"Guerra, Justicia y Heavy Metal", un viaje a lo profundo del género musical

Espectáculos

“Desde mi último toque con Wachas Negras, allá por 2019, tengo ganas de volver a Mendoza. Si bien tuvimos una oportunidad de presentar el disco acá, la pandemia no nos lo permitió. Ahora que tenemos esta oportunidad, lo haremos sin ninguna duda y mucho más ahora que nos enteramos de que las entradas se agotaron casi en tres horas y media, fue hermoso saberlo”.

Según Alan, el proyecto nace de una necesidad imperante: la ruptura. No una ruptura política, de orden o duradera, sino una ruptura que se presenta de golpe, un camino distinto al habitual, una posibilidad hacia el juego. La belleza de abandonar lo cotidiano y de transitar lo ridículo, lo incoherente.

“Siempre se está viviendo un ‘fin del mundo’, al menos uno propio. La mayoría de las veces se olvida y prima la distracción ante cualquier estímulo a disposición. Sin embargo, cada tanto, irrumpe comprimiendo el pecho y pide, ante tanta desesperación, compañía. A veces, cuidar a un otro es la única forma de correr el eje de tanto peso existencial.  A lo mejor, si el otro también actúa de igual manera, podamos entregar nuestra escondida vulnerabilidad y que por un rato no sea todo tan difícil”, plantea Alan Sutton.

Para finalizar, este músico y compositor expresó el cariño que siente por el público mendocino. “La diferencia entre el público de Buenos Aires y de Mendoza no la podría dar exactamente, pero cuando voy a Mendoza, es un evento particular. Desde gente que nos sigue, que nos escucha, que quiere ir porque aprecia lo que hacemos y pregunta cuándo vamos a volver a pasar, más aún en este contexto de pandemia, la gente te hace llegar su cariño. En sí, el público de mendocino es muy manija. Hay un aguante impresionante. Es más, cuando fuimos en 2019, el recibimiento de la gente fue increíble”, resaltó.