Paraíso morfológico

Conocer el maravilloso mundo de la geomorfología es descubrir lugares inhóspitos con rica actividad terrestre. El porqué y el cómo de las formas de los relieves geográficos y de los balances dinámicos. 

Paraíso morfológico

Fotos gentileza Raúl Mikkan.

Sociedad

Unidiversidad

Federico Lorite

Publicado el 22 DE MAYO DE 2012

Durante años, el investigador de la UNCuyo, Raúl Mikkan, viene observando las distintas formaciones geológicas que se dan a lo largo y ancho de la provincia. Desde la Cavernas de las Brujas en Malargüe hasta la actividades de volcanes como El Diamante o el Payún Matrú, entre otros. 

Los resultados fueron volcados en un Atlas Geomorfológico que está dividido en cinco tomos con cartografías y fotos actualizadas. El material repasa la fisonomía topográfica de Potrerillos, el valle del río Las Cuevas, y las actividades volcánicas que se presentan en el piedemonte mendocino

Para Mikkan, por su características, Mendoza es una zona volcánica. Solo en La Payunia existen 800 conos volcánicos que no presentan, hasta el momento, riesgos de erupción. En esta rica zona geológica, además, existen coladas volcánicas con más de 100 kilómetros de extensión, las más largas del planeta, que nacen en Payunia y terminan en La Pampa. 

Los riesgos que implican los volcanes chilenos, con El Chaitén a la cabeza, donde estuvo 9 mil años "callado" y de un día para otro vino el desastre. 

¿En qué consiste la geomorfología?
La geomorfología es una rama de la geografía física que estudia la forma del relieve. Geomorfo es el estudio de la forma del relieve de la superficie terrestre. Investigadores franceses que han visitado la provincia han indicado que Mendoza, desde el punto de vista de su relieve, es un verdadero paraíso geomorfológico. Se trata de identificar el por qué y el origen de las formas, cómo son actualmente pero también estudia cómo serán. 

¿Cómo se aplica a casos concretos?
Por ejemplo, si uno quiere construir un barrio, quiere instalar una industria o desarrollar cualquier tipo de actividad económica en determinado sitio es fundamental saber las condiciones del terreno, o las formas del relieve que va a aprovechar para ver cómo está evolucionando para evitar por ejemplo que el día de mañana esa instalación tenga problemas de derrumbes, aluviones o algún otro tipo de proceso natural que las pueda afectar. 

¿Quiénes están abocados a esta actividad? 
Yo estoy a cargo de la cátedra de Geomorfología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo. Allí tenemos un pequeño equipo de profesores y algunos alumnos que ya están por recibirse y ya se han integrado a la cátedra. También trabajamos con arqueólogos. Justamente los arqueólogos buscan restos arqueológicos que están sobre formas de relieve. El estudio de la evolución de las formas de relieve a ellos les sirve como indicador de dónde ir a excavar de ahí que hoy se habla de la geoarqueología también.

¿En qué consiste el Atlas Geomorfológico que Ud. ha dirigido? 
Consiste en explicar y proveer una buena cartografía y fotografía de relieves típicos de Mendoza como por ejemplo las Cavernas de las Brujas que es una zona típica y representativa de ambientes y relieves que se forman por la disolución del agua en rocas calcáreas. También La Payunia como relieve representativo de zonas volcánicas. No olvidemos que Payunia es uno de los campos volcánicos más extenso del planeta. La zona de Potrerillos es muy interesante por los relieves generados por los terremotos, lo que se denomina la tectónica, está el Valle de Uspallata como zona tectónica también o zonas como el valle del río Las Cuevas o en Vallecitos en el cordón del Plata que son áreas que por su morfología se debe a procesos de avances y retrocesos de glaciares y actualmente por procesos de congelamiento y descongelamientos del suelo, o sea, los típicos ambientes periglaciares.  

¿Cuál es el objetivo de este Atlas y a quiénes está destinado? 
He tratado de representar en el Atlas, de los cinco capítulos que tiene, relieves que han sido típicos de Mendoza que son verdaderos ejemplos de libro creados ya sea por procesos internos de nuestro planeta o por elementos climáticos. Se busca cubrir necesidades desde el punto de vista científico, o sea, un científico que quiera ahondar un poco más sobre la evolución y génesis de estos relieves tiene material en este Atlas. Pero también es muy útil para docentes y alumnos, especialmente para los que no son especialistas en geomorfología como va acompañado de cartografía y fotografía a color.

¿Cómo se financió el trabajo?
La compaginación del Atlas está financiado con fondos de la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo. Todo lo que fue las investigaciones, los trabajos de campo y los estudios y la compra de materiales como imágenes satelitales y fotos aéreas para realizar los distintos trabajos se realizó con fondos de la Universidad y con ayuda extranjera. El caso de Cavernas y Payunia contamos con fondos del gobierno español que aportó a estas investigaciones. Ha sido un trabajo de varios años con fuente de financiamiento diversa. 

¿Cuáles son los límites que encuentra la geomorfología?
Estos trabajos llevan un 70% de trabajo de campo. El grave inconveniente que tenemos es el tema de la movilidad, conseguir un vehículo para recorrer las zonas. Ni en la Facultad ni en la Universidad tenemos vehículos de doble tracción. Hoy alquilar un vehículo de doble tracción o una camioneta simple para poder ingresar en caminos que no están pavimentados de montaña o zonas de planicie cuesta por día $1000. Si consideramos el subsidio que está dando la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNCuyo por proyecto que para dos años son $10.000 y una campaña a veces te lleva de 10 a 15 días. Es decir, que alcanzaría solo para una campaña. 


¿Qué formaciones geológicas se observan en Payunia?
Payunia desde el punto de vista geomorfológica es volcán. Tenemos 800 conos volcánicos, existen coladas de helada inéditas, inclusive está la colada de helada más extensa del planeta que tiene más de 100 kilómetros de extensión. Nace en Payunia, en Malargüe, y termina en La Pampa. Se completa con los guanacos, es un área protegida en gran parte y la ocupación humana es baja, menos de un habitante por kilómetro cuadrado. 

¿Cómo es la actividad volcánica en la zona?
La última erupción fue hace 500 años. Hasta acá no ha habido ninguna otra actividad. Hace cuatro años un puestero de la zona me llamó a Mendoza y me envió un papel describiéndome una posible actividad en el volcán Payún Matrú donde observó una columna de vapores. No le dimos mucha fiabilidad porque fuimos a la zona y no vimos absolutamente nada. Desde hace 500 años no han ninguna manifestación dentro de Payunia todo lo contrario a la zona de cordillera. 

¿Y qué puede decirnos sobre la actividad volcánica en cordillera?
En el Atlas se habla algo de la morfología del volcán Peteroa, del Maipo y aparte hemos realizado un proyecto sobre el riesgo volcánico en Mendoza donde estamos viendo que hay volcanes, especialmente del lado chileno que sería interesante monitorear por ejemplo el Quizapú (Zona Central), que hizo erupción en abril de 1932 que son volcanes que llevan mucho tiempo sin actividad y están juntando presión. Así puede pasar lo del año pasado con el Puyehue y anteriormente con el Chaitén. Con actividad visible tenemos en nuestro territorio limítrofe con Chile el Peteroa que tiene fumarolas en la cumbre.

¿Cuáles serían los riesgos?
Hay vulcanólogos que dicen que al tener actividad permanente como que está liberando permanentemente energía son mucho más peligrosos los volcanes que están “callados” como ocurrió con el Chaitén que estuvo como 9 mil años callado y de golpe hizo el desastre que vimos. En el estudio que hicimos sobre riesgo volcánico el Quizapú ha tenido varias erupciones anteriormente y de mayor magnitud. Creemos que este volcán y El Descabezado Grande que está al lado serían interesante monitorear. Después tenemos el volcán Maipo, el volcán San José más al norte que no presentan actividad hace mucho tiempo y si lo han hecho es muy pequeña. En el caso del Maipo hay una actividad en 1914 pero que no reviste gran importancia. Hay que estar atento a los volcanes del lado chileno que en algún momento pueden explotar como pasó con el volcán Puyehue.

¿Cuántos volcanes hay en Mendoza?
Hay muchos. Mendoza es una provincia volcánica porque existen volcanes en cordillera, por lo menos existen 20 volcanes activos. Después hay volcanes en la zona del piedemonte al sur, el volcán Diamante y después está Payunia donde hay más de 800 conos volcánicos. Sí hay volcanes del lado chileno que nos pueden traer más problemas que los nuestros que hace varios años están sin actividad. En Mendoza, hay muchos volcanes esparcidos en el sur, en Malargüe, y en la zona del piedemonte en San Carlos.

La Geomorfología y los volcanes

  • Mikkan repasa la actividad volcánica en la provincia.