Se comenzó a hablar de una “marea verde” cuando los pañuelos de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito colmaron las calles, los colegios, los bares, los recitales, los espacios públicos. Si bien hay mujeres que luchan por el derecho a la interrupción legal del embarazo desde hace décadas, la participación de las jóvenes en este movimiento lo ha vuelto masivo, inclusivo y ampliamente heterogéneo. Se caracteriza, principalmente, por la participación y la conciencia de las personas como sujetos políticos, visibles en la asistencia a marchas y concentraciones y en las sentadas o tomas de colegios.

Desde el 23 de febrero de 2018, cuando trascendió que el presidente de la Nación -Mauricio Macri- habilitaba al Congreso para debatir un proyecto de ley que legalizara la interrupción voluntaria del embarazo, se abrió un debate que atravesó las dimensiones pública y privada de argentinos y argentinas.

También se desató un proceso de visibilización de posturas de la población en su totalidad. Parte de eso fueron las marchas tanto de quienes bregan por la legalización del aborto como de las personas que la rechazan. Pero también se produjo una ambición de visibilización en el día a día: los pañuelos verdes atados en las mochilas de jóvenes estudiantes, incluso de aquellos y aquellas que aún están en la secundaria; artistas mostrando este símbolo en los escenarios; actores y actrices manifestando sus posiciones al recibir un premio Martín Fierro.

A nivel masivo, profesionales y trabajadores de diversos ámbitos firmaron cartas abiertas a diputados y diputadas nacionales para que votaran a favor del proyecto de ley que fue presentado en el pasado mes de marzo. La llamada Revista MU, en Buenos Aires, fue sede de concentración para las firmantes.

Ese mismo mes, ese medio publicó un número, cuyo título fue “Generación verde”. La directora de la revista, Claudia Acuña, manifestó a Edición U que se trata de “la primera generación que tiene en claro hacia dónde tiene que ir la democracia, en el sentido de que esta tiene una deuda con las mujeres”. Y agregó: “Esta generación tiene, primero y principalmente, voz propia”.

Por su parte, Claudia Laudano –profesora e investigadora de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y pionera en los estudios sobre comunicación y género en nuestro país– consideró que la marea verde se define como una expresión que simboliza la presencia permanente de acciones a favor de la legalización del aborto en el país. Es un movimiento que hace referencia a acciones muy variadas, “desde charlas a intervenciones urbanas, pasando por festivales o usos del pañuelo en la vida cotidiana que son realizadas en particular por mujeres de diferentes edades y en diferentes localidades del país, muchas veces superpuestas. Dentro de ellas, un lugar privilegio ocupan -sin duda- los pañuelazos, que son unaacción colectiva de exhibición y visibilidad del símbolo por el aborto legal”.

Por otro lado, la investigadora opinó que es apresurado hablar de generación verde porque “no es un fenómeno sólo de un grupo generacional, sino que en las acciones se observa una participación etárea que atraviesa generaciones”. También recordó que fue hace 30 años, aproximadamente, cuando algunos grupos de mujeres generaron movimientos para la legalización del aborto. Destacó que incluso entre las integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, hay presencia de mujeres de todas las edades.

De tabú a trending topic

A favor o en contra, nadie se quedó afuera de la discusión por el aborto legal, seguro y gratuito, un tema que se instaló en la opinión pública y modificó para siempre el paradigma del debate en la Argentina.