El Instituto Provincial de la Vivienda comenzó a ordenarse financiera y administrativamente, poniendo en funcionamiento nuevamente a la institución después de seis meses de paralización de las obras. A pesar de la crisis financiera que atraviesan la Provincia y el IPV, cuya deuda no registrada se eleva a 425 millones de pesos según lo informado por la Auditoría General de la Nación, el presidente del IPV, Damián Salomone, convocó a la organización barrial Tupac Amaru con el fin de ordenar el Programa de Integración Socio Comunitaria.

A partir de esta reunión de trabajo se han analizado los proyectos en ejecución de la Tupac en cada departamento de la provincia, con el fin de determinar la problemática de los mismos y cuáles son las responsabilidades y las falencias de cada uno de los actores intervinientes. Del análisis de la situación, el IPV pudo establecer un cronograma de pagos que le permitirá a la organización terminar 67 viviendas en Las Heras, Tunuyán y Tupungato.

Salomone informó que esta semana se realizará el último desembolso en dos pagos, por un monto total de 573 720 pesos para la terminación de 20 viviendas, correspondientes al B° Raíces de mi Tierra de Tunuyán, y un pago por 505 500 pesos para el proyecto B° San Francisco, conformado por 32 viviendas en Las Heras. La próxima semana, según sostuvo el funcionario, se concretará el último desembolso en tres pagos de 107 mil pesos para cada una de las tres cooperativas que están ejecutando 15 viviendas del B° Nuestra Casa, en Tupungato.

Además, el presidente del IPV aclaró que Tupac Amaru deberá avanzar en las obras faltantes, mientras que los municipios intervinientes deberán cumplimentar la contraparte correspondiente, según lo establece el Programa de Integración Socio Comunitaria.