La búsqueda de nuevas propuestas residenciales no se detiene. Gracias al ingenio de algunos desarrolladores audaces, comenzaron a tomar forma originales alternativas que parecen romper hasta con la lógica reinante. Es en el país más poblado del mundo donde se comenzó a experimentar un singular fenómeno urbanístico apuntado a los clientes ABC1, que quieren vivir en plena ciudad, pero lejos del bullicio, distantes del suelo y a metros de las nubes: casas que se construyen en los techos de megaestructuras.

Una de las primeras construcciones que se levantaron en China fueron las que se construyeron en la ciudad de Zhuzhou, la segunda localidad más grande de la provincia de Hunan. Sobre el techo verde de un moderno centro comercial de ocho pisos de altura, que reúne a oficinas y locales, se encuentra Jiutian Plaza Internacional, una pequeña villa de altura, integrada por cuatro mansiones de más de 300 metros cuadrados, que cuentan con vistas libres a la gran ciudad china.

Según su desarrollador, estas edificaciones no tendrán destino de viviendas permanentes, sino que estarán destinadas a las oficinas del centro comercial, las cuales tendrán capacidad para albergar unos 160 empleados. Con esta categorización, se evitaron las sanciones por parte del Estado.

Zhuzhou, junto con otras 33 ciudades chinas, integra un conjunto de urbes que se las conoce como “ciudades jardines”. Es decir que las construcciones se vieron obligadas a sumar tejados verdes con vegetación viva en sus techos. Actualmente, todos los nuevos edificios menores de 12 pisos están obligados a presentar los conocidos techos verdes.

En Hengyang, se reprodujo en otro shopping un barrio a escala con las típicas características de Estados Unidos, que reúne unas 25 viviendas de lujo circundadas de árboles y calles propias. Pese a su atractivo, próximamente se convertirá en un mito urbano, dado que el Estado local mandó su demolición por haber sido construido al margen de la ley.

Otro ejemplo se encuentra, no tan lejos de allí, en la localidad de Chongqing. Allí existe un edificio con la particularidad que sus techos funcionan como una calle de circulación vehicular, ubicada sobre las primeras cinco plantas del inmueble, justo donde están las cocheras. Lejos de ser un capricho de los arquitectos, se trata de una necesidad de los residentes, ya que sin esta arteria tendrían que tomar un ascensor desde la calle o subir a pie hasta la puerta de ingreso.

La ciudad, que se desarrolla en un terreno donde reinan las colinas, las elevaciones y los senderos de cornisa, tiene la particularidad de contar con una arquitectura sorprendente y una infraestructura de última generación. Otra de las curiosidades de las que cuenta el lugar es el famoso edificio que tiene un tren que lo atraviesa.