La relación entre el salario y el costo de vida es un parámetro crucial para analizar los movimientos y variaciones de la economía y el poder adquisitivo que tienen las personas en Argentina. Un informe de la consultora Focus Market dio a conocer la cantidad de horas de trabajo que necesitan los trabajadores y las trabajadoras del país para adquirir bienes de consumo básico en comparación con el resto de los países de Latinoamérica.

El análisis que hizo la consultora fue tomando el ingreso de un salario mínimo, vital y móvil en Argentina, que se encuentra actualmente en 146 dólares mensuales al tipo de cambio informal. Los datos reflejan que las personas en Argentina necesitan trabajar 111 horas, lo que equivale a más de 13 jornadas laborales de 8 horas, para comprar unos pantalones de jean. El resultado de la situación indica que Argentina es el segundo país peor ubicado de la región, solo superado por Venezuela, donde se requieren 2400 horas de trabajo para conseguir el mismo producto. Si hablamos de zapatillas, la cuestión empeora, ya que las horas de trabajo necesarias ascienden a 131. En el otro extremo se ubican países como Chile o Uruguay, donde es necesario trabajar menos de 30 horas para adquirir el mismo bien.

Para la economista Paula Pía Ariet, directora de Gestión Consultores, esta realidad tiene su fundamento en la pérdida de poder adquisitivo del peso y en que los números inflacionarios superan la suba de los salarios.

Ariet explicó a Unidiversidad que esta situación apremiante puso al país en un momento crítico, debido a que será una cuestión difícil de parar y manejar de cara al futuro inmediato. Afirmó que la estrategia política y económica ante lo que viene será clave para millones de trabajadores y trabajadoras que hoy no llegan a fin de mes. Por eso, la especialista en compensaciones y en manejo de capital humano sostuvo que lo único que generará un proceso de cambio será lograr tener un Gobierno que gaste menos que lo que recauda. “Si el próximo Gobierno no entiende que la situación económica, financiera y laboral es muy compleja, las consecuencias pueden ser graves, no solo en el presente, sino también en los años futuros. Estamos en un momento clave para dar vuelta este presente”, opinó Paula Ariet.

En cuanto al ámbito laboral, Federico Azeglio, director regional del Noroeste, Cuyo y Patagonia en The Adecco Group, hizo hincapié en que, si bien existen posibilidades laborales en la actualidad, estas son menores que hace una década y aseguró que las condiciones de los empleos no siempre respetan las horas y el salario mínimo, vital y móvil. “Los números de las consultoras indican que hay opciones de conseguir trabajo en la actualidad. El tema es que muchas de esas posibilidades laborales son ofrecidas bajo circunstancias no ideales. Existen casos de contratos por objetivo, de facturación por trabajos realizados, de jornadas laborales muy cortas, entre otras opciones. Esto marca tres cosas: que las personas no llegan a fin de mes, que en la mayoría de los casos están precarizadas y que deben trabajar en más de un lugar para poder subsistir”, explicó Federico Azeglio.

Por otra parte, Ariet opinó sobre la propuesta de dolarizar la economía que impulsa el presidente electo, Javier Milei. Al ser consultada sobre si esa medida podría ser una solución para frenar la inflación, dijo que no se trata de un proceso mágico, sino que llevaría años lograr una adaptación a la moneda estadounidense, por lo que insistió en que el primer paso que tiene que lograr el país es una estabilidad y un compromiso generalizado para que las personas crean en el proceso y no se desprendan de los pesos o, directamente, se vayan del país. La especialista en temas económicos y financieros aseguró que Argentina no está atravesando el peor momento de su historia, aunque enfatizó en que se trata de una circunstancia muy delicada que debe modificarse de inmediato para que las consecuencias no sean devastadoras en el futuro inmediato.

El mundo laboral, según Azeglio, necesitará un proceso de adaptación al dólar, lo que significa un cimbronazo en todo aspecto. “La mayoría de los cambios económicos estructurales provocan grandes golpes en el mundo del trabajo. Es un hecho que, si se dolariza la economía, habrá un número considerable de despidos y alteraciones en las condiciones laborales”, aseveró.

Foto: Unidiversidad

Finalmente, Paula Pía Ariet manifestó que, además de los problemas económicos y financieros de base que tiene el país, la falta de credibilidad y confianza que tiene la ciudadanía provoca que los pesos no tengan valor y no generen demanda, lo que deriva en que cada uno ponga el precio que considere a las cosas. “La gente recibe pesos y automáticamente los dispara en bienes o en dólares para no desvalorizarse. En el comercio pasa lo mismo cuando la persona capitalista compra productos para estoquearse, sabiendo que los precios no paran de subir, o cuando deja de vender por las variaciones de valores”, cerró la directora de Gestión Consultora.

El director de The Adecco Group adhirió a esta conclusión y fue tajante al respecto: “En ningún país del mundo las personas analizan si les conviene o no trabajar. Esto marca la situación laboral que existe en Argentina”.