El “Negro” Blanco: los colores del compromiso

Hace ya dos años de la muerte del actor, gremialista y luchador social David “Negro” Blanco. Edición Cuyo lo recuerda en ésta nota con su alegría y compromiso.

El "Negro" Blanco: los colores del compromiso

Foto: Gentileza Luis Guillermo Guiñazú

Cultura

Unidiversidad

Analía Martín

Publicado el 25 DE FEBRERO DE 2013

Le decían “Negro” por su color de piel, su apellido era Blanco. Era una de esas paradojas lindas lo que sucedía con su nombre. Negro y blanco son dos colores que se usan mucho en el teatro. Negra es “la caja” donde se desarrollan las acciones, ese hueco compuesto de telón y madera. Blanco es la base de muchos maquillajes.

David “El Negro” Blanco era un tipo de teatro. Su madre fue costurera de Vendimia, y al Negro le tocó jugar entre alfileres, vestuario y artistas. De tanto ver a los/as hacedores/as de “la fiesta de todos/as los/as mendocinos/as” (¿?) y a su madre pespuntear por algunas pocas monedas, al David le dio por coser con tanza lo que andaba flojo. 

Durante los años 70, era actor de un elenco de teatro independiente y trabajaba en el ex Banco de Mendoza, donde fue delegado gremial. Una suma con triste resultado: actor más delegado gremial más años 70 era igual a “subversivo”. En junio de 1976 fue detenido por la dictadura militar. Lo liberaron siete años después, en 1983.

Blanco trabajaba en el Banco de Mendoza, se había casado y su esposa estaba embarazada. El 2 de junio de 1976 se presentaron dos personas de civil en su domicilio buscando a otra persona, Rosa Gómez, que en esa época vivía allí. Rosa en ese momento no se encontraba en la vivienda, por lo que le pidieron a David Blanco que “los acompañara” para “hacerle algunas preguntas”. Fue hasta el edificio de calle Belgrano donde funcionaba el D2. Allí lo dejaron sentado esperando hasta que lo hicieron pasar a un pasillo; acto seguido una persona lo puso contra la pared hasta que le vendaron los ojos y lo llevaron a un calabozo. Allí estuvo algunos días hasta que empezaron los interrogatorios sobre distintas personas, algunas que conocía y otras que no. Estos interrogatorios fueron con apremios ilegales, que más tarde denunció en la causa de Roque Argentino Luna. Los apremios duraron 10 o 15 días, fueron salvajes tormentos, de muy variados tipos, de los cuales aún conservaba algunas marcas en su cuerpo y horrorosos recuerdos imborrables.

 Le tocó evocar esos nefastos siete años durante el segundo juicio en Mendoza por crímenes de lesa humanidad. Sentado a unos metros de los responsables de aquel dolor, David Blanco, con altura, grandeza y amor testimonió en la causa de Roque Argentino Luna. Con su familia a sus espaldas, detalló aquellos interrogatorios y cada pericia a la que sobrevivió.

“Si el arte no fuera un vehículo de expansión de conciencia, quizás los gobiernos lo apoyarían más. El arte es un vehículo de toma de conciencia de la realidad. Por eso este gobierno le da al arte el 0,5 del presupuesto provincial. El arte es revolucionario per se, desde siempre. Si no, Da Vinci no tendría que haberse escondido para pintar y esculpir músculos. Cuando viene alguien que no quiere que la sociedad sea consciente, persigue al arte”. Esas fueron las palabras de David Blanco al terminar su declaración.

El 12 de febrero del 2011, unos días después de brindar testimonio, al volver de un ensayo general de la Vendimia de San Martin, David sufrió un ataque cardíaco. Blanco fue actor, docente, gremialista, hombre de derechos humanos, sus amigos lo aman y extrañan mucho, su familia estará orgullosa de él por siempre.

A los 57 años se fue de gira, así, de urgencia; se ve que arriba había un conflicto gremial entre los artistas y Dios.

Rolando Moscardelli, de la Asociación Argentina de Actores, compañero y amigo de David, el día del velorio dijo: “Hoy sus virtudes están encarnadas en sus hijas, su hijo, su compañera y en sus alumnas y alumnos".

david blanco, actor, homenaje, negro, luchador,