El Gobierno defendió con sus funcionarios el proyecto oficial para reformar el impuesto a las Ganancias con una dureza que hizo pensar en una fuerte resistencia oficial a introducir cambios a su iniciativa. Sin embargo, el Ejecutivo podría aceptar cinco cambios en el proyecto para conciliar con la oposición. 

En primer lugar, se incorporaría la posibilidad de deducir alquileres hasta el 40 % del valor, y con un tope de 4000 pesos anuales. Asimismo, se restablecería la posibilidad de deducciones al cónyuge, que en el proyecto oficial había sido quitada,y se limitaba a hijos de hasta 18 años. En este caso, el valor sería inferior al actual, similar a los descuentos que pueden hacerse por los hijos a cargo.

En tercer lugar, Cambiemos está dispuesto a sumar la posibilidad de rebajar viáticos, como también subir el piso por el que un trabajador pasa de monotributista a autónomo. Por último, se incorporaría un impuesto a las empresas tragamonedas para compensar todas las anteriores concesiones. Se estima que con esto se recaudarán 7000 millones de pesos anuales.

Esas modificaciones fueron acordadas en la Casa de Gobierno durante una reunión que mantuvieron con funcionarios el titular de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, y el diputado radical misionero Luis Pastori.
 

Los cruces por el proyecto

Los roces en la negociación empezaron el miércoles 30 en la Comisión de Presupuesto. La intención del Ejecutivo es mantener la rigidez hasta llegar al recinto, en especial por la distancia que hay entre los proyectos del Ejecutivo y el que propuso el Frente Renovador.

Lo más probable es que no haya acuerdo y cada parte vaya a la sesión con sus propios dictámenes. Eso se resolverá este jueves en la reunión de Presupuesto y Hacienda que se iniciará a partir de las 15, junto con el análisis del proyecto de Emergencia Social.

A esto se suma el tercer actor en el debate que es el bloque Justicialista de Diego Bossio. Su intención es presentar este jueves un proyecto e ir al recinto el martes con un dictamen propio, según publicó el portal El Parlamentario. En el mismo sentido, la idea del oficialismo sería jugarse a suerte y verdad en el recinto y, según lo que surja, esperar a que luego el Senado le imprima razonabilidad al proyecto, en función de lo que los gobernadores puedan reclamar.

El objetivo oficial es construir masa propia y llegar al menos al martes con un centenar de votos asegurados. Conseguir cambios en el proyecto de Ganancias sería el comienzo de su operativo de seducción.