Este lunes 5 de enero se elevó a juicio el caso de Alan Villouta, el joven que fue atropellado y murió en el Acceso Sur frente a La Barraca Mall, en Guaymallén. La carátula fue modificada por el fiscal Carlos Torres el pasado martes 27 de febrero, de homicidio simple con dolo eventual a homicidio culposo, agravado por la conducción imprudente y antirreglamentaria.

El giro de la causa benefició al acusado, Alejandro Verdenelli, ya que este delito posee una pena excarcelable de 3 a 6 años, mientras que la anterior establece penas  de 8 a 25 años con prisión efectiva. Esta última fue la que se aplicó contra el chofer de TurBus, responsable de la muerte de 19 pasajeros. 

“Gracias a la presión mediática nos atendió el fiscal y nos notificaron el día viernes que hoy habría una audiencia”, aseguró  Andrés Villouta, padre de la víctima, a Unidiversidad.  

En cuanto a la carátula del crimen, puede ser modificada a través de los testigos de los que se habló desde un principio y que aún no encuentran. Por este motivo y en paralelo a la causa, los padres de Alan realizarán una campaña a través de las redes sociales para encontrar a los testigos: “Se habla de una parejita en un auto rojo, son quienes nos pueden ayudar a cambiar esto”, explicó Villouta.

Según el padre de la víctima, el empresario que atropelló y dejó tirado en la calle a Alan tenía doce faltas graves y le habían retirado el carnet tres veces. Por lo tanto, estaba inhabilitado por la Provincia para conducir, no así a nivel nacional.

“Yo sé que mi hijo no tendría que haber cruzado por ahí, pero ¿dónde están los accesos peatonales? ¿Qué más faltaba para que este señor no manejara más? Que matara a una persona, y esta vez fue mi hijo. No quiero 100 años para él, pero si quiero que esto no suceda más”, finalizó Villouta.