Ante el nuevo derrame en la mina Veladero (San Juan), que opera la empresa canadiense Barrick Gold, el subsecretario de Energía y Minería de Mendoza, Emilio Guiñazú, reconoció el impacto de este hecho –que sucede por segunda vez consecutiva en el período de un año– en la Mesa de Diálogo sobre la Actividad Minera que el gobierno mendocino lanzó a finales de junio.

En las primeras horas de la noche de ayer, miércoles 14, trascendió un suceso que había ocurrido el pasado jueves 8: un nuevo derrame por parte de la minera en Veladero. El hecho repercute en el “diálogo minero” que mantiene el gobierno mendocino para establecer una política pública provincial en ese ámbito, sin dejar de lado la Ley 7722, que restringe la explotación minera con ciertas sustancias como el cianuro.

En este sentido, el subsecretario de Energía y Minería aseguró que este segundo accidente en San Juan impacta negativamente en esa mesa de diálogo ya que, según argumentó, produce nervios, ansiedad y temor, incluso en la misma gente de la industria.

Guiñazú quiso contrastar esas sensaciones y dijo que desde fuentes oficiales le habían confirmado que en esta ocasión el derrame se produjo en valle de lixiviación, que es donde se realizan los procesos químicos, por lo tanto no habría riesgo de contaminación del agua. No obstante, aclaró que esto “es un llamado de atención, es un dato más de la realidad que nosotros tenemos que incorporar a la elaboración de nuestra política de Estado”. El funcionario agregó que la utilización de este tipo de químicos está prohibida en la mencionada legislación provincial.

Guiñazú destacó que el doble derrame en un emprendimiento minero en el período de un año alerta sobre la necesidad de controlar muy estrictamente cualquier proceso minero, ante cualquier químico que se utilice y produzca. El suceso, dijo el subsecretario, “va a llevar a incluir en la política pública que hagamos recomendaciones sobre los sistemas de controles y los sistemas de seguridad”. Aclaró que a pesar de que el derrame se ha producido en una zona controlada, podría haber sido en cualquier otro lugar y esa es la gravedad del caso.