Los glaciares ubicados en Mendoza perdieron el 36 % de su superficie y volumen en casi 40 años, siendo los más afectados los que están ubicados en el sur provincial. Esta fue la conclusión de un trabajo de doctorado de la investigadora del CCT Conicet Mendoza Laura Zalazar.

La geógrafa integra el equipo del Instituto Argentina de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) y actualmente es la coordinadora del Inventario Nacional de Glaciares, que está en etapa de actualización.

Zalazar fue la expositora en el último encuentro del ciclo Mujeres que Inspiran, que organiza la Red Integral para la Gestión del Agua, cuya formación impulsó la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCUYO.

En el encuentro, la investigadora expuso sobre la importancia de los glaciares en la gestión del agua y brindó detalles sobre la actualización del Inventario Nacional de Glaciares. Dijo que ya publicaron el primer informe sobre las masas de hielo ubicadas en los Andes Desérticos y que ahora trabajan en la evaluación de los ubicados en los Andes Centrales, que incluyen a los de la provincia. En ese contexto, Zalazar comentó que, en Argentina y en el mundo, estas reservas estratégicas de agua dulce pierden superficie y volumen, debido a distintos factores, pero especialmente como consecuencia del cambio climático.

Zalazar expuso en el ciclo Mujeres que Inspiran. Foto: gentileza Prensa Facultad de Ciencias Económicas

Un recurso en retroceso

En el encuentro, Zalazar compartió las conclusiones del trabajo de tesis de su doctorado en Geografía, en el que analizó la relación entre los glaciares y los humedales altos andinos. Ahí determinó que, en los casi 40 años que van desde 1986 hasta 2020, los glaciares ubicados en Mendoza perdieron el 36,2 % de su superficie y volumen. Y, si bien la retracción fue generalizada, la zona más afectada fue el sur provincial.

La investigadora detalló esa diferencia sustancial. Mostró que en los glaciares de la cuenca del río Mendoza la retracción fue del 28,4 %; en el Tunuyán, del 25,2 %; en la del Diamante fue del 52,4 %; en la del Atuel, el 53,3 %; en la de Malargüe, el 88 %, y en la del Colorado, el 36,2 %. La geógrafa explicó que la razón de esa diferencia es que la cordillera disminuye notablemente su altura hacia el sur provincial, con lo que también aumenta la temperatura y se dificulta la preservación de esos cuerpos de hielo.

Información clave

En 2010, el Congreso aprobó la Ley 26630, que prevé un Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares del Ambiente Periglacial. Se trata de una serie de pautas que deben respetar las provincias, que son las que tienen competencia sobre sus recursos naturales, para cuidar esas reservas estratégicas de agua dulce.

La norma estableció la realización del Inventario de Glaciares y del Ambiente Periglacial, y designó al Ianigla como el órgano científico responsable de realizarlo y actualizarlo cada cinco años, siempre con la coordinación de la autoridad de aplicación. La primera versión del trabajo se presentó en 2018 y ahora los profesionales están en proceso de actualizar la información.

La investigadora explicó que para concretar la tarea de actualización trabajan por regiones. Así, en diciembre de 2024 se presentó el informe de la situación de los glaciares de los Andes Desérticos, que incluyeron a los ubicados en 22 subcuencas localizadas en las provincias de Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, San Juan y Tucumán, y que en conjunto mostraron una retracción del 20 %. Ahora trabajan en la zona de los Andes Centrales, donde están incluidos todos los glaciares ubicados en Mendoza y parte de San Juan, y aseguró que concluirán hacia fin de año.

Zalazar, que es la primera mujer que coordina el Inventario desde su creación, dijo que la información que obtengan es central para determinar en qué situación se encuentran los cuerpos de hielo, teniendo en cuenta las consecuencias del cambio climático, que los afecta especialmente debido al incremento de la temperatura y los cambios en los patrones de precipitación.