La modificación de la normativa que especifica cómo se deben aumentar jubilaciones y pensiones –cosa que sucede dos veces por año en virtud de lo que marca la Ley de Movilidad Jubilatoria– explotó en el Congreso cuando los diputados, que estaban tratando el proyecto para modificar la ley de ART, se enteraron de que la medida, resuelta por decreto, modifica el cálculo hacia la baja.

La novedad cayó como una bomba entre las bancas parlamentarias. La reacción más dura fue de la virtual fiscal interna que tiene el oficialismo, Elisa Carrió, que dijo –con vehemencia– que la torpeza y la ineficiencia no tienen justificación. Carrió advirtió que si el decreto sigue vigente pedirá la renuncia del titular de la Anses, Emilio Basavilbaso.

La reacción de Mauricio Macri fue prometer la modificación de la ley, pero el asunto se transformó en un tropezón más del Gobierno cuando aún no se aplacó la conmoción por el escándalo del Correo Argentino, en el que están involucrados el padre del Presidente y el grupo económico Socma, que pretende saldar su deuda con el Estado Nacional por la frustrada concesión del servicio del correo. De hecho, ayer había logrado cierta notoriedad la diputada mendocina por el FIT, Soledad Sosa, quien pidió una interpelación al presidente y al ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad. La iniciativa no prosperó, pero logró que la polémica se mantuviera en agenda.