En 2023, los cargos de poder siguen siendo cosa de varones
Las luchas para mitigar la desigualdad de género en la política han dado resultado, pero algunas cosas no cambian. Mendoza seguirá sin tener gobernadora, la mayoría de las listas para cargos ejecutivos y legislativos están encabezadas por varones y, en los tres poderes, el techo de cristal expulsa a las mujeres de las jerarquías.
En Mendoza no ha habido gobernadoras. Foto: Prensa Legislatura
La paridad ha avandazo en los últimos años y, a pesar de la violencia política, la sociedad ha dado un paso en la ocupación por parte de mujeres de cargos de representación. Hay normativas nacionales y locales que promueven la participación igualitaria, pero, según Ojo Paritario, un espacio que monitorea la situación, el panorama sigue siendo desalentador: casi todas las provincias están gobernadas por hombres y, en los binomios ejecutivos, las mujeres son una minoría.
Podría pensarse que no hay una relación directa, pero ONU Mujeres hace una advertencia sobre este punto. Asegura que la evidencia muestra que en países donde las mujeres participan sustantivamente en la toma de decisiones, hay avances en la legislación y en las políticas que atienden las brechas y desigualdades. La representatividad en política, esa actividad que tiene incidencia sobre toda la población, no es par ni, mucho menos, justa. La ausencia femenina en cargos de poder es el reflejo de una concepción estereotipada de los géneros, según la cual los varones hacen política y tienen capacidad de liderazgo y conducción, y las mujeres se dedican a tareas domésticas, al cuidado, a la docencia.
El centro de investigación Fundar publicó el informe "¿Quién tiene el poder en las provincias argentinas?". Es una especie de fotografía de la situación de género y representación de cada provincia argentina. Confirma que Mendoza tiene el mejor desempeño en igualdad de género de la región Cuyo en cuanto a representación legislativa (concejos deliberantes, Legislatura y Congreso de la Nación), pero el peor desempeño en igualdad de género en lugares con poder de decisión (intendencias, ministerios, Magistratura).
En los ejecutivos, la mayor desigualdad
De 24 provincias argentinas, solo dos están gobernadas por mujeres (Río Negro y Santa Cruz) y hay seis vicegobernadoras (Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos, La Rioja, Santa Fe y Tierra del Fuego). Para cargos ejecutivos, solo Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos tienen regulada la paridad. Ningún binomio es completamente femenino, y 16 son completamente masculinos. Son datos de la Subsecretaría de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior.
La actualidad no es excepcional; más bien, es resultado de un espacio históricamente masculinizado, del cual todas las demás expresiones de género quedaban expulsadas. De hecho, el país ha tenido solamente dos presidentas: María Estela Martínez –que asumió tras la muerte de Perón– y Cristina Fernández de Kirchner –dos veces electa para el cargo–.
En Mendoza, el panorama no es distinto. Nunca ha habido una gobernadora; solo una vez tuvimos vicegobernadora –Laura Montero–, y es uno solo el departamento que ha elegido intendentas –Santa Rosa, con Norma Trigo y Flor Destéfanis–. Para las elecciones de 2023, ninguna lista en las PASO encabezaba su gobernación con una mujer. Había siete precandidatas a la vicegobernación y tres listas con binomios completamente masculinos para el Ejecutivo: De Marchi-Orozco (La Unión Mendocina), Parisi-Ilardo (Frente Elegí) y Vadillo-Fugazzotto (Partido Verde). No se pueden predecir los resultados, pero, sin bola de cristal, se sabe que un varón va a ser nuevamente gobernador.
Los legislativos, las leyes de paridad y la igualdad inalcanzable
A nivel legislativo, la situación es más paritaria porque hay legislación que, hace tiempo, regula la conformación de listas. El artículo 60 bis de la Ley 27412 garantiza la igualdad de género en cargos legislativos en el Congreso Nacional y en el Parlamento del Mercosur. Fue aprobada en 2017 y promulgada en 2019.
Arlen Buchara explica en LetraP que, más allá de esa ley nacional, en 22 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires hay normativas para garantizar que el 50 % de las listas para cargos legislativos sea para las mujeres, siempre hablando en términos binarios y no de otras identidades sexuales. Hay otros mecanismos que limitan la igualdad, como las leyes de lemas, y solo dos provincias, Tucumán y Tierra del Fuego, no legislaron la paridad y siguen con el cupo del 30 %.
En el ámbito legislativo provincial, la Ley 9100 regula la paridad. Sostiene que las listas para la Legislatura, concejos deliberantes y convencionales constituyentes “deben respetar la paridad de género entre mujeres y hombres, con el objetivo de garantizar a los candidatos/as de ambos géneros una equitativa posibilidad de resultar electos. A tal fin, deberán postular un/a candidato/a (1) de cada género por cada tramo de dos (2) candidaturas”.
Sin embargo, las cabezas de lista siguen teniendo mayoría masculina y eso repercute en que aún no se alcanza una conformación paritaria en las cámaras. En el senado provincial, las mujeres son 16, es decir, el 42,1 %; en la Cámara de Diputados local, las bancas femeninas son el 45,8 %, es decir, 22.
La composición en las listas legislativas debe ser alternada entre géneros para apuntar a la paridad. Sin embargo, de las siete listas mendocinas que participarán en la interna, solo dos encabezan la lista con precandidatas a diputadas nacionales (La Libertad Mendoza y el PTS-FIT), y una lleva a una representante para el Parlamento del Mercosur (Libres del Sur). Hay cuatro listas encabezadas completamente por varones: Cambia Mendoza, las dos de Unión por la Patria y el Partido Obrero en el FIT.
A nivel judicial, el techo de cristal
A nivel judicial también hay una gran desigualdad. Mientras la planta laboral está compuesta en el 57 % por mujeres –que representan el 61 % del funcionariado–, en los cargos máximos –ministras, procuradoras y defensoras generales–, su representación es del 30 %. El caso más llamativo, quizás, es el de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que actualmente está compuesta por cinco varones e, incluso, cuenta con una vacante desde fines de 2021, tras la renuncia de Elena Highton.
El Poder Judicial es el que más transparencia tiene respecto de la composición de género de la planta laboral en todos los niveles jerárquicos. Esto se debe al trabajo de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que, mediante su Mapa de género, publica los datos actualizados, tanto a nivel nacional como a nivel provincial.
La Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, con jurisdicción sobre Mendoza, San Juan y San Luis, está integrada por un total de 526 personas, de las cuales son mujeres el 53,8 %. La desigualdad aumenta a medida que asciende la jerarquía: son el 61 % del personal administrativo, el 51,6 % del funcionariado, el 26,7 % de camaristas y solo el 21,7 % en la Magistratura.
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