La idea comenzó a tomar forma durante la Vendimia y maduró la semana pasada con la mirada concreta de no dejar crecer a Alfredo Cornejo como líder necesario para el electorado y con la posibilidad cierta de ser reelecto consecutivamente, reforma constitucional mediante.

El peronismo terminó abroquelado detrás de la negativa a la reelección consecutiva de Cornejo pero todavía con fuertes diferencias internas sobre cómo pararse ante el Gobierno cotidianamente. En eso se notan las diferencias entre los intendentes y el kirchnerismo. Lo concreto es que Omar Félix, el presidente del PJ, planteó estas críticas que, echando luz en la entretela, son excusas para bloquear la proyección política del actual gobernador.

Hace 17 días, el sábado vendimial, en la bodega Los Toneles, el mandatario, en modo de charla confidencial decía a los periodistas, con tono desdeñoso, que no le quita el sueño ser reelegido consecutivamente. Seguía explicando que la negociación estaba en marcha y, con esa actitud, que se trataba de un intento político pero subsidiario a su gestión.

El punto crítico del PJ para no dar luz verde a la reforma es la no declaración bajo juramento de la renuncia de Cornejo a alguna aspiración reeleccionista para las próximas votaciones generales. Félix puso esta mañana en las radios como ejemplo la actitud del radical Roberto Iglesias cuando firmó un acta notarial ante el escribano de la Provincia en la que dejó por escrito su voluntad de no ser candidato a gobernador en la siguiente elección si se reformaba la Constitución provincial para habilitar esta posibilidad.

Es una posición similar a la que expresó la vicegobernadora Laura Montero quien, enterada de la tarea negociadora de Juan Carlos Jaliff para sostener el objetivo reeleccionista, señaló que debería sacarse del paquete reformador esa alternativa y plantearla en particular en una enmienda porque, de otro modo, la oposición bloquearía el proceso de modificación, algo que al final ocurrió ayer a la tarde.

En tanto, Jaliff y el presidente de la Cámara de Diputados, el también radical Néstor Parés, entendieron que ya no había forma de acuerdo y que en la interna peronista había ganado el kirchnerismo.

Sobre el final, es útil rescatar unas consideraciones del ministro de la Corte Alejandro Pérez Hualde publicadas en Edición U, el suplemento impreso de los medios de la UNCUYO, hace exactamente un año:

“El motivo de reforma siempre es político porque con la Constitución siempre estamos hablando de política. En un altísimo porcentaje de los casos, las reformas se dieron en momentos de conmoción política, de replanteos de la sociedad, con muertos, con batallas. Nunca es cuando estamos tranquilos.

“La ambición de reelegirse del Poder Ejecutivo ha sido el motor de prácticamente la totalidad de las reformas constitucionales de Argentina y Latinoamérica. Todas se reformaron así: Salta, La Rioja con (Carlos) Menem, en Santa Cruz con (Néstor) Kirchner, en Brasil. Ese es un fenómeno que hoy está teniendo un retroceso. Creo que la tendencia es a limitar las reelecciones”.