Oliva 1.0, el observatorio de la UNCUYO que visibiliza y valora la producción científica

Sociedad

“Comencé a indagar en la vida de César porque se conocía poco y no estaba claro si había sido un buen republicano español en los campos de concentración nazi de Mauthausen o no. Las dudas estaban ahí, y fue así como comencé a investigar, buscar información y, al final, salió una historia realmente increíble, con una serie de condicionantes que hacen de Cesar Orquín el gran héroe de la Segunda Guerra Mundial en los campos de concentración nazi”, expresó.

Según Llin, los kapos, pese a vestir el mismo traje rayado que sus compañeros, fueron ayudantes de las SS, aun más sanguinarios que los mismísimos nazis. Se encargaban de mantener la disciplina en el interior del campo de concentración y de dirigir los trabajos forzados.

Sin embargo, no todos ellos se habían comportado como criminales. Numerosos prisioneros utilizaron su posición privilegiada para salvar vidas. Ese es el caso de Orquín.

“En los campos de concentración nazi no murieron solamente los judíos: hubo de diversas nacionalidades, sobre todo europeas, y entre ellos, unos 9500 españoles republicanos que habían perdido la guerra y a quienes Franco les retiró la nacionalidad. El mismo Franco dijo a Hitler que hiciera con ellos lo que quisiera. Concentrado en Mauthausen, César Orquín creo un microcosmos para que los republicanos españoles consiguieran sobrevivir durante cuatro años”, detalló.

Pese a ese enorme valor, este anarquista valenciano fue acusado de todo tipo de crímenes por algunos deportados vinculados al Partido Comunista. Su integridad fue defendida por otros compatriotas que habían trabajado bajo sus órdenes y que atribuyeron las acusaciones a la tradicional rivalidad política entre comunistas y anarquistas. Orquín acabó poniendo tierra de por medio y se estableció en Argentina, aunque la leyenda en su contra lo persiguió más allá de su muerte.

“Para que tengamos en claro la importancia de César en esto, de los 9500 republicanos españoles concentrados en Mauthausen, murieron dos de cada tres, es decir que este hombre evitó la muerte de más de 437 españoles. Fue el Partido Comunista en España el que demonizó durante décadas a Orquín. Pero, como él sabía que no podía enfrentar a un aparato propagandista con el nazi, decidió cortar con todo y llegó a la Argentina. Al cabo de dos años vino a Mendoza, donde fue vecino durante 35 años”, resaltó.