Con la legislatura vallada, los senadores oficialistas aprobaron en soledad el proyecto de ley que crea una Sociedad Anónima (SA) de transporte, que en la práctica es el acta de defunción de la Empresa de Transporte de Mendoza (EPTM), tal como funcionó desde su creación.

Al oficialismo le alcanzaron los votos para aprobar el proyecto que defendió desde su presentación el gobernador, Alfredo Cornejo. La iniciativa fue convertida en ley en una sesión especial por 20 votos afirmativos, 16 negativos y una abstención, del representante de Libres de Sur, Ernesto Mancinelli.

Ni bien se aprobó la iniciativa, un pequeño grupo de empleados y empleadas de la empresa le gritaron traidor al senador Mancinelli, porque creyeron que apoyaría su reclamo.

Durante el tratamiento del proyecto, que la semana pasada logró la aprobación de Diputados, se escucharon de fondo cánticos y bombas de estruendo, ya que los trabajadores, integrantes de los partidos de Izquierda y del colectivo Pan y Rosas,  se instalaron tras las vallas que desde primera hora rodearon a la Casa de las Leyes para seguir la sesión.

Andrea Díaz, chofer de la empresa desde hace diez años, dijo que los senadores entregaron a una firma privada un patrimonio de todos los mendocinos y subrayó que tenía esperanza que dieran un debate de mayor altura y con mejores fundamentos.

Otra de las trabajadoras, Claudia González, aseguró que a partir de la aprobación de la ley sólo les queda luchar para exigir al gobierno que cumpla con cada uno de los puntos contemplados en la iniciativa.

Sesión especial

La defensa del proyecto quedó en manos del senador Jorge Tévez, quien resaltó dos aspectos que consideró fundamentales: que ningún trabajador será despedido y que el Estado tendrá el control accionario y que cualquier cambio de manos de acciones deberá ser aprobada por la Legislatura.

Los legisladores del Frente de Izquierda (FIT) criticaron la iniciativa. Tanto Víctor Dávila como Noelia Barbeito apuntaron directamente al Ejecutivo y dijeron que sus funcionarios quieren hacer creer a los mendocinos que los 480 empleados de la firma prestan un mal servicio y que son los culpables que la firma se encuentre en crisis, aunque aseguraron que nunca mostraron los números que demuestren esta aseveración.

Para los senadores de izquierda, el proyecto significa una vuelta a los ’90 y al sistema que instaló el gobierno nacional en ese momento: vaciar una empresa, decir que es deficitaria, y asegurar que la inversión privada la salvaría.

Los senadores del Justicialismo también se mostraron en contra de la iniciativa. Olga Bianchinelli, Gustavo Arenas, Mario Agülles, Ana Sevilla, Guillermo Amstutz, Luis Bhöm, Mario Lingua y Omar Benegas coincidieron en que no hubo un debate serio, que la iniciativa se trató a las apuradas y que el oficialismo no cumplió con la promesa de modificar todos los puntos del proyecto que juzgaran inconveniente.

Todo el arco opositor coincidió además en decir que los cambios en la EPTM van en consonancia con las líneas políticas y económicas del gobierno nacional, que aseguraron “privilegia a los privados” en detrimento de los trabajadores y del patrimonio común.

Pese a los argumentos en contra, el oficialismo tenía los votos para aprobar la iniciativa, y así lo hicieron con 20 sufragios a favor, 16 en contra y la abstención de Mancinelli, quien fundamentó su postura asegurando que no hubo tiempo para analizar a fondo la propuesta.

Ahora, y de acuerdo a los dichos de funcionarios, la intención es que la ley entre en vigencia lo antes posible, para iniciar el 2007 con el nuevo formato de la empresa.

Los legisladores opositores se centrarán, tal como aseguraron en el recinto, en que se cumplan todos los puntos que contemplan la situación de los 480 empleados, de los cuales sólo unos 200 serán recontratados por la SA, mientras el resto serán reubicados en otras áreas del Estado, según prometieron desde el Ejecutivo.

La ley también prevé la posibilidad de ofrecer el retiro voluntario a los trabajadores, además de que algunos inicien el trámite de su jubilación.

La norma prevé la conformación de la Sociedad de Transporte de Mendoza (STM), bajo la forma de Sociedad Anónima, cuyo paquete accionario original pertenecerá en un cien por ciento (100%) a la Provincia. Además establece que a futuro no podrá transferir más del 49% de las mismas, siempre con legislativa.