Incógnita. Ese fue el saldo más claro que arrojó el acto en el que Cristina de Kirchner recuperó el centro de la escena política nacional. A pesar de su disfonía, la expresidenta volvió a demostrar sus dotes de oradora y, con el marco de una estética muy parecida a la utilizada por los demócratas norteamericanos y por el recientemente victorioso presidente francés Emmanuel Macron, se presentó ante una multitud que esperaba definiciones respecto a su candidatura en las elecciones de medio término. Sin embargo, la expectativa se frustró cuando, al cabo de su discurso en el estadio "Julio Humberto Grondona", en Sarandí, Cristina no mencionó ni siquiera elípticamente su eventual presentación como candidata del frente Unidad Ciudadana, que ella misma ordenó inscribir para las primarias del 13 de agosto.

"Nos queda un sabor amargo porque esperábamos más de la jefa y nos dio una versión demasiado light", dijo a Ámbito Financiero un encumbrado dirigente de La Cámpora apenas finalizó el discurso de la única oradora, que ingresó al escenario –ubicado casi al ras del piso del campo de juego– pasados quince minutos de las tres de la tarde. Desde la mañana, miles de militantes organizados se acercaron hasta la cancha "del Arse" (como suelen denominar al club fundado por la familia Grondona) para encontrar su lugar –previamente asignado por la organización– dentro del predio elegido para el lanzamiento. "Soy docente jubilada y no puedo comprar leche para mis hijos porque no me alcanza la plata", dijo una señora mientras degustaba un choripán, previo aclarar que no estaba allí "por el chori, ni por un plan", sino para "pararle la mano al ajuste de Macri".
 

Discurso light y nuevo estilo

Las puertas se abrieron a las 13 en punto y las gradas y el campo no tardaron en llenarse de miles de asistentes que sólo portaban banderas argentinas, tal como los organizadores lo habían requerido. El plan se cumplió a la perfección: sin banderas políticas (sólo la de Argentina) y ningún bombo ni símbolo que aluda a la liturgia peronista. "La orden que se bajó a la militancia fue que primero dejaran entrar a la mayor cantidad de gente suelta y después rellenaran los huecos que pudieran quedar", confió a este diario uno de los organizadores. El problema es que el cálculo de los independientes se vio superado ampliamente y muchas "orgas" se quedaron afuera, lo que motivó algunos incidentes menores en uno de los ingresos con militantes de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra). A tal punto las instalaciones del club quedaron desbordadas que hubo tanta gente dentro como fuera del estadio. Promediando todas las estimaciones (incluida la propia), se calcula que en Sarandí hubo unas cincuenta mil personas.

Las formas presentadas por Cristina durante su discurso también dejaron muchos comentarios entre la propia militancia. Fundamentalmente, lo que más sorprendió fue la estética estrenada ayer en Arsenal. "Todo salió tal como se pensó en la previa", confió este asesor de máxima confianza de la expresidenta. "No sólo la ausencia de bombos y símbolos partidarios, también el hecho de que los dirigentes estuvieran en su tribuna y ella apareciera rodeada de gente común, con la problemática cotidiana de los ciudadanos, alejada de cualquier connotación que remitiera a las diferencias internas que subyacen dentro del propio espacio", detalló la fuente.

Y eso no es poco. La especulación más fuerte es que, si bien ayer no se anunció la candidatura, no hay dudas de que Cristina "va a jugar" en las PASO encabezando la nómina de senadores. "El mayor problema es la repartija de los puestos en las listas, ahí es donde se está dando fuerte la pelea entre referentes de las distintas organizaciones y los más de cincuenta intendentes que ayer movilizaron al acto", finalizó el informante.

Quiénes estuvieron en el acto de Cristina

Intendentes bonaereneses peronistas, exfuncionarios y diputados nacionales, entre ellos la mendocina y camporista Anabel Fernández Sagasti, acompañaron a la expresidenta en el lanzamiento de Unidad Ciudadana.

Es que no sólo se juegan las mayorías parlamentarias en las cámaras nacionales y provinciales, sino también en los concejos deliberantes de los territorios que gobiernan cada uno de los jefes comunales ayer movilizados. En eso, muchos kirchneristas paladar negro se muestran impiadosos con los que criticaron duramente al kirchnerismo después de la derrota de 2015 y hoy vuelven a abrazarse a "la Jefa" porque "es la única que garantiza traccionar los votos necesarios para no perder las mayorías municipales".