Este viernes, en la sede del Departamento General de Irrigación, se presentó el Pronóstico de Escurrimiento de Aguas Superficiales de los ríos mendocinos. Por las escasas nevadas, Sergio Marinelli, titular del organismo, informó que en 2019 la situación volverá a ser de escasez.

En concreto, en promedio se contará con el 15 % menos del recurso hídrico. Marinelli destacó que en algunos ríos será más preocupante la situación. En este sentido, confirmó que se elevará a la Legislatura un proyecto de ley de Plan de Sequía, en el que se pretende reconocer una situación permanente de emergencia hídrica más que una emergencia coyuntural, y actuar en consecuencia.

"En lugar de actuar después de que pasaron las cosas, es prevenir, es un plan de prevención. Pretende tener indicadores que nos vayan marcando escenarios. Cada uno de esos escenarios contempla distintas medidas y esas medidas se toman con diversos actores", explicó Marinelli sobre la iniciativa. Por ejemplo, en el Río Mendoza, que abastece al área metropolitana, hay días del año en el que el uso de agua de la población, que va en aumento cada año, se lleva hasta un cuarto de la capacidad del río. "Hasta medio río dicen algunos que se lleva en determinados dias del año, pero yo prefiero ser más cauto", manifestó el funcionario.

El más perjudicado es el Río Malargüe, con el 42 % de la capacidad en un año medio. A continuación, un cuadro en el que se resume la situación de cada oasis productivo en 2019 y la comparación con la media histórica.

Una sequía permanente

A casi una década de declararse la emergencia hídrica por primera vez, Irrigación resolvió no hacerlo para el 2019. "Cuando después de nueve años hay emergencia, ya no es emergencia —comentó el titular del organismo—. Es una nueva normalidad, como lo estamos llamando".

Una cuestión que contempla el Plan de Sequía es la colocación de medidores y la renovación de instalaciones para que no haya pérdidas en las cañerías de los servicios públicos. La razón: se pierde el 40 % del agua potable. "Solo la mitad llega a las plantas cloacales. Esto quiere decir que se pierde en el camino porque se riega o porque se infiltra por pérdida de las cañerías. O sea que somos muy poco eficientes", admitió Marinelli.

Mendoza pierde el 40% del agua potable

La empresa de Agua y Saneamiento de Mendoza (Aysam) incorporará medidores en las cañerías para detectar adónde va el agua que se filtra de los hogares.

"Un cambio cultural"

Sin embargo, el titular de Irrigación puso el foco en mejorar los hábitos de uso del recurso: "Es un nuevo paradigma, un cambio cultural, y no se hace con una ley solamente. La ley es la base que nos da pie para que todos actuemos en conjunto". Marinelli concluyó que hay dos caminos: "Uno es que siga pasando lo que pasa, actuar después de lo que pasó y quedarnos sin agua (...) El otro es tomar las medidas adecuadas, ser más eficientes y poder crecer a pesar de la restricción del recurso hídrico".

Foto: Ariella Pientro