Cierre de la AFIP: ¿qué cambia y qué pasará con el monotributo?
Análisis económico de la actualidad argentina junto a la economista Carina Farah.
24 DE OCTUBRE DE 2024
Ya se garantizó no solo el quórum, sino también los 37 votos que necesita para convertir en ley el acuerdo. Según un punteo realizado por parlamentario.com, ya estaría obteniendo cerca de medio centenar de votos.
Unidiversidad / Fuente: El Parlamentario
Publicado el 21 DE MARZO DE 2016
La victoria con holgura del oficialismo en la Cámara de Diputados, obtenida en la primera sesión del año en ese Cuerpo, representó para el Gobierno un aliciente enorme. No podía haber tenido un mejor comienzo, cuestión de aventar los temores que planteaba la constitución de un oficialismo sin mayoría y un interbloque integrado por varias fuerzas.
Más allá de todas las prevenciones, desde hacía varias semanas los encargados de llevar las cuentas en el oficialismo tenían la convicción de que el resultado final reportaría un resultado no solo positivo, sino también holgado. Tal cual lo anticipó parlamentario.com en una nota publicada una semana antes de la votación, se anticipaba un resultado que superaría los 160 votos, a los que habría que sumar los votos que se desprendieran del bloque del Frente para la Victoria. Habida cuenta de las “recomendaciones” de los gobernadores a sus diputados, se había llegado a estimar que alrededor de 15 diputados del bloque que conduce Héctor Recalde podrían sumar para la aprobación del proyecto oficial.
No fueron tantos, mérito del kirchnerismo que logró mantener cohesionado el voto de esa bancada. Tampoco fueron pocos: cinco diputados, o seis, si se le suma el del cordobés que Ramón Ernesto Bernabey, que anunció que formaría un bloque unipersonal el mismo día de la sesión.
La pelota pasó ahora al Senado de la Nación, donde desde siempre el oficialismo sabe de sobra que la tiene cuesta arriba. Todo le costará mucho, dado que el interbloque Cambiemos tiene apenas 16 integrantes y que el oficialismo cuenta con una mayoría que roza los 40.
Con esa diferencia, el FpV –sigla a la que ahora se le ha vuelto a agregar PJ, antes o después– tiene las llaves no sólo del quórum, sino para todas las leyes. Por eso el Gobierno ha decidido jugar ahí con los gobernadores, tomando en consideración como precepto fundacional que los senadores representan a las provincias –y los diputados, al pueblo–. Es una frase que repite el propio Miguel Pichetto en cada oportunidad que tiene y que el oficialismo toma como dogma.
Por eso, nada mejor que la convocatoria hecha por las autoridades de las comisiones que condujeron el debate del proyecto sobre la deuda en el Senado, que para el segundo día invitaron a todos los gobernadores. Dieciséis de los dieciocho que asistieron se manifestaron a favor de apoyar el acuerdo, flor de aliciente para el oficialismo.
Entre ellos, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, dijo en su paso por el plenario que “es necesario e imprescindible que este Senado apruebe el convenio”, y pidió particularmente a los senadores de su provincia que “acompañen”. Precisamente, el presidente del bloque FpV-PJ es uno de esos senadores, aunque está claro que su opinión no depende en su caso de la de su gobernador.
Los números que se manejan
La hora de la verdad será el 30 de marzo, pero para entonces es muy probable que, tal cual sucedió en Diputados, ya esté la certeza de una victoria con una diferencia apreciable. “Nos alcanza con ganar por un voto; la diferencia había que hacerla en Diputados y eso ya está”, explicó a parlamentario.com un legislador del oficialismo encargado de juntar los votos. Pero se sabe que, tal como están las cosas, hay una gran confianza en dejar del otro lado de la votación al kirchnerismo y la izquierda, en este caso representada por Fernando “Pino” Solanas.
El radicalismo aportará los votos de sus nueve integrantes: Julio Cobos, Silvia Elías de Pérez, Silvia del Rosario Giacoppo, Juan Carlos Marino, Alfredo Martínez, Luis Petcoff Naidenoff, Ángel Rozas y Pamela Verasay, más el del catamarqueño Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social. Completan los 16 votos de Cambiemos, referenciados más arriba, los seis integrantes del PRO: Néstor Braillard Poccard, Alfredo de Angeli, Ernesto Martínez Carignano, Federico Pinedo, Laura Rodríguez Machado y Marta Varela. A partir de ahí comienza el conteo de aliados, comenzando por Jaime Linares, del GEN, cuya líder Margarita Stolbizer no solo votó a favor en la Cámara baja sino que protagonizó una destacada intervención en la que embistió contra el exministro de Economía Axel Kicillof, presente en el recinto.
Reeditando la alianza con el massismo en la materia, Cambiemos confía en contar con los tres integrantes del interbloque que ese sector tiene en la Cámara alta: el chubutense Alfredo Luenzo, la fueguina Miriam Boyadjian y el delasotista Carlos Caserio. Si bien en Diputados hubo abstenciones al final de la sesión, no se espera en este caso nada de ese tipo.
El Movimiento Popular Neuquino votó a favor del acuerdo en la Cámara baja y se descuenta que hará lo mismo en el Senado, aportando los votos de Lucila Crexell y Guillermo Pereyra. La salteña María Cristina Fiore Viñuales se alejó del bloque Frente para la Victoria hace ya varias semanas, precisamente previendo este tipo de circunstancias. Responde al gobernador Juan Manuel Urtubey.
El Peronismo Federal suele estar aliado con los senadores que hoy integran Cambiemos. No parece ser esta la excepción. El salteño Juan Carlos Romero se ha pronunciado a favor del acuerdo –“Hay que terminar una pesada historia”, dijo–, lo mismo que el sanjuanino Roberto Basualdo –“El pago a los holdouts va a ser beneficioso para todos los argentinos”–. Obviamente votará a favor el santafesino Carlos Reutemann, aliado del macrismo, cuyas boletas integró. ¿Y Norma Durango y Daniel Lovera, integrantes del Peronismo Pampeano? Podrían surgir dudas ante la ausencia del gobernador Carlos Verna en el desfile de mandatarios del plenario de comisiones, pero el exsenador dejó claro que apoya el acuerdo, sólo que nunca había considerado asistir a la reunión. En la semana, Verna había recibido al diputado nacional Sergio Ziliotto, quien luego votó a favor.
Una duda mayor se produjo con los senadores puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso. En principio, a partir un reclamo de esta última, que pidió introducir una modificación al texto aprobado en la Cámara de Diputados para que el Congreso deba autorizar tanto el cambio de jurisdicción como la toma de nueva deuda. “Por una parte, se planteó que habría que agregar un artículo en donde se exija que por ley especial y previa del Congreso se autorice únicamente un nuevo endeudamiento y, por otra, se planteó que la prórroga de jurisdicción tiene que estar autorizada previa y expresamente por el Congreso”, afirmó Negre de Alonso.
Lo cierto es que, si se efectuaran los cambios, el proyecto regresaría a la Cámara baja, produciendo una demora en la aprobación de la norma, que debe entrar en vigencia a partir del 14 de abril. Al respecto, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, consideró que “lo responsable” es que el proyecto de ley se apruebe en la Cámara alta "sin nuevas modificaciones” a las que introdujo Diputados. Según el senador macrista, “si no es una modificación sustancial”, cualquier intento de cambio en el texto de la ley “pone en riesgo” el acuerdo y “eso es muy peligroso”. “Si no se hace el 14 de abril, pueden relanzar medidas para impedir a la Argentina pagar a sus acreedores”, resaltó.
El jueves, el gobernador Alberto Rodríguez Saá también mostró reparos al acuerdo. “Esto de endeudarse es un tremendo error”, dijo, y criticó la cesión de jurisdicción, aunque se trata de un reclamo de la oposición que tampoco fue atendido en Diputados.
Lo cierto es que, más allá de esas observaciones y los reparos, Adolfo Rodríguez Saá ya anticipó el apoyo de su sector al acuerdo. Hay un dato incontrastable: los diputados de Compromiso Federal ya votaron a favor.
Hasta ahí, los votos “seguros” con los que cuenta el oficialismo: treinta, sin tener en consideración lo que pueda lograr en el seno del Frente para la Victoria. Porque del resto de la oposición, no cuenta con Fernando “Pino” Solanas, que ha llamado a “rechazar las chicanas de Macri y el chantaje de los fondos buitre”, y está en duda con la rionegrina Magdalena Odarda, quien no ha anticipado su voto, y que no se descarta que termine del lado de Solanas.
Los siete votos restantes debería conseguirlos en el seno del Frente para la Victoria, parte del cual ya garantizó que por lo pronto dará quórum, según anunció hace semanas Pichetto. Lo cierto es que esos votos ya estarían garantizados. El gobernador de Misiones anticipó que los senadores de esa provincia votarán el acuerdo. Hugo Passalacqua pertenece al Frente Renovador de la Concordia, histórico aliado del Frente para la Victoria mientras fue gobierno, y tanto los senadores como los diputados integran la bancada FpV. Sin embargo, el miércoles pasado los diputados votaron el acuerdo. Allí tendría Cambiemos tres de los votos, contando a Salvador Cabral y Sandra Giménez, más Juan Manuel Irrazábal, del FpV. Se debe contar el apoyo que ha dado Juan Manuel Urtubey al acuerdo, por lo que al ya citado voto de Fiore, habría que sumar los del hermano y el primo del gobernador, Rodolfo Urtubey y Dalmacio Mera, ambos integrantes formales del FpV.
Los dos votos que necesita Cambiemos llegarían a través de los santiagueños Gerardo Zamora y Ada Rosa Itúrrez de Cappellini. Históricos aliados del kirchnerismo, los del Frente Cívico por Santiago del Estero han mostrado su respaldo al acuerdo, si bien la gobernadora Claudia Ledesma Abdala fue de los mandatarios que no asistieron a la convocatoria del Senado. No integra oficialmente el bloque del FpV pero es santiagueño Gerardo Montenegro, quien también adelantó su voto positivo.
Pero hay más. Este domingo el gobernador entrerriano Gustavo Bordet dio a entender que los dos senadores del FpV de esa provincia votarán a favor. Tras manifestarse él abiertamente por la positiva, señaló que con los senadores “definimos seguir una estrategia, así que pensamos tener uniformidad de criterios a la hora del tratamiento del proyecto el 30 de marzo”. De confirmarse esto, votarían a favor Guillermo Guastavino y Sigrid Kunath.
¿Qué legisladores del Frente para la Victoria podrían llegar a votar a favor del acuerdo? En principio habría que dejar de lado a quienes a principio de año tomaron distancia del jefe del bloque a través de una carta pública en la que se pronunciaron de manera crítica por los despidos en el Senado. Hablamos de las camporistas Virginia García (Santa Cruz), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Ana Almirón (Corrientes) y María de los Angeles Sacnum (Santa Fe); la santacruceña María Ester Labado, el neuquino Marcelo Fuentes y el sanjuanino Ruperto Godoy, además de los senadores chaqueños Eduardo Aguilar y María Pilatti Vergara, Sigrid Kunath (Entre Ríos), Daniel Pérsico (San Luis) y las riojanas Hilda Aguirre y Teresita Luna. También aparecían firmando la jujeña Liliana Fellner y el fueguino Julio César Catalán Magni, quienes después aclararon que no la habían suscripto.
De ese grupo de legisladores, Kunath estaría reviendo su voto, a pedido del gobernador, según lo adelantado por Bordet. Otro gobernador que se pronunció a favor del acuerdo fue el chaqueño Domingo Peppo, pero la ascendencia que en el Chaco tiene Jorge Capitanich hace difícil que alguno de los dos senadores revea su voto negativo, sobre todo Pilatti Vergara.
Sí podría llegar a votar a favor, a juzgar por lo expresado por su gobernadora, la catamarqueña Inés Blas. Y el Gobierno espera algún gesto del formoseño Gildo Insfrán, cuyos senadores son José Mayans y Graciela de la Rosa. No se sabe qué sucederá con ambos. Sí es muy probable que terminen votando a favor José Alperovich y Beatriz Mirkin, habida cuenta de la posición favorable manifestada por el gobernador tucumano Juan Manzur, que expresó su deseo de que voten a favor. Así lo hará también el santafesino Omar Perotti, quien ha confesado que “hay que cumplir la sentencia”.
Hasta ahí, el oficialismo tendría garantizados 44 votos para el 30 de marzo, pero será determinante lo que vaya a hacer el jefe de la bancada FpV-PJ, Miguel Pichetto, quien este fin de semana se mostró muy contemplativo con el acuerdo. Minimizó sus discrepancias con el ministro Prat Gay, expresadas durante el plenario de comisiones, y consideró “imprescindible” llegar a un acuerdo con los holdouts. Solo le faltó confirmar su voto, cosa que dejó para más adelante, posteriormente al debate interno que va a darse en el seno del bloque, y dijo querer ser “respetuoso” del mismo.
Pero se descuenta que su muy probable voto afirmativo podría arrastrar otros votos, como los de Juan Manuel Abal Medina y María Laura Leguizamón. No así el de la comprovinciana de Pichetto Silvina García Larraburu, quien ya protestó a viva voz por lo que considera un “método de presión” del Gobierno nacional sobre legisladores y gobernadores, y sostuvo que están negociando con los fondos buitre “arrodillados y nos llevan a los latigazos”.
No se sabe qué hará Carlos Menem, quien en las últimas sesiones ha asistido, contrariamente a lo que había hecho durante los últimos años, pero es muy probable que no termine estando a la hora de votar. Con lo cual, votaría de esa manera. Esto es, con su ausencia, al oficialismo le alcanzaría con 36 votos para imponerse.
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