El Niño podría generar más precipitaciones de lo normal durante el invierno y la primavera en Mendoza

Así lo explicó el investigador del CCT Conicet, Juan Rivera. Dijo que el fenómeno está siendo monitoreado y que hoy se encuentra en una etapa neutral.

El Niño podría generar más precipitaciones de lo normal durante el invierno y la primavera en Mendoza

Rivera dijo que El Niño podría significar un alivio para la sequía, aunque consideró que es necesario monitorar su desarrollo. Foto: Télam

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Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 22 DE MAYO DE 2023

El investigador del CCT Conicet, Juan Rivera, dijo que el fenómeno de El Niño podría generar en Mendoza precipitaciones por encima de los valores normales durante el invierno y la primavera.

Rivera, quien es investigador adjunto en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), explicó que actualmente el fenómeno está en lo que corresponde a una fase neutral y que se monitorea en forma constante su evolución.

En etapa neutral

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó acerca de la posibilidad de que se registre un episodio de El Niño, que produciría un efecto de calentamiento a nivel global.

En el comunicado del organismo se detalla que según las predicciones de los modelos evaluados, la aparición del episodio estaría precedida por un período de condiciones neutras.

En Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional monitorea el avance del fenómeno, con el objetivo de analizar su intensidad y de advertir sus posibles consecuencias.

Juan Rivera explicó que el fenómeno se encuentra en una fase denominada neutral. Foto: Gentileza investigador. 

Calentamiento anómalo

Rivera explicó a Unidiversidad que El Niño es un fenómeno natural que se caracteriza por un calentamiento anómalo en las temperaturas superficiales del mar en la región del Océano Pacífico Tropical. Esto —comentó— tradicionalmente está acompañado por cambios en la circulación atmosférica de gran escala, lo que afecta los patrones de precipitación en diversas regiones del planeta.

El investigador explicó la diferencia entre los fenómenos de El Niño y La Niña. Dijo que son opuestos, porque mientras el primero produce un calentamiento anómalo en las temperaturas superficiales del mar del Océano Pacífico Tropical, el segundo implica un enfriamiento anormal en la misma región.

El profesional dijo que el fenómeno se encuentra en una fase denominada neutral que responde a la transición entre La Niña, que finalizó durante marzo de 2023, y el probable desarrollo de El Niño.

De acuerdo a los informes disponibles, comentó, el Niño tendría mayores probabilidades de ocurrencia a partir de la primavera, dado que para dar inicio al fenómeno el promedio trimestral de la anomalía de temperatura del océano en una zona específica tiene que superar los +0,5°C durante 5 meses consecutivos, lo que se espera suceda para esa época del año.

Rivera explicó que existe una gran incertidumbre respecto de la severidad que tendrá el fenómeno. Dijo que hay un 80% de probabilidades de que se registre un evento moderado hacia fin de año y un 55% de que sea severo.

El investigador explicó que el fenómeno podría producir aumento de las precipitaciones por sobre los valores normales. Foto: Télam

El impacto en Mendoza y el país

El profesional comentó que cuando se desarrolla una fase del fenómeno en Argentina, la misma tiende a registrar precipitaciones superiores a las normales durante la primavera y el verano.

¿Si efectivamente se desarrolla el fenómeno en el país, significaría un alivio frente a la sequía de los últimos años? El investigador respondió que sí, aunque destacó que existieron años en los cuales El Niño generó inundaciones importantes, crecidas de los ríos de la Cuenca del Plata e impactos negativos para el sector agrícola debido a anegamientos en las zonas cultivables. Por eso, destacó la necesidad de realizar un monitoreo continuo de su evolución.

Rivera explicó que, si bien el mayor impacto del fenómeno en Argentina es la lluvia en la región centro-este, en Mendoza podría esperarse que se registren precipitaciones por encima de los valores normales durante el invierno y la primavera.

Pese a esto, el profesional destacó que el desarrollo del fenómeno no necesariamente genera en forma inmediata modificaciones en los patrones de precipitaciones regionales. Y explicó la razón: dijo que la mayoría de los pronósticos consideran las variaciones en la temperatura superficial del mar y que resta esperar cómo la atmósfera reaccionará ante esos cambios.

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