El represor Jorge Antonio Olivera llegó a los tribunales Federales después de ser recapturado en Buenos Aires y trasladado este lunes a San Juan, a poco más de tres años de su fuga y en medio de un extremo operativo de seguridad, informó este martes Diario de Cuyo. Según el matutino sanjuanino, el militar no realizó declaraciones a la prensa, pero se lo escuchó decir a los efectivos: “Esto lo hacen para que me saquen fotos”.

El exmilitar será indagado en el Juzgado Federal Nº 2 por la causa denominada “Farías”, la cual contempla los homicidios de militantes en supuestos enfrentamientos armados, revelaron fuentes judiciales. Olivera también tiene que prestar declaración indagatoria en la causa que tiene que ver con la privación de la libertad y maltratos que sufrió Héctor Cevinelli.

El represor Olivera fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar. Hace tres años y medio se fugó del Hospital Militar Central. El 30 de enero último fue detenido en la casa de su exmujer, en el partido bonaerense de San Isidro. Lo encontraron escondido en el baúl de un auto.

Según el diario Perfil, su captura había sido solicitada por el fiscal federal Franco Picardi, quien estaba a cargo de la búsqueda desde el momento de la fuga. Trascendió que la investigación se centró en su entorno familiar, con escuchas telefónicas y seguimiento de mails.