El “Manso Indie”, es la etiqueta acuñada por el periodista Yumber Vera Rojas para definir la acepción mendocina del género que domina el momento. El término nació en un artículo de 2013, como un juego de palabras con el sentido local que se le da al término "manso", como algo bueno o positivo, pero también con la reminiscencia a la tranquilidad cuyana. En este subgénero pueden ubicarse a artistas como Mi Amigo Invencible, Mariana Paraway, Lavando Fulton, Las Luces Primeras y una larga lista de exponentes -cada vez más jóvenes- de la música cordillerana.

Cada visita de Mi Amigo Invencible genera expectativa en su amplio público. Esta vez no fue la excepción. Fue una presentación en un teatro legendario para el rock mendocino, que ha vuelto a recuperar parte de la mística musical al albergar al ciclo de artistas emergentes que se realiza desde algunos años en el local porteño Niceto.

Mendoza está habituada a ver a la banda en todo tipo de escenarios y situaciones -cafés, bodegas, bares, boliches, festivales-, pero verla en un escenario en el que se pueden ubicar cómodamente todos sus integrantes y que la recepción visual y sonora es la más adecuada posible no es algo a lo que estemos acostumbrados.

El público, que llegó puntual, tuvo que esperar en una helada noche de julio en la vereda del Selectro, en una fila que doblaba la esquina o agolpado en la boletería. Afortunadamente, la fecha agotó entradas, colmando la capacidad del teatro. Esperemos que la curiosidad de los asistentes no se agote en ver a una banda consagrada y trascienda al resto de propuestas que tendrá Indiefuertes o cualquier otro ciclo de bandas locales que se haga en la provincia.

La oportunidad de darse a conocer ante una nueva audiencia, además de llevar a sus propios seguidores, la tuvo en este caso A Tu Luz, banda elegida para la apertura de la fecha. Formada por Horacio Campos (voz, letras, guitarra), Juan Manuel Correa (letras, voz, guitarra, teclas, bajo), Facundo Correa (letras, voz, guitarra, teclas, bajo, percusión), y Eduardo Cardozo (batería y percusión), A Tu Luz ya cuenta con diez años de trayectoria, dos EP y un disco editado en 2017: “Disco de Invierno”. Aires folkies, distorsión, el acento en la interpretación y la capacidad para poner de cabeza lo establecido son algunos de los rasgos que caracterizan el sonido de esta formación.

Mi Amigo Invencible se encuentra en un año bisagra en este 2018, con todas las presiones y las posibilidades que eso significa. La consolidación de una carrera que supera los diez años, con el reconocimiento nacional y en la región. Ya dejaron de ser “otra banda mendocina en Buenos Aires” y se mueven cómodamente en todo tipo de escenarios como el Festival Lollapalooza o teloneando a Café Tacuba -banda que reconoció admirarlos-  en el Teatro Gran Rex, en centros culturales de todo el país o en puestas poco convencionales, como el fresco patio de una bodega lujanina el pasado enero, para darle siempre un giro de intimidad al encuentro con su música, algo que se expresa más allá de las letras y la melodía.

Este también será el año de su séptimo disco, con producción de Shaman Herrera, que llegará después de la edición de dos EP “Nuestra noche” (2017) y “Ciencias naturales” (2018), que calmaron la ansiedad de lxs seguidores y dieron las pistas de lo que puede llegar a ser su nuevo trabajo, esta vez con la incorporación de Pablo Di Nardo en teclados, que se suma a Mariano Dicesare (voz y guitarra), Mariano Castro (voz), Nicolás Voloschín (voz y guitarra), Arturo Martín (batería), Leonardo Gudiño (percusión) y Juan Pablo Quatrini (bajo).

Con un set de casi dos horas y el repaso de sus discos principales como “Relatos de un incendio” (2011), “La Nostalgia Soundsystem” (2013) y “La danza de los principiantes” (2015), además de los mencionados EPs, hicieron de este encuentro con los MAI unos de los más memorables en los últimos tiempos. “Bahía do Point Olive” fue la excusa perfecta para levantarnos de las butacas, empezar a bailar y cantar con la banda, como cualquier buen concierto de rock que se precie. El momento más calmo llegó con la interpretación de “Noches de ciencia ficción” en la voz hipnótica de Mariano Castro y el acompañamiento de Di Nardo en las teclas, luego Nicolás Voloschín – desde el otro extremo – del escenario tomó la posta con “Quizás el fuego ayude”, en solitario, y “Días de campos minados” junto a toda la banda.

El único invitado de la noche fue Leandro Pezutti, voz y guitarra de Las Cosas Que Pasan, en una versión de “Edmundo año Cero” con más distorsión y un mosh de Dicesare sobre el público incluido. “Máquina del tiempo” resultó un perfecto final para esta lista de temas, tal vez porque resignifica esa sensación de disfrutar un gran presente retomando todo lo que dejamos atrás para intentar proyectarlo en el futuro. ¿Será esa la clave de la fortaleza invencible?