El cansancio genera malestar y es el paso directo al enojo. Después de seis encuentros paritarios frustrados, los docentes volvieron a las calles para reclamar mejoras salariales y reiterar su rechazo al “ítem aula”, que a esta altura ya puede considerarse el “ítem de la disputa”. 

Con la confirmación por parte de Alfredo Cornejo del aumento por decreto, los maestros hicieron un paro de 24 horas con movilización. El acatamiento fue dispar en distintas zonas de la provincia. Al mediodía de este 10 de marzo, el SUTE hablaba de 84 % de adhesión y el Ejecutivo, de 35 %. Los docentes justificaron el número por el “miedo de los trabajadores” a que les descuenten el día y perder 500 pesos "de prepo”.

Cerca de las 11, los maestros comenzaron a llegar con guardapolvos y pecheras a la explanada de la Legislatura. Aunque fue un número menor que los que participaron el 29 de febrero, día del primer paro, la mañana nublada se empezó a llenar de las banderas blancas de los distintos departamentos que dijeron presente bajo un solo lema: “No al ítem aula”. Del reclamo también participaron ATE, CTA, Sadop, UPJYCM, agrupaciones estudiantiles, partidos de izquierda y legisladores del FPV.

La marcha tuvo sobresaltos cuando dos celadoras increparon al secretario general del gremio, Adrián Mateluna, en el mismo momento en que un colectivo del Grupo 5 quiso pasar por la marcha. El gremialista, que encabezaba la columna junto a la secretaria adjunta Liliana Chaves, siguió su camino y después del altercado llegaron a la Casa de Gobierno, que estaba vallada en las entradas. En el costado norte se agruparon los más de 2000 docentes. En el costado sur había un puñado de celadores que no están de acuerdo con la gestión del SUTE y aseguran que “no tira para el lado de los trabajadores”.

“Se sabía que Correas nos mentía”, vitoreaban los docentes que criticaban al director general de Escuelas, Jaime Correas, porque según ellos “no sabe de educación” y pidieron su renuncia. En Casa de Gobierno, Ester Linco Lorca, secretaria general de Sadop, pidió por la unidad de los trabajadores y trabajar para no perder las licencias, al tiempo que señaló que los docentes “son extorsionados por el Gobierno”. En este sentido, anticipó un “caravanazo” por las calles de la ciudad en forma de protesta para el viernes 11 desde las 18.30 en el Parque Central.

Mateluna cerró el acto indicando que en los plenarios provinciales y departamentales decidirán las medidas del gremio que reúne a la mayoría de los empleados públicos de la provincia. En todos los casos, señaló que no aceptará ninguna propuesta que tenga al “ítem de la discordia” como protagonista. Después de eso empezó la desconcentración. Cerca de las 13.30 quedaban pocas personas; algunos bombos algo cansados todavía sonaban.
 

Las escuelas abiertas, los maestros presentes

Como se pudo comprobar en un recorrido por las escuelas del Gran Mendoza, los docentes estaban presentes por miedo a que les descontaran el día. Indicaron que el miércoles 9 pidieron a los padres que llevaran a los hijos a las escuelas porque estarían abiertas. En algunos colegios, los padres decidieron no llevar a los hijos a pesar de que los docentes estaban. En algunos casos recriminaron la medida de fuerza e indicaron que son preferibles dos marchas en un día para que los docentes puedan manifestarse a “contraturno”.

Según el Gobierno, el acatamiento fue del 35 %. El dato se desprende del sistema de planillas con el que cuentan 200 escuelas. Además, incentivaron a los padres de los alumnos a llevar a los niños a los establecimientos educativos, ya que las puertas se encuentran abiertas para el dictado de clases. 

"Hemos agotado todas las instancias, vamos a sacarlo por decreto. Vamos a tratar de tenerlo emitido en el corto plazo, porque es un decreto que tiene que pasar por varios lugares y queremos tenerlo emitido antes de la liquidación final del salario", afirmó el gobernador.