El huracán Harvey ya cobró al menos ocho vidas. Lo anunciaron las autoridades texanas en un informe donde constan los daños producidos hasta el momento por el fenómeno meteorológico que azota a la región. Seis de las víctimas mortales se encontraban al momento de su muerte en el condado de Harris, que incluye la ciudad de Houston; una en Rockport, zona cercana al punto donde el huracán tocó tierra en la noche del viernes en el Golfo de México, y otra en Galveston.

"Este evento no tiene precedentes, sus impactos son desconocidos y van más allá de toda experiencia previa", advirtió el servicio meteorológico local. El paso de Harvey por el estado de Texas tomó dimensiones de catástrofe, pese a que se degradó de huracán a tormenta tropical.

La peor situación se encuentra ahora en el área metropolitana de Houston, donde viven 2,3 millones de personas y ha llegado a más de un metro de acumulación de agua.

El alcalde de la Houston, Sylvester Turner, indicó hoy en una conferencia de prensa que actualmente hay 5.500 personas repartidas los veinte refugios habilitados, una cifra que, según pronósticos de Turner, que se incrementará "exponencialmente" en las próximas horas.

Las autoridades calculan que tendrán que alojar a más de 30.000 personas por las inundaciones sin precedentes dejadas por el ciclón.

"Tenemos más de 1000 personas asignadas a búsqueda y rescate. Tenemos equipos donde impactó la tormenta en primer lugar y ahora estamos sumando más en Houston, por lo que hay miles [de rescatistas] de todo el estado, además de las agencias locales", explicó Sylvester Turner.

"No necesito decir que esta es una situación muy seria y que ha sido una tormenta sin precedentes", agregó Turner y continuó: "Tenemos cientos de reportes sobre inundaciones y prevemos que el número aumente drásticamente".

Turner dijo que las autoridades han recibido más de 2000 llamadas pidiendo ayuda y se tiene previsto que se reciban más. El intendente pidió, además, a los conductores mantenerse lejos de los caminos inundados para evitar que el número de personas varadas aumente.

Helicópteros, botes y vehículos acuáticos recorrieron los barrios de la zona para ayudar a la gente a salir de sus casas o del agua turbia, la cual tenía un nivel tan alto que en algunos lugares alcanzó los segundos pisos, según publica La Nación.

La inundación fue tan extensa que las autoridades tuvieron problemas para identificar las áreas más afectadas. Los rescatistas le pidieron a la gente que se trasladara al nivel más alto de sus hogares para evitar quedar atrapada en sus áticos y que ondearan hojas o toallas para que atrajeran la atención a su ubicación.

El Centro Nacional de Huracanes informó que se registraron emergencias por inundaciones en partes del sudeste de Texas, entre ellas, Houston y sus suburbios. Los dos aeropuertos de la ciudad cancelaron sus vuelos.

Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que "estas lluvias continuarán, lo que hará que esta tormenta sea mucho peor que Allison", en referencia a la que devastó el sudeste del estado en junio de 2011 y que dejó 50 muertos. 

Los rescatistas tuvieron que darles prioridad a las situaciones que fueran de vida o muerte, dejando familias desplazadas a su suerte. El principal centro de convenciones de la ciudad fue rápidamente abierto como refugio.  

De huracán a tormenta

Harvey tocó tierra el viernes, 50 kilómetros al noreste de la localidad de Corpus Christi, como huracán de categoría 4 –el primero en 12 años de esa envergadura– y a lo largo del sábado se fue degradando hasta convertirse en tormenta tropical.

Donald Trump viajará a Texas el martes 29, según anunció la Casa Blanca. El presidente había dicho que quería esperar a que las autoridades estuvieran listas, luego de que muchas regiones del estado fueran golpeadas por la tormenta.