“El peronismo nos enseñó que hay que ser crítico como militante”
A sus 80 años Alfredo Carlino es un rico personaje para conocer, poeta ligado a la cultura popular y referente histórico del peronismo. Fue titiritero, actor, boxeador, docente, periodista y funcionario del Gobierno de Juan Domingo Perón.
Carlino se sumó al peronismo de la resistencia tras el golpe del ´55. Fotos Cicunc.
Sus amigos lo definen como un “coherentemente apasionado”. Posa para las fotos, histriónico. Tiene en la boca todo el tiempo la palabra Perón. “Sin pasión no se puede hacer nada. Sólo con la técnica no se resuelve. Nunca. Sí, con pasión y creatividad. La burguesía planifica todo, nosotros no. Estamos creando día a día. He sido coherente porque nunca quise negociar, recibir coima, corromperme. Nosotros fuimos formados en una cosa ética, el peronismo”, explica Carlino.
A los 13 años tuvo un precoz inicio en la poesía e ingresó al Diario Stándar en el que sintetizaba las noticias de los cables periodísticos. Allí permaneció hasta 1952, momento en el que comenzó su carrera dentro de la administración pública como redactor de Presidencia de la Nación durante la segunda presidencia del gobierno peronista. Veinte años después llegaría a ser coordinador de Prensa y Difusión en 1973 durante el tercer Gobierno de Juan Domingo Perón. También Carlino estudió filosofía, periodismo y actuó en teatro independiente junto a personalidades de la talla de Alejandra Boero y Onofre Lovero.
Identificado fuertemente con el ideario peronista, la vida quiso que Carlino naciera un 17 de octubre. En su momento participó en la organización de la movilización histórica de 1945 convocando a sus compañeros del colegio y a grupos de obreros.
Tras el golpe de 1955 fue despedido de la función pública y se incorporó a la Resistencia Peronista. Su comprometido activismo hizo que Carlino pasara por momentos penosos; por ejemplo, estuvo bajo las bombas en la Plaza de Mayo aquel trágico 16 de junio de 1955 y años después también sería perseguido por la Triple A.
Alfredo Carlino fue nombrado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y su libro Alfredo Carlino, 50 años con la poesía fue declarado de interés cultural. En su obra literaria figuran obras tales como Poemas ciudadanos, Chau Gatica, Ciudad del Tango, Buenos Aires tiempo Gobby y Bailarín Canyengue.
¿Cómo fue tu relación con Perón?
Yo fui uno de los primeros de la resistencia peronista. Y fui funcionario del primer y segundo mandato de Perón, además de coordinador de Prensa y Difusión en el tercer Gobierno. Fuera de Perón, no se hace peronismo. Algunos se acercan como este gobierno, pero peronismo es Perón.
Me acuerdo de todo, de cómo organizábamos la lucha. Yo venía del nacionalismo porque el peronismo se empezaba a estructurar con comunistas, radicales, nacionalistas y conservadores. Con todos ellos se hace un movimiento nacional poderosísimo que transformó a la Argentina.
Yo vivía en mi casa con cinco hermanos y padres italianos. Mi madre tenía que cocinar a leña, con agua fría. Llegó Perón y en pocos meses trajo 2.300 km de gas perforando sin tecnología y a partir de allí tuvimos cocina a gas porque organizó la industria y se financió la producción. Trajo progreso. Fue un cambio radical, revolucionario, en la vida de la gente. Porque están los tilingos que dicen que Perón fue reformista pero en realidad fue un revolucionario, por eso también se enamoró de Evita.
¿Militaste con Evita?
Sí, claro. Eva fue una mujer excepcional. Ella venía del ámbito del cine, jamás había militado, no tenía idea de lo que era la política. Cuando se enamora de Perón, este le hace entender que con el cine no alcanza para resolver todos los problemas del país. Y para hacer buen cine tenías que pensar políticamente porque de esa manera se conducía la cultura.
Por ejemplo, en el segundo Gobierno de Perón yo estuve en Mendoza y acá estaba Tejada Gómez, Hugo Acevedo, Fernando Lorenzo, Carlos Alonso, todos comunistas que estudiaron con el auspicio de Perón. Básicamente esto se dio en el interior del país.
Perón era un hombre valiente, para nada tímido, que enfrentó los intereses imperialistas que se habían repartido el mundo. Nosotros estábamos distantes tanto de la Unión Soviética como de los Estados Unidos, así que creamos una tercera posición que generó rispideces a tal punto que asesinaron a los líderes de esta posición. Al mismo Perón lo intentaron asesinar muchas veces.
La Argentina estallaba de hambre por lo cual había mucho trabajo por hacer. Perón no decía “dar” trabajo, sino “crear”. Había que inventar. Y luego fue buenísimo cuando nacionalizó los ferrocarriles.
¿Cómo fue comunicar en esa época?
Tuvimos una gran Secretaría de Prensa y Difusión. Había que comunicar lo que pasaba y combatir la difamación de la gran prensa que respondía a intereses internacionales, como pasa ahora, contra los intereses nacionales.
Los grandes diarios respondían al United Press (agencia internacional de noticias con sede en Estados Unidos), porque la prensa tenía el papel que le daban los yanquis y vendían a los diarios las noticias, aunque esta empresa era una fábrica de noticias inventadas.
¿Fuiste perseguido por la Triple A?
Me vinieron a buscar a la casa de mis padres. Con Rodolfo Walsh, Paco Urondo, veníamos haciendo la denuncia pública desde hacía mucho, pero nadie nos prestó atención. Nosotros nos juntábamos en un local comunista, ahí nos identificaron y nos empezaron a perseguir.
La Triple A, respondía a los intereses imperialistas. Los secuestrados y muertos por la triple A era peronistas y comunistas. El imperialismo junto con La Nación, Clarín y La Prensa nos partieron en dos: la izquierda y la derecha.
Anteriormente en el ´55 también me fueron a buscar (la Revolución Libertadora), me seguían en el trabajo. Fui echado tres veces de Presidencia de la Nación: en el ´55 por la ley antiterrorista, luego volví y en el ´66 cuando estaba Onganía me suspendieron en mi cargo de carrera porque había organizado el primer sindicato en Presidencia de la Nación, habíamos organizado un grupo de militantes de la resistencia que fuimos presos.
¿Ahora hay derecha e izquierda? ¿Hay peronismo en el kirchnerismo?
El kirchnerismo es lo más cercano al peronismo aunque a veces no se respete tanto a Perón y a Evita. Se hacen más o menos las mismas obras, por ejemplo la sustitución de las importaciones, el desarrollo de la industria, el financiamiento a los proyectos.
¿Cuál es la relación del movimiento obrero con el peronismo? ¿Y hoy?
El movimiento obrero era la columna vertebral. Era y “es” lo más importante de cualquier sociedad que se quiera transformar. Antes -como ahora- dividir el movimiento fue un peligro muy grande.
Hoy la CGT (Confederación General del Trabajo) es Moyano. Van a crear una CGT con hombres que son muy reconocidos, con “los gordos”, que son naturalmente traidores con todos y lo van a ser con Cristina también.
Creo que han cometido errores muy grandes y dividir la CGT es muy grave. A la larga el Gobierno va a arreglar.
La CGT era el mayor aliado de este Gobierno. No entiendo qué pasó, pero es cierto que cuando hubo que defender al gobierno lo hizo la CGT. Uno no puede decir qué va a pasar, porque uno no es el Gobierno. Yo lo apoyo por algunas cosas que se hicieron, aun así siempre fui crítico.
El peronismo nos enseñó que hay que ser crítico como militante para ayudar a los gobiernos. Porque si negamos la inflación, no sirve. El Gobierno tiene que entender que hay inflación y hay que combatirla, no combatir el movimiento obrero.
Hay una serie de cosas que andan mal, por lo cual la gente se está alejando. También hay que decirlo.
Con Perón no decíamos a todo que sí, éramos cuestionadores, sin romper con el gobierno y sin “matar” a ningún funcionario. El peronismo era un movimiento de vida, no de muerte. Siempre fuimos víctimas, siempre nos mataron.
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