En estos momentos, la Legislatura de la Provincia es el escenario de una reunión ampliada de legisladores peronistas, de la que participa el intendente de San Martín, Jorge Omar Giménez, quien pertenece al sector azul del peronismo. El tema es, por supuesto, el proyecto de endeudamiento que acordaron el actual gobernador, Francisco Pérez (FPV) y quien se hará cargo del Ejecutivo dentro de 90 días, Alfredo Cornejo (CM).

El acuerdo de actual y próximo gobernantes permitirá a la Provincia tomar deuda por 5800 millones de pesos, para saldar el rojo de las cuentas públicas, pagar amortización de deuda, arreglar con proveedores, pagar próximos sueldos y aguinaldos y fortalecer algunas áreas críticas, como las vinculadas con la salud pública. El problema a resolver es dentro del PJ. Es que hay muchos legisladores de ese partido en desacuerdo con brindarle a Cornejo una herramienta que él y los parlamentarios que le responden vienen negando al Ejecutivo desde hace algunos años. Por esto, la consigna de la reunión es modificar –y mucho– la iniciativa elaborada por la transición. 
 

Cambios

Uno de los cambios podría ser el de bajarle el monto al endeudamiento permitido. Otro es el de agregar beneficios para las comunas. Un tercero es modificar los artículos que el PJ considera “cheques en blanco” para el Gobierno que asume en diciembre, ya que –según dicen los justicialistas– permite endeudamiento durante los próximos cuatro años, salteándose la aprobación legislativa en cada período.

El mismo intendente que ahora está reunido con los legisladores aclaró que los jefes comunales buscan más beneficios para sus departamentos, y que el proyecto va a debatirse intensamente en el seno de la Casa de las Leyes en una sesión especial que se realizará mañana miércoles 23 a las 13.00. Es decir que, por mucho que Paco Pérez haya acordado con Alfredo Cornejo, sin el aval de los diputados y senadores, el proyecto no va a salir. En este sentido, una de las cuestiones más polémicas que forman parte del proyecto son los pases a planta que autorizó el gobernador.

Desde el PJ cuentan que no sólo los legisladores que responden a intendentes –como es el caso de los azules y los que componen Integración Peronista, alfiles de los hermanos Félix, de San Rafael– están en contra de darle el sí a Cornejo. También lo están legisladores que no le responden a ningún cacique comunal, como los diputados de La Cámpora –Lucas Ilardo y Marina Femenía–, los que provienen del sindicalismo –es el caso del diputado Claudio Díaz–, y los que no tienen padrino político alguno, como Daniel Cassia.

La idea es congeniar los cambios antes de que se realice la sesión especial para tratar la iniciativa. Esta fue pedida para hoy por la tarde, pero no dan los tiempos, con lo cual ya se informó que se realizará mañana, luego de la sesión de tablas.
 

La corriente muda

Los intendentes que aún quedan de la Corriente Peronista (el sector al que peor le fue en las elecciones provinciales) no dicen nada, ni a favor ni en contra, del endeudamiento acordado por la transición. Saben que sin este dinero no podrán cerrar el año y que les conviene pasar desapercibidos, no sólo por la paliza que sufrieron en las urnas, sino porque sus administraciones están en casi las mismas condiciones que las del Ejecutivo provincial (es decir que tienen que conseguir el dinero para cerrar la gestión lo más dignamente que sea posible)

Por esto, dejan que los demás se peleen a sus anchas y ellos intentan jugar al perfil bajo, al menos hasta que llegue el momento de levantar la mano.