Parto respetado: historias de vida que lo avalan y un freno institucional para dejar atrás

Sociedad

En primer lugar, en cuanto a la elección de traer a una persona al mundo a través del parto domiciliario, Laura Quevedo opinó: “Es una buena oportunidad para hablar de este tema porque existen muchos mitos, desconocimiento y prejuicios con respecto a esta decisión que, aunque parezca extraña, es muy común, tanto en Argentina como en el resto del mundo. Nosotras, las parteras y las mujeres que hemos tomado esa decisión, estamos felices de poder compartir experiencias”.

Acerca de los riesgos que existen en este modo de parir, Quevedo remarcó: “Ese prejuicio parte de la base del sistema médico, que tiene esa idea de que el parto tiene que, sí o sí, realizarse en una institución y ser acompañado de médicos. De esta manera, nos olvidamos de algo muy importante, que es que el parto es un proceso de nuestra vida sexual, es un proceso fisiológico y, eventualmente, necesita de una asistencia médica”.

“Lo que busca el parto domiciliario es poder transitar el proceso de una manera natural, sin intervenciones. Porque, justamente, en parte, se ha convertido en un acto médico y hay cada vez más intervenciones e interferencias que generan complicaciones externas a algo que debería ser un proceso natural”, explicó la licenciada en obstetricia.

En ese sentido, la partera autónoma pidió que se deje de ver al parto domiciliario “como un método peligroso”, ya que es un “modelo reconocido en todo el mundo y que tiene que ver con la continuidad de cuidado” y, aunque no se vea o no se quiera ver, “también es un parto asistido por profesionales”.

“En Argentina, la mayoría de los partos domiciliarios está asistido por parteras y licenciadas en obstetricia. En Mendoza ocurre lo mismo”, aseguró.

Finalmente, la integrante de la Asociación Argentina de Parteras Independiente solicitó que “las mujeres sean libres de elegir cómo traer sus hijos e hijas al mundo” y que "se las acompañe para sentirse contenidas” en este momento tan importante de la vida.