Por momentos, todo pareciera pasar por las redes sociales. Pareciera, por un instante, que todo aquello que no tenga réplica en el mundo virtual no puede influir en la realidad material, que el ritmo en el que vivimos es impuesto desde una pantalla, que la manera en la que nos entretenemos es mediado por alguna de las aplicaciones más populares. Sí, pareciera, pero no es tan así. Recientemente, una encuesta reveló qué uso de las redes sociales hacen mendocinas y mendocinos y cuáles son sus “favoritas”. Estos datos nos van a ayudar a determinar si, hoy, las redes son la principal fuente de entretenimiento. 

La encuesta la realizó Demokratía, consultora que dirige Nicolás Perejamo, y estuvo focalizada, como otros de sus relevamientos, en lo que llama “oasis norte”, que incluye a los departamentos del Gran Mendoza. El estudio es de mayo (se realizó entre el 6 y el 10 de mayo) y tiene la virtud de contar con 719 entrevistas presenciales (parece poco, pero teniendo en cuenta que es un relevamiento local, es destacable). 

El objetivo fue indagar en cómo se comporta la sociedad mendocina cuando busca entretenerse bajo el paradigma de lo que podemos llamar “on demand” (todo lo que quiero, cuando quiero) y, en ese marco, cuáles son sus preferencias en el mar revuelto que ofrece un acceso regular a internet. 

A la hora de responder sobre “principal fuente de entretenimiento”, las redes sociales se quedan con poco más del 30 %. De todas maneras, es notable cómo los consumos digitales han acaparado este espectro, ya que si sumamos plataformas de contenido audiovisual (25 %) y aplicaciones de música/podcasts (6 %) el resultado alcanza a un 61,78 % de la población que prefiere estos consumos antes que medios tradicionales, como la televisión (21 %) o la radio (9 %). 

En tanto, al momento de segmentar por red social, Demokratía eligió cuatro: Facebook, Instagram, Tik Tok y X (Twitter). La red social que hizo famoso a Mark Zuckerberg sigue estando entre la “favoritas” en Mendoza. De todas maneras, su uso está en declive a nivel global y nacional, por lo que esta preferencia, si se sigue observando en el tiempo, puede que vaya disminuyendo. 

Según el Digital News Report que elabora anualmente la Universidad de Oxford y la agencia Reuters, el declive en el uso de redes "tradicionales" como Facebook y X se debe a dos cambios fundamentales: la toxicidad de muchas conversaciones sobre noticias y política; y, en segundo lugar, la posibilidad de otras plataformas, como YouTube y TikTok, de crear y distribuir con mayor potencia contenidos audiovisuales. 

Lugares (no) tan comunes 

La encuesta, que buscó profundizar en las preferencias de las y los habitantes del Gran Mendoza a la hora de entretenerse, también ahondó en el uso de cada una de las redes sociales y los resultados dejaron, en principio, una serie de preconceptos sobre sus usos.  

Veamos, X (Twitter), la red social favorita del presidente Javier Milei, que es terreno fértil para el trolleo (dirigir insultos y ataques contra una persona o asunto, muchas veces desde perfiles anónimos) y el contenido agresivo es la menos popular de las redes. Ahora bien, no es popular, pero sostiene su capacidad de influenciar en la agenda pública generando tendencias de manera exprés. Los ejemplos más claros son cómo distintos funcionarios y gobiernos oficializan anuncios por esta vía.  

En Mendoza, el uso de X es poco intensivo, tan solo un 5 % dice “estar siempre” y otro 10 % afirma que hace un uso diario. Es más, un 45 % de la población consultada afirma no tener en cuenta en X. 

En cuanto a Instagram, la red favorita de las y los influencers (dado que aquí crecieron exponencialmente), hay un 78 % de la ciudadanía que tiene cuenta. De ese porcentaje, hay un segmento importante en cuanto a la frecuencia, ya que el uso más intensivo (entre quienes están siempre conectados y quienes miran al menos una vez por día) reúne al 55 %. Mientras tanto, a la hora de separar por género, las mujeres elevan ese número a 66 % y los varones lo reducen a 44 %.  

En cuanto a Facebook, la más clásica y masiva de las redes sociales, mantiene un uso frecuente cercano al 45 %, pero, como dijimos, va en declive. Una característica positiva, según como se mire, es que tiene un uso diario en el 35 % del segmento de población económicamente inactivo, lo que incluye a jubilados y jubiladas. 

Por último, TikTok, la más reciente en volverse global e influyente, parece tener su réplica de crecimiento en Mendoza, donde es mayor el porcentaje de gente que posee la aplicación (65 %) que el porcentaje que dice usarla (44 %). En este caso, el segmento más joven de la población encuestada, de 16 a 30 años, hace sin dudas un uso intensivo, ya que la frecuencia de uso entre conexión diaria y el “estar siempre” reúne al 75 % de esa franja etaria. 

De esta manera, podríamos acercar una primera conclusión general y decir que Instagram, por su uso frecuente, es la red social favorita de las mendocinas y los mendocinos. 

Si no estás en las redes, ¿no existís? 

Si volvemos a la primera línea de esta nota, decíamos que, por momentos, todo pareciera pasar por las redes sociales. Claramente no es así, pero hay un gran caudal de sucesos de nuestras vidas que sí ocurren ahí, detrás de una foto, un posteo simple o un like.  

Le preguntamos al director de Demokratía qué piensa sobre esta afirmación y respondió: “Mirá, 4 de cada 30 personas no tienen redes sociales (en Mendoza). Entonces, evidentemente, no todo pasa por allí”.  

Entonces, podríamos decir que las redes sociales son una de las grandes fuentes de entretenimiento. Incluso, para un segmento de la población son la principal fuente como pasatimepo. Esto no se traduce en que las redes hayan desplazado definitivamente a los medios tradicionales.  

Para Perejamo, “si bien las redes sociales son elegidas como mecanismo para acceder al entretenimiento, no tienen el mismo comportamiento con relación a las preferencias de las personas para acceder a la información”. Le preguntamos al consultor si, en caso de tener que vender un producto, aconsejaría invertir todo el dinero en redes sociales y afirmó rotundamente que “no”. Para el encuestador, hay una “presunción de veracidad” en los contenidos que se emiten en medios tradicionales. Esta característica convierte a la TV y a la radio en “herramientas muy interesantes para poder usar en una estrategia comunicacional”.