Los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day fueron los encargados de realizar el informe anual sobre la economía de Mendoza. En él destacan que la construcción en 2017 tuvo una reactivación importante. A esto se le suma el “boom” de créditos experimentado en la provincia durante el mismo año, lo que convirtió al sector financiero en uno de los motores internos expansivos más dinámicos de la economía mendocina.

Especialistas en la construcción destacaron para 2018 un mejoramiento en la obra pública, pero a su vez mostraron una preocupación en lo que respecta al poco crecimiento de la obra privada y las consecuencias que traería a futuro la falta de empleo.

Mario Yaser, presidente del Círculo de Constructores de Mendoza, afirmó: “La obra pública ha funcionado muy bien, pero pese a esto estamos preocupados porque no vemos en el futuro que la obra pública tenga la misma motorización que en 2017. La parte privada va muy de a poco, en algunos momentos avanza y por otros se retrae. No alcanzamos a ver que la obra privada arranque definitivamente”.

Además, recalcó: “La construcción en el último tiempo ha tenido un crecimiento mayor que la inflación a nivel general, en un porcentaje entre 2 y 3 puntos por encima. Esto tiene que ver con los grandes monopolios del hierro y el cemento, que aumenta tanto por la inflación como por la suba del dólar”.

Miguel Astorga, presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza, se refirió también a la inflación y detalló con respecto a la construcción: “Si el dólar sube entre un 4 y un 5 %, no hay problema de inflación, pero si la suba ronda entre el 30 % y el 35 % ahí se complica, porque suben los parámetros de la construcción y sus valores, e inclusive los materiales”.

“El cemento se ha incrementado, pero a granel, no en bolsa. Porque el granel va a la obra pública, el cemento en bolsa va a la obra privada, y en la obra privada hay movimiento, pero muy poco”, afirmó.

Leticia Martínez, secretaria del Colegio de la Construcción, destacó que el año pasado la construcción privada tuvo un repunte. “En los primeros meses del año 2017 hubo una caída del 30 %, pero luego repuntó. El año pasado se certificó mucha obra privada, pero esto se debe a que mucha de la obra pública (calles, plazas) no pasa por nosotros, por lo que no se certifica”.

Qué perspectivas tiene el sector en cuanto a la demanda de obreros

En cuanto a la mano de obra para este 2018, se ha desarrollado una mayor demanda. En este sentido, Yaser afirmó: “No creo que por el momento se afecte la ocupación de mano de obra, pero sí estamos expectantes para las obras del futuro, ya que todavía no se han licitado las obras para el año que viene, por lo que estamos a la expectativa de lo que pueda suceder en el sector”.

Atilio Calzetta, presidente del colegio de Técnicos de la Construcción e Industria, reafirmó lo dicho por Yaser y agregó: “Donde realmente vemos un problema es en el sector de viviendas sociales, ya que para 2019 no se tienen obras previstas, y este es un rubro que nos preocupa porque consume mucha mano de obra registrada”.

“Para que funcione el empleo y (por) el déficit habitacional necesitamos tener en construcción 3000 viviendas anuales. Hoy eso se está cumpliendo, pero estimamos que con lo público-privado previsto para el año próximo no se alcanzaría este cupo para mover el empleo y se daría un retroceso de la mano de obra”, culminó Calzetta. Para Astorga, en el último año la mano de obra aumentó, pero para 2018 con suerte tal vez se pueda mantener. “Vamos a tener un estancamiento, ya que no se ha firmado ningún proyecto de licitación desde el Ejecutivo”.