Femicidios: ¿Cómo elaboran las estadísticas los observatorios argentinos?

Sociedad

El informe demuestra que el lugar más inseguro para las mujeres sigue siendo su propia casa ya que casi el 60% de los femicidios se cometió en la vivienda de la víctima —que en el 32% de los casos era de ella y en el 27,7% compartía con el agresor—. Esto desarma la creencia del sentido común según la cual las mujeres corren más peligro en las calles. 

Además, el mayor riesgo lo representan quienes dicen amarlas: el 39,5% de los femicidas eran pareja de sus víctimas y el 27%, expareja. Desde Ahora que sí nos ven, detallan: “Los femicidas pertenecen al círculo íntimo de las víctimas, es decir que quienes matan a las mujeres tuvieron con ellas algún tipo de relación afectiva, incluso hasta el último de sus días”.

Todos estos datos son necesarios para generar políticas públicas eficientes en el reconocimiento, la prevención y la sanción de las violencias por motivos de género. Detectada a tiempo —y si tuvieran la formación necesaria— las instituciones del Estado podrían intervenir para evitar que esas violencias escalen hasta consumarse en femicidios. 

Pero, en la realidad, eso a veces no sucede y otras veces no se cumple de manera eficaz, ya que 1 de cada 4 víctimas de femicidios había realizado al menos una denuncia o tenían medidas de protección. De los 256 femicidios, 42 —16%— tenían denuncia previa y 24 —9%— tenían medida judicial. 

“Es urgente que nuestro Poder Judicial históricamente patriarcal revea y transforme sus prácticas dentro y fuera de los juzgados y fiscalías para no ser cómplices de los femicidios y no dar un mensaje de desprotección y desconfianza para quienes estén viviendo situaciones de violencia”, señalan desde el observatorio.

A todo esto se suman los femicidas que pertenecen a las fuerzas de seguridad: 20 policías, 4 militares, 1 gendarme. Es decir, 1 de cada 10 femicidios es cometido por agentes del Estado cuyo deber es cuidarnos. Desde Ahora que sí nos ven aseguran que no con casos aislados, “sino otro de los tantos en los que la violencia machista se ejerce en el marco de un poder institucional. La jerarquía y el arma que porta un policía son utilizadas para vulnerar y abusar de las mujeres que muchas veces han depositado en esta institución la esperanza de finalmente sentirse protegidas”.

El mismo día de la publicación del informe sobre femicidios, Ahora que sí nos ven destacó la desaparición de Tehuel de la Torre en particular y la violencia contra las personas trans en general. Salió de su casa a una entrevista laboral el 11 de marzo de 2020 y nunca volvió. Los dos sospechosos principales son quienes estuvieron con él por última vez pero de Tehuel no hay más rastros. La violencia hacia las mujeres parece haber logrado ingresar a la agenda de los medios pero los crímenes contra el colectivo travesti-trans aún parecen no importar, son los más invisibilizados, manifestaron desde el observatorio.