Hace unas semanas se difundió por las redes sociales a referentes del Programa de Discapacidad de la UNCUYO y a estudiantes con discapacidad la suspensión de todas las prestaciones del SerVac. Esto incluía el servicio de adaptación bibliográfica, del Programa de Voluntariado de Lectura y la formación de voluntarios en Biblioteca Central, actividades de articulación de los proyectos institucionales; capacitación para la producción de audiolibros, acciones de difusión y comunicación del Servac, capacitación virtual de voluntarios, accesibilidad de contenidos documentales (Audiodescripción y subtitulado), videos y documentos digitales para personas sordas y otras discapacidades y el Programa de Capacitación a usuarios, bibliotecarios y voluntarios.

Esta medida fue tomada unilateralmente por la coordinadora del SerVac, quien actualmente se encuentra con una licencia. Redactó ese aviso en el que se peticionaba “la incorporación de los becados a planta permanente y efectiva de la Universidad y la actualización de tecnología (PC, software lectores de pantalla, impresora braille entre otras)”. Esta medida de suspender las prestaciones fue sin autorización ni conocimiento de parte de ningún claustro universitario, según indicaron desde la UNCUYO.

Inmediatamente Adriana García, secretaria Académica de la UNCUYO, convocó a una reunión junto a Rodrigo Olmedo, secretario de Bienestar, el director de la Biblioteca Central, Horacio Degiorgi y la decana de la Facultad de Educación, Mónica Castilla. También participaron miembros de la Comisión de Discapacidad, representantes de estudiantes y egresados con discapacidad, para aclarar esta situación y garantizar el funcionamiento de este servicio.   

Adriana García afirmó: "El SerVac está en un proceso de revisión de su estructura dado que tuvimos que tomar algunas decisiones relativas a las personas que cumplen tareas que no están en consonancia con la normativa de la universidad: no está permitido tener estudiantes becados por más de dos años y eso era lo que nos estaba ocurriendo”.

Haciendo un análisis de lo sucedido, a raíz del aumento de estudiantes con discapacidad que requieren este servicio, las unidades académicas fueron delegando esta función al SerVac que depende de la Biblioteca Central. “Entonces esta ampliación de las actividades sin ningún tipo de presupuesto  y con la sola voluntad de los que trabajan allí es lo que llevó a esta crisis”, sostuvo la secretaria Académica.

En este sentido, García aseguró que el presupuesto del SerVac “depende de lo que se puede aportar desde la Biblioteca. Está dentro del presupuesto de la Secretaría Académica”.  Y dijo que hace unos meses se realizó una reunión de la Comisión de Discapacidad junto con el Rector y los Decanos de cada unidad académica y se decidió elaborar un presupuesto 2018 de esta comisión para ser presentado y poder atender a la demanda creciente.  

Finalmente, respecto al sistema de becas dijo: “Los estudiantes son becados por dos años. Concluidos ese tiempo hay que volver a renovar las becas con otros estudiantes. Porque en realidad, el objetivo es que los estudiantes se interioricen en estas problemáticas y adquieran experticia. De todas maneras, hemos hecho la petición presupuestaria para la convocatoria de dos becas”.

Sólo queda esperar que se asigne un presupuesto fijo para los próximos años destinados a atender las demandas de los estudiantes con discapacidad y así brindar un mejor servicio.