Es una cuestión de largo plazo. La Ley de Endulzantes busca que la gaseosa salga endulzada por el mosto y no solamente por azúcar y maíz. En las reuniones en el Congreso, el FpV planteó la pelea provincia vitivinícola-provincia azucarera, lo que complicó las economías regionales. Necesitamos que Tucumán sea socia nuestra”, afirmó Vaquié. En este sentido, agregó que la discusión debe darse con los productores de fructosa de maíz, que son "los que tienen otros mercados para trabajar”.