El homenaje a Snow y su obra
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) cumplió 30 años de existencia en mayo pasado, en una triste coincidencia con el fallecimiento de su fundador, el antropólogo estadounidense Clyde Snow.
Una foto que es un documento histórico. un joven Snow en el medio de sus colaboradores argentinos.
El próximo miércoles a las 19.00 recordarán ambos hechos con un acto en la Biblioteca Nacional junto a referentes como la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, el antropólogo Raul Carnese y David Morales, Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador.
En estas tres décadas el EAAF hizo un aporte clave para la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia: exhumó en la Argentina 1200 cuerpos de personas desaparecidas en la última dictadura, de los que logró identificar 620 y restituirlos a sus familiares; en paralelo desarrolló su tarea en 50 países y se convirtió en referente internacional de la investigación científica de violaciones a los derechos humanos.
La oficina de la organización en el barrio porteño de Once tiene sus paredes cubiertas de imágenes, agradecimientos y reconocimientos de familias de Argentina y de otros países del mundo por su labor en la identificación de personas desaparecidas. Una foto en blanco y negro se destaca entre otras en el pasillo: cinco jóvenes sonríen para la cámara y un hombre de casi 60 años los abraza desde el centro. La imagen describe los comienzos de la organización, a partir de la vuelta de la democracia, con un afectuoso Snow junto a los miembros fundadores del EAAF: Darío Olmo, Alejandro Inchaurregui, Patricia Bernardi, Mercedes Doretti y Luis Fondebrider. Los jóvenes eran estudiantes y graduados de las carreras de Arqueología y Antropología, convocados por el propio Snow para realizar las primeras exhumaciones científicas en 1984.
"Por pedido de las Abuelas de Plaza de Mayo había viajado a Argentina una delegación estadounidense de seis científicos forenses, entre quienes estaba Clyde Snow. Él era un antropólogo forense de Oklahoma, muy prestigioso, fundador de la disciplina, pero era la primera vez que se enfrentaba a la temática de las violaciones a los derechos humanos", recuerda Fondebrider, actual presidente del EAAF.
Tras su llegada al país, el investigador estadounidense necesitaba ayuda para una exhumación pero desde el Colegio de Graduados de Antropología no recibió respuestas. Su traductor Morris Tidball Binz, un estudiante de medicina que colaboraba con Abuelas, convocó a sus amigos y los reunió con Snow.
"Nos pidió ayuda para hacer la exhumación. Le pedimos un día para pensarlo porque era una democracia muy nueva, si bien había mucha movilización no se sabía qué podía pasar. Al día siguiente le dijimos que sí, que queríamos colaborar. Algunos ya tenían experiencias pero yo recién estaba comenzando. Lo acompañamos a la exhumación, la primera que se hizo con un método científico bajo la dirección de Snow", agregó el antropólogo.
Esos fueron los comienzos del EAAF. Antes ya se habían realizado exhumaciones, pero los médicos forenses argentinos estaban habituados al trabajo con cadáveres y no con huesos, por lo que utilizaban a los sepultureros y palas mecánicas para sacar los cuerpos, perdiendo cuerpos y evidencias, algunos de los que recién pudieron ser identificados muchos años después. "Los familiares tampoco confiaban en los médicos forenses porque en ese momento dependían de la Policía Federal, entonces Snow surgió como una alternativa independiente", detalla Fondebrider.
Después de esa primera exhumación, el antropólogo retornó a su país pero periódicamente volvía a la Argentina, reunía al grupo y los capacitaba. En el año 1986 el EAAF se conformó como tal cuando recibió un subsidio de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), que les permitió dedicarse exclusivamente a las investigaciones, una tarea que les reportaría reconocimiento y prestigio, tanto en el país como en el resto del mundo.
equipo, antropología, dictadura, madres, plaza de mayo,