El titular de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), José Zuccardi, calificó como un despropósito el proyecto de ley que prevé gravar con un nuevo impuesto al vino, con el objetivo de financiar actividades deportivas. Dijo que, de aprobarse la iniciativa, se agravaría la situación de la industria y que sería un ataque directo al consumidor, al que se debería trasladar este costo.

El lunes ingresó al Congreso de la Nación un proyecto del diputado del Frente para la Victoria (FPV) Mauricio Gómez Bull, que prevé crear el Ente Nacional de Desarrollo Deportivo (Enaded) y la Asignación Universal por hijo en el deporte. Ambas iniciativas se financiarían a través de dos vías: con un nuevo gravamen a las bebidas alcohólicas, analcohólicas y energizantes y con una alícuota de 1,5 % sobre la venta de cigarrillos. En cuanto a las bebidas alcohólicas, el proyecto establece que cualquier producto, sin importar la presentación, tribute $ 0,45 por envase. Es decir, que aportaría lo mismo una botella de 1 litro, una damajuana, un tetra o una lata.

La iniciativa  será analizada la próxima semana por los integrantes de las comisiones de Deporte y Presupuesto y Hacienda.

En una entrevista que dio al programa A Cara Lavada, de Radio Nacional, el diputado Gómez Bull defendió la iniciativa y aseguró que fue el resultado de más de 30 foros de consulta que se hicieron en distintas provincias.
 

Las críticas del sector vitivinícola

Ni bien se conoció el ingreso del proyecto al Congreso, dirigentes del sector vitivinícola criticaron la iniciativa.

El titular de la UVA, consideró la iniciativa como un despropósito y dijo que, si se aprueba, sólo agravará la situación de la industria que ya enfrenta dificultades. El titular de bodega Zuccardi aseguró que este impuesto sería un ataque directo al consumidor, ya que el mismo se trasladaría al comprador, teniendo en cuenta que se transformaría en una nueva carga para el sector dentro de la estructura impositiva.

Para Zuccardi, el proyecto es absolutamente contradictorio con la decisión que tomó el Congreso en 2013, que consagró al vino como bebida nacional a través de una ley y que impulsó la difusión de la cultura vitivinícola, de todas las etapas de producción, así como de las economías regionales que la tienen como una de sus principales industrias. 

El empresario consideró que la iniciativa haría inaccesible un producto al que se considera un alimento y generaría graves inconvenientes a los productores. “Sería una ley absolutamente nociva y nefasta para la industria”, fueron sus palabras.

Zuccardi aseguró que ninguna de las entidades que nuclea a los productores vitivinícolas fue consultada ante de redactar el proyecto y que se enteraron del ingreso del mismo al Congreso, por las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Dijo que –a partir de ahora– será clave el papel de los legisladores nacionales por Mendoza, ya que aseguró que deben velar por los intereses de la Provincia y especialmente de todas las personas que trabajan en la industria.