En 2021 se registraron 256 femicidios

Sociedad

Estos crímenes por violencia machista no son cometidos, como se cree desde el sentido común, por personas desconocidas, en lugares inhóspitos o a altas horas de la noche. En realidad, los femicidas eran, en el 28,6 % de los casos, parejas de las víctimas, y en el 25 %, exparejas. Además, el 50 % de los hechos se consumó en la vivienda de la víctima, mientras que se registra el mismo porcentaje –7,1 %– en la vivienda del agresor o en la compartida con él. 

“Si bien el 54 % de los femicidios es cometido por las parejas y exparejas de las víctimas, es importante resaltar que el 11,3 % es cometido por un familiar, y el 9,8 %, por un conocido, lo que nos arroja que el 75 % de los femicidios son llevados a cabo por alguien del círculo íntimo de la víctima”, puntualiza el informe.

Según detalla el relevamiento, uno de los femicidas de enero pertenece a las fuerzas de seguridad, en este caso puntual, a la policía. Desde el observatorio aseguran que hechos como este evidencian “la necesidad de restringir la tenencia de armas de fuego en casos en los que personas pertenecientes a las fuerzas de seguridad y armadas tengan denuncias de violencia machista”. La información de 2021 es relevante en este sentido: 1 de cada 10 femicidios fueron cometidos por integrantes de las fuerzas armadas o de seguridad –20 policías, 4 militares, 1 gendarme–.

 

 

 

 

 

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Sin embargo, la responsabilidad del Estado va mucho más allá de este tipo de agresores. Por un lado, es necesario tener en cuenta los intentos de femicidio, que en enero fueron 22. Estos hechos, que por distintas circunstancias no llegaron a consumarse, son una oportunidad para que el Estado cumpla con la responsabilidad de proteger a esas mujeres. Por otro lado, también se debe hacer foco en que, del total de las víctimas de femicidio en enero, el 14 % había realizado al menos una denuncia y el 7 % tenía medidas de protección. 

Esta falla es transversal a las instituciones estatales y atraviesa tanto a la policía como al Poder Judicial. Es evidente que, a pesar de que las mujeres en muchos casos logran detectar la violencia, armarse de valor y hacer una denuncia, las instituciones –las personas que en ellas trabajan y los recursos de los que disponen– no tienen la capacitación necesaria para abordar casos de violencia machista. Así es como, a pesar de las denuncias y las medidas de protección, los femicidas logran consumar el asesinato.  

Se dice que el Estado es responsable porque no garantiza los derechos humanos de la mitad de la población al no poner a su disposición los recursos necesarios para cuidarles la vida.