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05 DE NOVIEMBRE DE 2024
Los canales de tv digital comunitarios y públicos son un modelo para armar, aferrado al proceso de mutación del paradigma comunicacional argentino. Cambió la mirada sobre los contenidos, el valor de la técnica y la lógica de la integración al interior del país.
Fuente: Diario digital de Río Grande, Tierra del Fuego
“En la Ley de Medios hay cosas que hay que aprender a leer”, dice Sergio Romero, director del Laboratorio de Tecnología de la Universidad Tecnológica Nacional con sede en San Rafael y coordinador del Nodo Audiovisual Tecnológico Sur de Mendoza. Seguramente está pensando en un escenario mucho más abierto e integrado del que suele visualizarse, con alarmas conectadas en varios aspectos que en efecto, son atisbos de problemas que nos desafían aquí y ahora.
¿Pero a qué se refiere en concreto Sergio Romero con aprender a leer? Vale aclarar que el gran tema que desarrolla el “Laboratorio” son los contenidos audiovisuales digitales trabajados no desde la lógica de un medio nuevo sino de plataformas multipantallas con servicios híbridos, lo cual implica que por distintos canales –la telefonía celular por ejemplo- se va a poder confluir en los mismos productos. Pues bien, aún hay que ver qué pasará con la programación para los teléfonos, cómo será su desarrollo.
La lectura que hace Sergio Romero al respecto es que hay ventajas en el marco legal, porque una cosa es la adjudicación de señales y otra es la autorización de canales. Está claro que Canal 9, Canal 7 de Mendoza o la Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno de Mendoza tienen señales autorizadas, lo que quiere decir que tienen un espacio y una frecuencia. Pero en el plano de adjudicación de señal hablamos de un espacio de 6 megahertz para cada canal.
En teoría, en forma digital cada señal autorizada dispone de esos 6 megahertz donde entran 5 canales, lo cual implica una indudable mejoría de oportunidades. No obstante, dichas ventajas no están del todo aseguradas ya que por ejemplo la Universidad Nacional de Cuyo no va a tener su propia antena de transmisión sino que va a emplear la instalada por ARSAT en el Cerro Arco, quien asigna no 5 sino una frecuencia.
En palabras de Sergio Romero: “Esto supone que de alguna manera la Universidad está resignando espacio por el hecho de no contar con los 600 mil dólares de inversión en una estación transmisora. Ello afecta precisamente al llamado one seg que es la norma técnica que va a permitir transmitir contenido audiovisual a los teléfonos sin emplear pulsos telefónicos. En mi opinión, el one
seg es fundamental para la Universidad y tendría que acceder a él aún cuando no tenga su propia antena.”
De Usuahia a la Quiaca
Otra luz de alarma que nos concierne es qué se va a considerar contenido local. Según Sergio Romero “En cine, las leyes de coproducción son claras, para ser declarado contenido local tiene que cumplir con determinadas pautas, pero en televisión aún no está definido. Yo estimo que tal definición tiene que darse en función de permitir la producción en red, es decir, no sólo apuntar a mantener identidades regionales, sino además a facilitar la producción de contenidos ante situaciones de saturación de mercado como las que hay que prever”.
Es importante aclarar que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual establece que un 33 % de señales quede en manos privadas y otro 66% en manos de medios comunitarios y públicos. Esto implica que el modelo televisivo que hasta hoy existe, altamente concentrado y dependiente de la pauta publicitaria, no va a ser más el modelo imperante. Habrá un 66% de contenidos a producirse en base a otro modelo a desarrollar, cuya sustentabilidad se vuelve un verdadero desafío ya que hablamos de “hacer televisión”, o sea operar en un sistema tecnológico que de por sí es caro, con salarios dignos y en blanco como corresponde, y de repartos de pauta que significarían recursos necesariamente más segmentados o de menor espesor.
Una idea que aporta el coordinador del Nodo Audiovisual Tecnológico Sur de Mendoza, es la de apuntar al costo digno del producto y que el marco específico legal lo defina y acompañe. En concreto, la idea apunta a la multiplicidad de ventanas de exhibición en temas que resulten transversales, por ejemplo, a las provincias andinas. Dice al respecto: “Rompamos con las estructuras regionales clásicas, si tenemos un contenido que pueda tener salida desde Mendoza hasta Jujuy y sea considerado local en todas las provincias tendrá la posibilidad de ser estructurado en todos los canales y ser tomados por todos como parte del 33% de la programación local”.
Bajado a los números, el planteo se comprende mejor. De acuerdo a las estimaciones de Romero, un plan de desarrollo de pilotos tiene un costo de entre 80 mil y 50 mil pesos. “Si se organiza en un sentido local y regional, el valor de la pauta puede cambiar, porque no es lo mismo obtener un 25 o 30% de pauta por emisión –esquema que tiene que ver con la publicidad en un canal de aire local- que vender una producción nacional en otro lugar, precisamente gracias a la multiplicidad de ventanas de exhibición”. Cabe aclarar que la Ley de Medios establece unas reglas de juego claras en relación a la compra de producción externa, ésta no puede sobrepasar el 30% y dentro de eso, el 70% tiene que ser nacional y el 30% local.
Este planteo de maximización de las ventanas, apunta el director del Laboratorio de Tecnología de la UTN; San Rafael, “tiene que ver con la sustentabilidad de la producción en red, se beneficia tanto el que vende lo suyo afuera como los de otros lugares que también forman parte de la red de intercambio de producción y distribución. Si no, nos dan los costos y nosotros no podemos pensar en un Estado que subsidie la televisión eternamente, eso puede ocurrir durante un tiempo, no siempre, con lo cual hay que planificar en función de un programa de desarrollo de lo audiovisual donde el subsidio es sólo una parte”.
En la agenda política
¿Será el desarrollo de la tv digital el gran tema de la ciudadanía en los próximos años? Ojalá la respuesta sea sí, pero habrá que ver qué expectativas tienen los ciudadanos en cuanto al despliegue de este nuevo modelo audiovisual. En ese punto, Sergio Romero desnuda una realidad: “Todo indica que la mayoría de la gente confunde lo que es tv digital con contenido premium gratis o con la calidad de definición de su televisor, o sea, tiene la expectativa de querer reemplazar el cable”. ¿Qué habría que hacer? En su opinión, explicar con ingenio y sinceridad cuál es el sentido de lo proyectado.
“Entiendo que es difícil, no es como sucedió en Republicana Dominicana donde allí toda la iniciativa gubernamental se redujo a tomar todos los canales satélites públicos de todos los continentes y bajarlos, de ahí que uno acceda a 60 canales donde se puede ver la TV pública argentina, chilena, española, etc.. Aquí nada más, se ha producido la contingencia de un fenómeno que es mundial – el del apagón analógico- coincidiendo con la lucha por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual lo cual hace que no sólo se hable de cambio tecnológico sino también de contenido, lo cual hace que la Argentina pase a ser una experiencia única que es mirada y seguida desde afuera”, asegura Sergio Romero.
Y hablando de agenda política, hubo un hecho trascendental semanas pasadas que fue cuando la Ministra de Industria Débora Giorgi convocó a los fabricantes de teléfonos celulares para explicarles la política nacional de sustitución de importaciones, las plataformas híbridas y la necesidad de incorporar el chip con la norma técnica que va a permitir la transmisión de la señal de tv digital, lo cual derivó en un acuerdo válido para todos los teléfonos fabricados en el país. Es entonces que ese escenario más abierto y más integrado que invita a mirar Romero se le añade la visión de la política pública.
“Sin esa visión no se entiende el impulso de recambio tecnológico, ni por qué la entrega de los decodificadores de tv digital a jubilados, ni por supuesto, la política de inclusión social que desde luego, el mercado no haría. Ahora bien, esto obliga a profundizar políticas, así como se promueve que la gente siga usando los mismos equipos televisivos que tiene, es decir, analógicos. Hay que promover que el decodificador de TDA también esté en todos los televisores nuevos que vendan en el país. Con la misma lógica de norma industrial y de acuerdo que vimos con Giorgi y los fabricantes de teléfonos celulares. Esto Brasil ya lo implementó o está en vías de implementarlo, precisamente porque es una herramienta fundamental para avanzar en el mercado tradicional de televisores”.
Control, mucho control
Otro elemento fundamental que tiene que ver con las políticas públicas es controlar. La experiencia anterior en el país ofrece en este sentido imágenes contradictorias.
Según explica Sergio Romero: “Argentina es el país con mayor penetración de tv de cable de Latinoamérica, entre lo formal que es pago y lo informal – los colgados- hay una gran penetración que hace recordar la experiencia de la multiplicación de las FM, es decir, un esquema donde se abrió una gran cantidad de situaciones informales que se después se formalizaron. Uno podría pensar que tal experiencia fue positiva, pero no lo fue porque de ahí derivó la actual concentración de medios. Primero porque se cayeron una cantidad de FM y luego porque esas que se cayeron las compraron los multimedios. Si bien ahora el esquema es diferente, lo mismo hay que mirar muy bien. Pensemos Mendoza, en lo concreto, donde había dos señales con licencia de tv abierta va a pasar a tener 10 o 12 señales rápidamente por la vía de los concursos digitales. Pero atención, porque cuando esto se está moviendo aparecen canales como el 55 de la Cooperativa Eléctrica de Godoy cruz –la COPE TV – que está transmitiendo por aire en forma analógica, con lo cual cabe preguntarse en qué estado legal se halla esa señal y si responde a la estrategia de quien está pensando en que va a concursar en digital. Es decir, empieza a manifestarse esto que ya pasó con las FM en el pasado lo cual tiene que ser una señal de advertencia. Lo mismo cabe expresar de las emisoras comunitarias, si éstas no existen verdaderamente y aún así son admitidas, después habrá que sentarse con ellas a manejar temas tan difíciles como los planes de negocio para subsistir y poder cumplir con los porcentajes de producción local y nacional que establece la Ley. Adviértase que si no se imponen los controles, si no se desarrolla todo este proceso abierto dentro de un marco o camino legal después todo va a ser por demás complejo”.
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