Su nombre real era Sara Ofelia Carmona, pero siempre será recordada como Milka Durán. Ella fue una de las grandes mujeres de la radio, fue locutora, humorista y actriz. Su personaje más destacado fue la Lechiguana, escrita por Jorge Sosa e interpretada con su inigualable impronta.

El afán que tenía Milka Durán era que su mamá no trabajara más de servicio doméstico. Para eso entró a trabajar en Radio Aconcagua (lo que ahora es Radio Nacional) a la edad de 10 años. Desde entonces su carrera, que incluyó también la actuación, no se detuvo. En sus últimos años integró el elenco los Comunicaktores e hizo en sus últimos tiempos de radio su célebre personaje de la Lechiguana.

Su gran amigo y compañero de trabajo, Jorge Sosa, homenajeó a Milka asegurando: “No sólo fue una estrella porque fuese notable o porque era considerada por todo el mundo. Fue una estrella porque brillaba y tenía brillo propio”.

“Fue la mujer más importante que yo he conocido en todo este trabajo que nos une a todos nosotros. El dolor es muy grande, pero también la esperanza es muy grande. Ella hubiera querido que todo siguiera funcionando y es lo que tenemos que hacer, tomar la bandera de ella y levantarla lo más alta posible”, declaró Sosa.

Gabriela Figueroa, directora de Radio Nacional Mendoza, recordó a Milka como una mujer muy generosa que siempre pensaba en los demás.

“Velar a Milka en la radio en donde empezó me parece un homenaje que se lo merece, porque ella fue mujer de radio durante 80 años y van a estar acá sus últimos recuerdos”, afirmó Figueroa.

El último adios a Milka Durán

Los restos de la actriz y humorista fueron despedidos en Radio Nacional y se realizó un acto de descubrimiento de una placa con su nombre en el estudio mayor del medio que la vio nacer.

Una mujer inquieta

Desde chica fue a aprender dibujo en los portones del Parque General San Martín con Nair Estrella, un pintor de Mendoza, que enseñaba a los niños de la época. Y como era gratis, Milka se iba hasta ese lugar para aprender algo, porque siempre fue muy inquieta, siempre tenía que estar haciendo algo distinto.

Un día que bajaba de sus clases de dibujo se encontró con una gran fila en Radio Aconcagua y, fiel a su personalidad, se acercó a preguntar qué estaban regalando. Personal de la radio le contestó que daban leche en polvo a aquellas personas que respondieran bien preguntas sobre cine y así fue como entró a la radio por primera vez. Cuando Luis Leopoldo Cavano le ofreció un puesto de locutora, dio los primeros pasos que la impulsaron a convertirse en una referente de la locución mendocina.

Siempre le gustó el radioteatro y ensayaba papeles en su casa para que, según decía Milka, no la dejaran sin laburo. Llegó con diez años a la radio, en pleno auge del radioteatro y cuando sonaban boleros y tangos.

Homenaje a Milka Durán en Radio Nacional