Europa prohibirá la venta de autos nuevos a nafta y diésel a partir de 2035

Sociedad

Diferencias y costos entre una moto eléctrica y una moto a combustión

Para comenzar, realizamos un análisis en cuanto a los costos y el mantenimiento que tiene una moto a combustión -en este caso una 110cc- versus el mantenimiento y costo que pueda llegar a tener una moto eléctrica. Para ello, dialogamos con Cristian Gonzalo Barbarán, uno de los propietarios de la concesionaria Panella Motos y distribuidor de vehículos eléctricos.

“Más o menos, el costo mensual en una moto 110cc es de $20.000. Este costo tiene que ver con una trayectoria promedio de 15 a 30 kilómetros por día de recorrido y tan solo de lunes a viernes. Aquí se cuenta el gasto de combustible, seguro obligatorio, lo que se paga de patente y el mantenimiento necesario para su funcionamiento. Por otro lado, las motos eléctricas tan solo tienen un coste mensual de $7.000 -aproximadamente- que refiere tan solo al gasto energético que tiene para su correcta recarga”, comentó Barbarán.

Otra de las diferencias a la hora de comprar una moto eléctrica es que éstas no necesitan -por el momento- un seguro obligatorio para circular (por lo menos en la provincia de Mendoza y en casi todo el país). Otro punto diferencial es el casco, ya que como norma no se exige su obligatoriedad, pero sí es absolutamente recomendable su utilización para prevenir accidentes graves. Por último, algo que se deberá tener en cuenta a la hora de pensar en una moto eléctrica es el espacio donde éstas pueden circular. La reglamentación no estipula ni prohíbe que las motos o bicicletas eléctricas circulen por bicisendas o ciclovías, lo que termina siendo un peligro para los peatones que también circulan por ellas.

Mantenimiento y poder de reventa

En cuanto al mantenimiento, sigue siendo más barato optar por una moto eléctrica, ya que, al no tener un motor mecánico, no tiene tanta complejidad en sus reparación. “A la hora de arreglar una moto eléctrica, solo basta un par de herramientas y el mecánico puede tranquilamente hacerlo en la puerta de tu casas; mientras que una moto a combustión, la reparación, casi siempre, termina siendo en un taller, por lo que se necesita de las herramientas necesarias para su correcta reparación”, destacó Barbarán.

No obstante, al momento de hablar del poder de reventa, la moto a combustión termina un paso por encima de la moto eléctrica. “Hoy no hay posibilidad de reventa en una moto eléctrica, es prácticamente imposible que una persona compre un moto eléctrica usada. Por un lado, esto se debe a su bajo costo, por otro, porque no hay un mercado tan grande de personas que estén interesados, y, por último, porque por lo general, no se pueden usar para trabajar -entiéndase trabajar el hecho de utilizarla como delivery, no como traslado al trabajo-”, afirmó el agenciero de motos.

La movilidad eléctrica todavía no arranca en Argentina

Existen varios factores que contribuyen a la falta de adopción de la movilidad eléctrica en Argentina. Uno de los principales problemas es la falta de incentivos gubernamentales y políticas públicas que promuevan la adopción de vehículos eléctricos. El elevado costo de los vehículos eléctricos también es una barrera para muchos consumidores, ya que estos vehículos son más caros que los vehículos a gasolina o diésel. Además, la falta de infraestructura de carga para vehículos eléctricos en las calles y estacionamientos de Argentina dificulta la adopción de estos vehículos, ya que los consumidores temen quedarse sin carga en la batería.

“Hoy en día son muy pocas las personas que preguntan por una moto o una bicicleta eléctrica. De hecho, al momento de definir entre una moto eléctrica o una a combustión, 1 de cada 10 personas que se acercan al local están interesadas por una moto eléctrica”, señaló Barbarán.

“Esto se debe también al poco fomento que hace la industria sobre los costos y los beneficios de pasarse a una movilidad eléctrica. Está claro que las personas han cambiado su pensamiento y hoy se ve más la necesidad de repensar un movilidad que sea amigable con el medio ambiente, pero hasta el momento, solo queda en preguntas y consultas y en cuanto a ventas, es muy reducido”, continuó.

El mundo de las bicis eléctricas es "muy de nicho"

Existe una brecha muy grande entre los que comprar una bicicleta común y una eléctrica. Aquí la diferencia se hace más notoria por el hecho de los costos. Está claro que por 100 mil pesos te podés comprar una buena bicicleta común, mientras que las bicicletas eléctrica rondan entre los 250 y los 350 mil pesos de promedio -también se consiguen por mucho más-.

No obstante, también se puede personalizar una bicicleta común y transformarla en eléctrica, pero volvemos a caer en el mismo tema monetario. Esta transformación cuesta alrededor de 200 mil pesos, algo que hoy en día no está al alcance de todos los consumidores.

El boom de los monopatines eléctricos

Los monopatines eléctricos se han convertido en una de las opciones de movilidad más vendidas de la actualidad, y no es difícil entender por qué. En primer lugar, son económicos en comparación con otros vehículos eléctricos, lo que los hace accesibles para una amplia gama de consumidores. Además, son una forma eficiente y sostenible de moverse por la ciudad, sin emitir gases tóxicos ni hacer ruido, lo que los convierte en una alternativa más amigable con el medio ambiente.

En esta ocasión, desde Unidiversidad le consultamos a las y los mendocinos por qué prefieren este método de transporte.

“Para mí el monopatín eléctrico es la opción más práctica y rápida para movilizarme. Con él puedo llegar al trabajo más rápido y ahorrarme tiempo, dinero y dolores de cabeza con el congestionamiento de tránsito en el centro. Además de la comodidad, he notado que el uso del monopatín eléctrico me ha permitido ahorrar dinero en combustible, ya que prácticamente no he utilizado el auto en el último tiempo”, destacó Sandra.

“En cuanto al costo, puedo decir que inicialmente tuve que invertir un poco más de lo que pensaba para comprar el monopatín eléctrico. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que estaba ahorrando dinero en transporte público, así que la inversión valió la pena”, señaló, por su parte, Sofía.

En cuanto al mantenimiento, Sofía afirmó que lo único que ha tenido que hacer es cambiar las ruedas de vez en cuando y hacerle mantenimiento al motor, pero comparado con el costo que tenía antes en auto o en transporte público, el monopatín eléctrico ha resultado mucho más económico.