Un llamado del presidente Mauricio Macri al dueño de una empresa mendocina que fabrica calefones solares puso el tema de las energías renovables en la agenda. Pero más allá de este gesto impulsado por la coyuntura, la investigadora del CCT Conicet Mendoza, Victoria Mercado, aseguró que Argentina tiene capacidad para producir cualquiera de estas energías limpias, que existe la tecnología desarrollada y que sólo falta impulsar las inversiones y concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de su utilización.

Desde que el Gobierno concretó un tarifazo sobre los costos de las boletas de luz y gas, el Presidente repitió que Argentina perdió su capacidad de autoabastecerse, que desde 2010 debe importar energía y que el costo es caro y debe pagarse. Y, como un gesto en medio del conflicto que generó el aumento, Macri llamó a Alexis Atem, uno de los impulsores de la empresa Energe, que nació hace nueve años en la Incubadora de Empresas de la UNCUYO, para que colocara uno de los calefones solares que produce en Olivos.

Más allá del guiño, la investigadora del Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (Inhabe), recalcó que por las características de nuestro país se pueden desarrollar todas las energías limpias, como la hidráulica, la eólica, la solar, la geotérmica y  biomasa, entre otras. Y que los desarrollos tecnológicos existen, ya que algunos fueron desarrollados por universidades y centros de investigación y otros por empresas que trabajan en el rubro.

La doctora en Ciencias recalcó la importancia de impulsar este tipo de energías porque no producen mayores impactos ambientes y permiten un abastecimiento duradero. Esta es una característica que no posee nuestra actual matriz energética, basada en un 88 % en fuentes fósiles, básicamente gas y petróleo.

La investigadora comentó que modificar la matriz energética no es una tarea sencilla pero que es importante impulsar ese cambio, básicamente porque las fuentes fósiles no son eternas.

Para Mercado, además del impulso que el Estado debe dar al desarrollo y utilización de las energías limpias, la otra pata del cambio es la concientización de los ciudadanos. Explicó que las personas deben comprender que la energía no es gratis, que no es barata y que hoy la distribución no es equitativa, porque quienes tienen menos recursos pagan -en comparación- 6 veces más que lo están conectados a la red.

La investigadora explicó, además, que el impulso a este tipo de energía se debe concretar en dos vertientes: la producción a gran escala para alimentar el sistema nacional, y otra a pequeña escala que pueda ser utilizada en los hogares.

La arquitecta explicó que a pequeña escala, la gran responsabilidad es de sus colegas, porque con lo primero que se ahorra es con un diseño bioclimático. Dijo que el Estado no puede seguir impulsando la construcción de edificios privados o propios que no tengan en cuenta la necesidad autoabastecerse respecto de la energía.

También insistió en que cuando se construye una casa o un edificio sin un correcto diseño y sin utilizar las energías renovables, se condena a sus habitantes a ser consumidores perpetuos de fuentes fósiles que tienen un gran impacto sobre el medio ambiente.

En este sentido, el Instituto brinda cursos para construir distintos artefactos que permiten utilizar la energía solar, como calefones y cocinas, los que son publicitados a través de la página web del CCT Conicet.

Un impulso

En 2010, un puñado de entidades públicas, privadas y organizaciones de la sociedad civil formó el Grupo de Energías Renovables, con el objetivo de aportar al debate sobre la diversificación de la matriz energética. En 2013 publicaron un documento en el que consta que la primera ley de incentivo a las nuevas fuentes de energía renovables en Argentina fue la 25 019 en 1998, modificada por la 26 190 en 2006, que estableció como objetivo lograr en 2016 una contribución de las fuentes de energía renovables hasta alcanzar el 8 % del consumo nacional. Y aclara que hoy estamos lejos de esta meta, ya que la participación de estas representa 1,8 % del total de la matriz energética.

En el mismo trabajo se detalló que en 2009 el Gobierno lanzó el programa Genren, basado en licitaciones de proyectos de energías renovables para realizar contratos a precios acordados a 15 años. El plan recibió ofertas por un total de 1.437 MW, pero actualmente sólo están instalados el 10 % de las iniciativas acordadas en el marco de ese programa.

A modo de conclusión, en el documento se detalla que para brindar impulso al desarrollo de las energías renovables es necesario poner en marcha todos los puntos contemplados en la legislación, relanzar la meta estratégica de alcanzar el 8 % con estas fuentes limpias en la matriz nacional y comprometer al sector privados en este objetivo que consideraron como estratégico.

En la página del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, existe un detalle del Plan Renovar, de Energías Renovables 2016-2025, donde están contempladas las metas y los desarrollos en este sentido, además de un pantallazo de la realidad actual, como la participación de estas energías limpias en la demanda, que es del 1,8 %, con una capacidad instalada de 0,8 GW.