El crecimiento de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la hipertensión, la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y la obesidad despertó la necesidad de fortalecer los servicios de rehabilitación en Mendoza. Ante este escenario, el Hospital Universitario y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (Fuesmen) decidieron unificar sus programas de atención para mejorar mediante el ejercicio físico la calidad de vida de las personas que lo necesitan.

A partir de un convenio firmado en diciembre, ambas instituciones integraron sus servicios de rehabilitación cardiovascular, pulmonar y metabólica. Luego de un mes de trabajo y organización, el programa comenzó a funcionar en las instalaciones del Hospital Universitario. Allí se trasladaron los y las pacientes que asistían a Fuesmen con los profesores en Educación Física Juan Guevara y Carolina Díaz Fucili, quienes ahora trabajan junto a Walter Rosales, encargado del servicio en el hospital.

"Hoy enfrentamos un desafío creciente en la salud pública. El incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad, exige estrategias preventivas y terapéuticas efectivas. Esto llevó a que instituciones como el Hospital Universitario y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (Fuesmen) decidieran unificar sus programas de atención para mejorar la calidad de vida de quienes requieren estos tratamientos”, reforzó a Unidiversidad, Walter Rosales, especialistas en Educación Física, Entrenamiento y Salud.

  Los profesores en Educación Física Juan Guevara, Carolina Díaz Fucili y Walter Rosales: Foto: Prensa UNCUYO.

Meses atrás, Díaz Fucili, también licenciada en Educación Física, Entrenamiento y Salud y quien por aquel entonces trabajaba en el Fuesmen junto a Juan Guevara, ya venía advirtiendo la problemática. "Fue imperioso dialogar con las autoridades para que tomaran cartas en el asunto. Asistíamos a pacientes con graves problemas de EPOC con los que trabajamos en ejercicios para ampliar la capacidad pulmonar, entre otras afecciones. Tras unos meses, se fusionó el equipamiento y el conocimiento de profesionales de ambas instituciones para tratar las problemáticas", señaló.

Ejercicio y acompañamiento: las claves de la recuperación

Según los especialista consultados, hoy, la inactividad física, el sedentarismo y el tabaquismo constituyen un desafío para la salud pública, no solo a nivel provincial y nacional, sino también a escala mundial, fundamentalmente porque conllevan a un bajo gasto energético, que asociado a conductas dietarias inadecuadas, provocan de manera considerable el sobrepeso, la obesidad, el EPOC y la diabetes. 

“El sedentarismo es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. El ejercicio ha sido recomendado como una intervención de primera línea o un coadyuvante para prevenir y controlar factores de riesgo cardiovascular (CV) para mejorar el pronóstico de distintas enfermedades crónicas. Por eso, el programa busca mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de la prescripción de ejercicio físico, adaptado a sus necesidades y patologías”, detalló Rosales.

  "La unificación de los servicios surgió debido al creciente número de personas con estas enfermedades", sostuvo la especialista. Foto: Prensa UNCUYO.

Además de la medicación que ofrecen los profesionales de la salud en cada caso, el fortalecimiento de cada órgano afectado es fundamental. “El ejercicio es primordial cuando se tiene una afección como las cardiovasculares o pulmonares. Cuando estos órganos están afectados es fundamental que se comience, de manera gradual, con una actividad aeróbica, bicicleta y cinta, dependiendo de la enfermedad que se tenga”, resaltó Díaz. 

Por su parte, Rosales enfatizó en la necesidad de supervisión profesional: "Para que el ejercicio sea seguro y efectivo, debe estar supervisado por profesionales competentes y adaptado a las necesidades de cada paciente. En este sentido, los programas del Hospital Universitario conjuntamente con Fuesmen juegan un rol fundamental".

En cuanto a las instalaciones acondicionadas por el Hospital Universitario, la profesora afirmó que el gimnasio está equipado con máquinas de sobrecarga, entrenamiento aeróbico y de resistencia, lo que incluye bicicletas, elípticos, cintas, remoergómetros y pesas libres. "Cada paciente recibe una prescripción de ejercicio acorde a su patología y nivel de riesgo. La idea es mejorara la afección diagnosticada. Por eso, el tratamiento suele ser prolongado, con una duración que depende de la evaluación médica", detalló Díaz.

En esa línea, Rosales reforzó la idea: "En el caso de las enfermedades respiratorias como las cardiovasculares y metabólicas, el ejercicio supervisado es clave para mejorar la capacidad pulmonar, reducir la disnea y optimizar la calidad de vida de los pacientes".

 Para acceder al programa, los y las pacientes deben contar con una derivación médica. Foto: Prensa UNCUYO. 

Cómo acceder al programa

Desde el 3 de febrero, la actividad se desarrolla en el área de rehabilitación del Hospital Universitario. Para acceder, los y las pacientes deben contar con una derivación médica que indique la necesidad de un programa de rehabilitación cardiopulmonar y metabólica.

El proceso de ingreso comienza enviando una foto del pedido médico al WhatsApp del Hospital Universitario (2612053408) de 8 a 20, donde se coordina el turno de evaluación inicial. Una vez realizada la historia clínica, se diseña un plan de entrenamiento específico para cada paciente.

"Con esta iniciativa, nuestro equipo busca reforzar su compromiso con la salud, ofreciendo un servicio unificado que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes y promover el ejercicio como una herramienta clave en la recuperación", señaló Díaz Fucili.

Rosales concluyó con un mensaje de concientización: "Es momento de reforzar la importancia de estos espacios y garantizar que más personas puedan acceder a ellos. Porque el ejercicio, cuando es bien prescrito y supervisado, no es solo una opción, es un tratamiento que salva vidas".